Deutsche Bank indicó que un “ataque especulativo” que hizo caer el precio de sus acciones el mes pasado llevó a los clientes a retirar dinero del banco, lo que subraya la profundidad de la agitación que azota el sector.
James von Moltke, director financiero del Deutsche, dijo que fueron víctimas de un ataque que desató “salidas alimentadas por la percepción” en los días posteriores a que los reguladores suizos idearan la venta de Credit Suisse a UBS el 19 de marzo.
El 24 de marzo, el costo de asegurar la deuda de Deutsche contra el incumplimiento de pagos se disparó a un máximo de cuatro años, lo que generó una caída de casi 20 por ciento en el precio de sus acciones en cuestión de horas.
Los reguladores desde entonces establecieron que las bruscas oscilaciones fueron causadas por una sola apuesta en los CDS (Credit Default Swaps o permutas de incumplimiento crediticio) del banco, los instrumentos que inversionistas y operadores utilizan para protegerse contra los moratorias de pagos de las empresas.
“Fuimos objeto de un ataque especulativo y eso llamó la atención de nuestros clientes”, dijo von Moltke. “Estuvimos muy en contacto con nuestras contrapartes… lo que fue muy gratificante es que, con excepción para un número muy reducido, no hubo necesidad real de mantener conversaciones. La gente sabía cuál era nuestra posición como banco”.
La revelación de Deutsche subraya lo febriles que se volvieron los mercados el mes pasado después del repentino colapso de Silicon Valley Bank y el rescate forzoso de Credit Suisse.
Las salidas de fondos de finales de marzo no tuvieron “ningún impacto significativo” en la base de depósitos de Deutsche, que el director ejecutivo, Christian Sewing, describió como “absolutamente superestable”.
Los clientes de la división de gestión patrimonial del banco retiraron más de 7 mil millones de euros en los últimos días de marzo. En conjunto, los depósitos se redujeron en 29 mil millones de euros en el trimestre, para llegar a 592 mil millones.
Von Moltke explicó que la mayor parte de los 29 mil millones de euros de salidas de fondos se debieron a que los clientes trasladaron sus depósitos a productos de mayor rentabilidad, como los fondos del mercado monetario, y se produjeron antes de la agitación de la última semana de marzo. Las salidas se detuvieron cuando se suavizó la agitación, señaló von Moltke, y añadió que los flujos de depósitos se mantuvieron “entre estables y al alza” en abril.
La rapidez con la que el repunte de los CDS de Deutsche afectó al precio de sus acciones suscitó preocupación entre los reguladores. Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo, hizo un llamado para que se revise la “opacidad” del mercado de los CDS.
El canciller alemán, Olaf Scholz, describió la base de financiamiento de Deutsche como “tan diversificada que marca una gran diferencia con otros bancos”, y señaló el hecho de que 73 por ciento de los depósitos se encuentra en su mercado nacional, principalmente de clientes minoristas y corporativos.
A pesar de las turbulencias, las utilidades de Deutsche Bank alcanzaron el nivel más alto de la década para un primer trimestre. Las ganancias antes de impuestos aumentaron 12 por ciento, para llegar a mil 900 millones de euros respecto al año anterior, superando los pronósticos de los analistas de mil 700 millones de euros.