Las empresas europeas retrasan sus planes de salir a las bolsas locales, ya que la preocupación de los inversionistas por las condiciones del mercado amenaza con acabar con la reactivación de las ofertas públicas iniciales.
El grupo francés de software Planisware detuvo ayer sus planes de salir a bolsa en lo que habría sido la mayor cotización en París en dos años, y su director ejecutivo culpó a unos inversionistas “extremadamente cautelosos”.
Se trata del último debut en el mercado bursátil en Europa que se suspende, después de que el contratista militar alemán Renk descartó sus planes de salir a bolsa la semana pasada. Otra empresa alemana, DKV Mobility, proveedora de servicios de pago de peajes, también aplazó hasta 2024 la oferta inicial que tenía prevista, de acuerdo con una persona cercana al asunto.
Los retrasos representan un nuevo golpe para el moribundo mercado europeo de nuevas ofertas, que se desplomó a su nivel más bajo desde la crisis financiera de 2008.
La avalancha de datos macroeconómicos débiles en Europa hace temer a muchos inversionistas que el continente esté destinado a un periodo de estanflación, una combinación tóxica de estancamiento del crecimiento y alta inflación. El euro se desplomó frente al dólar y la producción industrial en Alemania registró una fuerte caída.
“Terminamos por este año”, dijo un banquero europeo familiarizado con el mercado, y agregó que se anticipa que se van a retrasar las nuevas salidas a bolsa previstas para este año.
Planisware comercializó poco más de 15 millones de acciones ordinarias entre 16 y 18 euros cada una antes de salir a bolsa en París, en una operación que habría valorado la empresa entre mil 100 y mil 250 millones de euros.
Sin embargo, Pierre Demonsant, su director ejecutivo, dijo que “el entorno de mercado se deterioró recientemente, lo que llevó a los inversionistas a mostrarse extremadamente cautelosos”.
Las palabras de Demonsant coincidieron con las del fabricante alemán de cajas de cambios Renk, que la semana pasada congeló su propia salida a bolsa en Fráncfort. “En los últimos días, el entorno del mercado se nubló”, indicó la empresa.
DKV buscaba una valoración de más de 4 mil millones de euros para salir a bolsa este mes, pero también aplazó el momento debido a las condiciones del mercado, dijo la persona cercana a los planes.
Planisware, Renk y DKV están respaldadas por grupos de capital privado, Ardian, Triton y CVC, respectivamente. el último de los cuales planeó su salida a bolsa para finales de este año. Estos inversionistas se enfrentan a presiones para que abandonen su capital.
Sin embargo, según algunos, el fracaso de estas operaciones pone de manifiesto problemas más generales que afectan al mercado europeo de ofertas públicas iniciales, a pesar del éxito de la oferta que presentó el grupo alemán de viales médicos Schott Pharma a finales de septiembre pasado.
Craig Coben, antiguo responsable mundial de mercados de capitales de Bank of America, dijo que el “verdadero problema” es la profundidad de los mercados locales.
“Los inversionistas en ofertas públicas iniciales europeas no quieren quedarse atrapados en una acción si se agota la liquidez. No hay suficiente profundidad en los mercados europeos de capitales para sostener los debuts bursátiles de empresas valoradas entre mil y 2 mil millones de euros”, señaló Coben.
Al otro lado del Atlántico, el mercado de las ofertas públicas iniciales de tecnología se comporta un poco mejor.
El fabricante alemán de sandalias Birkenstock saldrá a bolsa en EU en lo que será el tercera mayor debut en ese país este año. Las acciones del diseñador de chips Arm, que optó por Nueva York en lugar de Londres, se dispararon una cuarta parte en su primer día de cotización a mediados de septiembre, aunque desde entonces cayeron cerca de 8 por ciento.