La automotriz hindú Tata Motors perdió casi una sexta parte de su capitalización de mercado un día después de que su filial Jaguar Land Rover anunció el cierre de dos semanas en una de sus plantas a causa de la baja demanda.
Las acciones de Tata Motors —la unidad más grande por ingresos del mayor conglomerado de India— cayeron 15.7 por ciento la tarde del martes en Bombay.
Las ventas de JLR a escala mundial cayeron 12.3 por ciento en septiembre respecto al año anterior. El principal factor fue un descenso de 46 por ciento en China —que la empresa atribuye en parte a las “tensiones comerciales”— mientras que las ventas europeas cayeron 4.7 por ciento, lo que se suma a una racha de una demanda débil para sus fábricas en el Reino Unido.
El lunes, JLR anunció el cierre de su planta de Solihull en las Midlands (Tierras Medias), que emplea a 9 mil personas, durante dos semanas este mes.
La fuerte reacción de mercado ante el anuncio refleja la gran dependencia que tiene Tata Motors de JLR, después de una intensa pérdida de participación de mercado en su operación nacional.
Desde que la adquirió Tata Motors hace una década, Jaguar Land Rover ha sido el emblema del resurgimiento de la industria automotriz británica. La producción nacional total en 2016 fue la más alta desde que llegó el nuevo milenio. Pero el número de vehículos que salen de las líneas de producción en el Reino Unido cayó en 2017, la primera disminución en 8 años.
El mercado nacional de la industria automotriz británica se vio afectado por la débil confianza del consumidor en medio de la gran incertidumbre económica que hay en el país. En toda Europa, las ventas de vehículos con motor diésel resultaron afectadas por la imposición de regulaciones más estrictas a raíz del escándalo de emisiones de Volkswagen en 2015.
El cierre de dos semanas es solo el último movimiento de JLR para responder a la baja demanda. El mes pasado, implementó una semana laboral de tres días en su fábrica de Castle Bromwich hasta que llegue Navidad, mientras que a principios de este año despidió a mil empleados de las agencias.
Al estimar que la filial del Reino Unido representa casi dos tercios de las ganancias de Tata Motors antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, los analistas de Fitch advirtieron que JLR tiene que alejarse rápidamente de los motores diésel en respuesta a los impuestos más altos en Europa. “Un brexit desordenado puede alterar significativamente la cadena de suministro de JLR”, agregaron, respaldando las advertencias públicas de la compañía.
El alejarse de los motores diésel obliga a JLR a aumentar drásticamente su inversión de capital a 4 mil 500 millones de libras en el año fiscal actual. Esto afectó sus finanzas, y como resultado se tuvo un flujo de efectivo operativo negativo de mil 700 millones de libras en el segundo trimestre del año y una pérdida de 194 millones de libras antes de intereses e impuestos.
La acumulación de costos alarmaron a los analistas que le dan seguimiento a la compañía. “JLR se beneficiaría de la disciplina impuesta por los objetivos de costos que se declararon públicamente, y la habilitación de un ‘verdugo’ de alto nivel”, escribieron los analistas de Bernstein.
"Enfrena" Tata Motors en mercado bursátil
Los títulos de la firma india cayeron 15.7% tras el anuncio de su filial Jaguar Land Rover de que parará una planta por 15 días.
Bombay y Londres /
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