En medio de la crisis, dimite el director ejecutivo de Intel

Hace cinco años era el fabricante de chips más rentable del mundo, pero en el mandato de Pat Gelsinger ya perdió casi la mitad de su valor y su capitalización de mercado cayó por debajo de 100 mil mdd

El ejecutivo de 63 años describió la decisión como “agridulce”. Reuters
Tim Bradshaw, Oliver Ralph y Michael Acton
San Francisco y Londres /

Pat Gelsinger dejó abruptamente su cargo como director ejecutivo de Intel, con lo que se pone fin a un mandato de casi cuatro años durante el cual no logró detener la caída en una crisis del ícono de Silicon Valley.

Intel, con sede en California, informó que al ejecutivo de 63 años lo va a reemplazar el director financiero, David Zinsner, y la vicepresidenta ejecutiva, Michelle Johnston Holthaus, que serán directores ejecutivos interinos hasta que se haga un nombramiento permanente.

Gelsinger describió la decisión como “agridulce”, y agregó que había sido “un año difícil para todos nosotros, ya que tomamos decisiones complicadas, pero necesarias para posicionar a Intel para la dinámica actual del mercado”.

Estuvo bajo una intensa presión, ya que los inversionistas perdieron la fe en su visión de dar un cambio de rumbo al negocio al reinventarlo en la fabricación de chips de cara al cliente.

Hace apenas cinco años, Intel era el fabricante de chips más valioso del mundo, pero en lo que va de 2024 ya perdió casi la mitad de su valor, y su capitalización de mercado llegó a caer por debajo de 100 mil millones de dólares. En cambio, el precio de las acciones de Nvidia, compañía que acaparó el mercado de chips de inteligencia artificial (IA) de vanguardia, ya subió más de 200 por ciento en el mismo periodo, y el grupo alcanzó una capitalización de mercado de 3.35 billones de dólares.

El consejo de administración de Intel presionó a Gelsinger el año pasado por la preocupación de que la empresa se estuviera quedando rezagada en la carrera por diseñar chips de IA líderes, mientras Nvidia se adelantaba y su rival AMD se posicionaba como el principal competidor.

Lip-Bu Tan, ex director ejecutivo de la compañía de software de diseño de chips Cadence, renunció al consejo de administración en agosto. Estuvo a cargo de supervisar su crucial estrategia de fabricación de chips.

Frank Yeary, quien era el presidente independiente del consejo de administración de Intel, se convertirá en presidente ejecutivo interino mientras se busca un nuevo jefe. “Si bien hemos logrado un progreso significativo en la recuperación de la competitividad de fabricación y en la creación de las capacidades para ser una fundición de clase mundial, sabemos que tenemos mucho más trabajo por hacer en la compañía y estamos comprometidos a restaurar la confianza de los inversionistas”, dijo.

Añadió: “Como consejo de administración, sabemos ante todo que debemos poner a nuestro grupo de productos en el centro de todo lo que hacemos”.

Después de ser nombrado director ejecutivo en 2021, Gelsinger presentó un plan de cinco años para convertir a Intel en una potencia de fabricación de chips para rivalizar con Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC). Sin embargo, su proyecto de comenzar a fabricar chips para otras empresas ha tenido dificultades para atraer clientes que pueden ayudar a compensar las enormes inversiones que se necesitan para reconstruir las capacidades de fabricación de vanguardia de Intel.

Bajo la dirección de Gelsinger, el grupo se comprometió a realizar inversiones multimillonarias en fábricas en Estados Unidos y Europa. La semana pasada, el gobierno estadunidense finalizó una subvención de 7 mil 900 millones de dólares para la empresa en virtud de la Ley de Chips de 2022, para ayudarla a construir nuevas plantas en Arizona, Nuevo México, Ohio y Oregón.

Pero un proyecto de fábrica de 30 mil millones de euros en Alemania se suspendió a principios de este año cuando la compañía impuso recortes de gran alcance para restablecer la confianza de los inversionistas.

Intel trata de ponerse al día con los procesos de producción más avanzados y separó su negocio de diseño de chips de su división de fabricación.

Sin embargo, esa estrategia se ve sometida a una presión cada vez mayor, ya que la empresa quedó sacudida por la salida de ejecutivos, miles de despidos y una caída del precio de las acciones.

El analista de Bernstein Stacy Rasgon expresó en una nota que la salida de Gelsinger puede allanar el camino para una mayor reestructuración y venta de activos bajo el mando de Zinsner, que en los últimos meses es el que ha liderado los esfuerzos de reducción de costos de Intel. La salida de Gelsinger también puede posicionar a la compañía para vender su negocio de fundición y enfocarse en el diseño de chips, indicaron los analistas de Citi.

En octubre, la compañía estadunidense anunció cargos por reestructuración y deterioro de activos por 18 mil 700 millones de dólares en su último esfuerzo por reconstruir su competitividad.

Los cargos incluyeron 2 mil 800 millones de dólares de gastos vinculados a un programa de reorganización y reducción de costos que se anunció previamente, diseñado para reducir el gasto en 10 mil millones de dólares al año. También incluyó cargos por deterioro del valor de equipos y amortizaciones de fondo de comercio por 15 mil 900 millones.

Como parte de los cambios anunciados, Johnston Holthaus asumirá un puesto recién creado como director ejecutivo de Intel Products, una unidad que abarca sus grupos de inteligencia artificial, centro de datos y computación del cliente.

Las acciones de Intel cerraron con una caída de 0.50 por ciento en el mercado de Nueva York.

Financial Times Limited. Declaimer 2021

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