Entra la economía global en “desaceleración sincronizada”

Índice de Brookings Institution y Financial Times. El FMI recortará sus pronósticos de crecimiento a finales de esta semana y la OMC dijo que los amagos de pleitos comerciales debilitaron los estimados.

Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional. Kevin Lamarque/reuters
Chris Giles
Londres /

La economía global entró en una “desaceleración sincronizada” que tal vez resulte difícil de revertir en 2019, según la última actualización del índice de seguimiento que recopiló el grupo de expertos Brookings Institution y el Financial Times.

Los indicadores de confianza y los datos económicos en todas las economías avanzadas y emergentes se empezaron a deteriorar desde el otoño pasado, lo que sugiere que se desvanece el impulso en el crecimiento global y la necesidad de recurrir a nuevas formas de estímulos económicos.

El deterioro de la perspectiva provocó advertencias de Christine Lagarde, la directora general del FMI, quien dijo que el fondo va a recortar sus pronósticos de crecimiento a finales de esta semana, y que la Organización Mundial de Comercio (OMC) dijera que las amenazas continuas de pleitos comerciales debilitaron los pronósticos.

Las conclusiones se producen después de indicadores económicos generalmente decepcionantes en los últimos seis meses en los que se muestra una imagen similar en Estados Unidos, China y Europa.

El profesor Eswar Prasad de la Brookings Institution dijo que la desaceleración todavía no parece dirigirse hacia una recesión global, pero todas las partes de la economía mundial pierden impulso.

“La naturaleza de la desaceleración tiene presagios de mal agüero para estas economías en los próximos años, especialmente al tener en cuenta las restricciones actuales de las políticas macroeconómicas que pueden estimular el crecimiento”, dijo.

El Índice de Seguimiento Brookings-FT para la Recuperación de la Economía Mundial (Tiger, por su sigla en inglés) compara los indicadores de la actividad real, los mercados financieros y la confianza de los inversionistas con sus promedios históricos para la economía global y para los países individuales.

Las lecturas de las cifras retrocedieron significativamente a finales del año pasado y se encuentran en su menor nivel tanto para las economías avanzadas como para las emergentes desde 2016, el año del desempeño económico mundial más débil desde la crisis financiera.

El índice cayó en parte debido a que los datos duros que indican la economía real se debilitaron, con países como Italia que entran en recesión y Alemania que apenas evitan entrar en una y con la economía estadunidense que pierde fuerza a medida que disminuyen los efectos de los recortes fiscales de Donald Trump.

Aunque la confianza económica permanece fuerte en las economías avanzadas, cayó de su punto máximo y se desplomó muy por debajo de los niveles normales en las economías emergentes, provocado por los temores de que los años de rápido crecimiento de China llegaron a su fin.

Aunque la economía de China ha mostrado señales de mejora después de los esfuerzos del gobierno para estimular el gasto de capital, y la marcha atrás de los planes de la Reserva Federal de EU de nuevas alzas en las tasas de interés este año han tenido un efecto tranquilizador, la confianza económica recibió un golpe en los últimos seis meses.

Los indicadores de crecimiento en Europa han sido decepcionantes, dijo el profesor Prasad. A escala mundial, solamente India destaca como una excepción a la tendencia de desaceleración, impulsada por un estímulo monetario y fiscal antes de las elecciones nacionales que comienzan a finales de este mes.

Las demoras en el acercamiento comercial entre los Estados Unidos y China que se tenía previsto también generaron dudas sobre las perspectivas de un mayor impulso en la economía mundial en la segunda mitad del año.

“Las tensiones comerciales y la incertidumbre que generan probablemente dejen una cicatriz duradera en la economía mundial. Esta incertidumbre socava la confianza de las empresas y deprime la inversión privada, lo que tiene implicaciones para el crecimiento de la productividad en el largo plazo”, dijo el profesor Prasad. Agregó que cualquier debilidad se podría amplificar por la incapacidad de los responsables de las políticas para proporcionar un estímulo efectivo para impulsar las perspectivas a finales de este año.

“Es probable que los altos niveles de deuda pública limiten la capacidad de las principales economías avanzadas para contrarrestar una desaceleración por medio de un estímulo fiscal”, dijo. “La política monetaria convencional sigue siendo limitada en muchas economías avanzadas donde la política de las tasas es que son cercanas a cero o por debajo de cero, mientras que cualquier otra acción de política monetaria no convencional presenta riesgos significativos y resultados inciertos”.


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