En las dos semanas transcurridas desde que el consejo de administración de Twitter había aceptado su oferta de 44 mil millones de dólares, ha habido temor de que Elon Musk, el hombre más rico del mundo, esté mordiendo más de lo que puede masticar.
Las preocupaciones van desde la posibilidad de que se vea abrumado al asumir el control de otra compañía hasta los riesgos de hipotecar o vender parte de su gran participación personal en Tesla.
En una extensa entrevista en la Cumbre del Futuro del Automóvil de Financial Times (FT), Elon Musk respondió a las preguntas sobre sus ambiciones para los vehículos eléctricos, Space X y si Twitter afectará a sus intereses empresariales, mientras se enfrenta a los grandes problemas de Tesla.
Entre ellos, las presiones derivadas de la administración de lo que describió como la compañía de fabricación de más rápido crecimiento de la historia, en medio de la grave crisis de la cadena de suministro mundial y atravesar el creciente abismo geopolítico entre Estados Unidos (EU) y China.
Elon Musk señaló sus hábitos ya diseñados para manejar breves e intensas ráfagas de trabajo, ya que su inquieta atención se desplaza entre los problemas más apremiantes de sus empresas. Mencionó que dos noches antes de aparecer en el evento de FT para conceder su primera entrevista después de hacer una ofertar por Twitter, había trabajado durante toda la noche y el día siguiente ocupándose de uno de esos problemas.
Cuando se le preguntó por si sus polémicos planes para la red social podrían repercutir de algún modo en Tesla, su respuesta fue: “Tengo confianza en que podremos vender todos los coches que podamos fabricar”.
El riesgo inmediato
El jefe de Tesla ha hablado largo y tendido este año sobre cómo hacer frente a una situación en la que “la demanda está superando la producción hasta un grado ridículo, por lo que nuestro problema es ese”. La semana pasada insinuó una nueva idea: suspender temporalmente los nuevos pedidos. “En realidad, probablemente vamos a limitar eso, simplemente dejar de tomar pedidos en un cierto espacio de tiempo. De todos modos, la frustración con los clientes es no poder conseguirles un automóvil, ¿no están dispuestos o interesados en comprar un vehículo?”, dijo.
Además, están los complicados cálculos políticos que podrían llegar si se concretara la compra de Twitter, debido a que “no es un trato cerrado”, dijo Musk y podría tardar hasta dos o tres meses en concretarse. “Todavía hay muchas cosas que deben hacerse antes de que concluya este acuerdo. Hay algunas preguntas pendientes que necesitan ser resueltas. Y por lo tanto, ciertamente no es un trato hecho”, afirmó el CEO de Tesla al referirse al acuerdo para adquirir la red social.
Su rival, el multimillonario Jeff Bezos, es uno de los que plantean la posibilidad de que la dependencia de Musk en la fabricación en Shanghai lo exponga a la presión de China. El a menudo irascible director ejecutivo apenas parpadeó al rechazar la sugerencia: “No he visto ninguna indicación en ese sentido”.
Elon Musk se ha mostrado bastante feliz de pasar por encima de las divisiones políticas que otros líderes empresariales han evitado. El jefe de Tesla señaló los actuales confinamientos en Shanghai por el covid-19 como un riesgo inmediato para la suerte de Tesla. Como muestra de su estrecha relación con el gobierno chino, Elon Musk dijo que sostuvo conversaciones con líderes chinos que mitigaron sus preocupaciones.
El Dato...20 millones
De coches eléctricos al año prevé producir Tesla en 2030
“En los últimos días sostuve algunas conversaciones con el gobierno chino, y está claro que los confinamientos se están levantando rápidamente”, dijo, adoptando un tono más moderado que el que utilizó cuando impugnó una orden anterior de cierre de la planta en California. “Así que no esperaría que esto sea un tema importante en las próximas semanas”.
Además, el director de Tesla afirmó que el gobierno de China le pidió muchas veces que hiciera una fábrica en el país. “Están dispuestos a cambiar las reglas, no solo para nosotros, sino para todos, entonces seguiremos adelante (...) Creo que hemos tenido mucho éxito hasta ahora, y el gobierno está muy feliz por ello y sé que las cosas van bastante bien”.
Expectativas moderadas
El martes pasado Musk proyectó un tono mucho más mesurado que en algunas apariciones recientes, al reconocer los desafíos de administrar el crecimiento de Tesla. A diferencia de las anteriores previsiones de producción excesivamente optimistas, moderó las expectativas, refiriéndose al reciente objetivo de Tesla de producir 20 millones de coches al año en 2030 como una “aspiración” más que como un objetivo concreto. La marca obtuvo una ganancia de 5 mil millones de dólares en el primer trimestre y está en camino de vender 2 millones de vehículos este año.
“Creo que necesitamos reemplazar al menos 1 por ciento de la flota de vehículos por año para que sea realmente significativo en el camino hacia la transición a la energía sostenible y la electrificación de los automóviles”, dijo.
También señaló la disponibilidad de las materias primas para sus baterías como uno de los mayores obstáculos para el objetivo a largo plazo de Tesla. Sin embargo, indicó que la mayor limitación es contar con el equipo necesario para convertir el mineral en materiales aptos para baterías.
Cuando se le preguntó acerca de si Tesla podría incluso comprar una compañía minera para garantizar el suministro de materias primas, dejó claro que todas las opciones están sobre la mesa: “No es que queramos comprar compañías mineras, pero si es la única forma de acelerar la transición (a la energía sustentable), lo haremos”.
Elon Musk no se abstuvo de respaldar decisiones que podrían suponer grandes riesgos financieros para Tesla, incluido seguir adelante con una forma limitada de tecnología de autoconducción si pensaba que salvaría muchas vidas.
“Vamos a asumir los riesgos”, mencionó Musk. “Si creemos que la probabilidad de lesión se reduce... pero también sabemos que nos van a demandar a pesar de hacer lo correcto, haremos lo correcto y nos demandarán”, añadió el empresario.
En términos de posibles proyectos a futuro para Musk, el directivo indicó que trata de tomar las acciones necesarias para hacer que el futuro sea bueno para todos en el planeta. “Tesla trata de acelerar hacia los vehículos eléctricos, porque estamos cerca de un futuro energético sostenible en el planeta. Luego, SpaceX trata de extender la vida más allá de la Tierra para que podamos convertirnos en una especie multiplanetaria y con Starlink, busca brindar cobertura de Internet a los menos atendidos en el mundo.
“Creo que deberíamos ser capaces de despegar Starship to Mars (la nave estelar a Marte) en tres o cinco años. Y si tiene éxito, entonces podremos enviar una misión tripulada al planeta rojo antes de que finalice esta década”, afirmó Elon Musk.
Al cierre de esta edición, Elon Musk había suspendido temporalmente la adquisición de Twitter debido a las preocupaciones sobre la cantidad de spam y cuentas falsas que hay en la plataforma, lo que genera nuevas dudas sobre si el director ejecutivo de Tesla decidirá continuar con la compra.
"El acuerdo sobre Twitter queda en suspenso de manera temporal a la espera de detalles que sustenten el cálculo de que las cuentas falsas representan menos de 5 por ciento de los usuarios”, anunció el empresario a través de su cuenta en Twitter el viernes por la mañana.
Tras este mensaje, la acción de la red social retrocedió 20 por ciento en los intercambios electrónicos previos a la apertura de la bolsa de Wall Street y se situaba a 40.7 dólares el viernes a mediodía, muy por debajo de los 54.2 dólares por acción, propuestos por el multimillonario en la compra de Twitter.
srgs