Aunque se anuncia como un pacto que se puede hacer cumplir por la vía legal, no incluye sanciones; el objetivo es respaldar el “respeto por los derechos humanos y los valores democráticos”
Las tres principales jurisdicciones occidentales que desarrollan tecnologías para la inteligencia artificial firmaron el primer tratado internacional sobre el uso de IA que es jurídicamente vinculante, ya que a las empresas les preocupa que una mezcolanza de regulaciones nacionales pueda obstaculizar la innovación.
Estados Unidos, Unión Europea y Reino Unido firmaron el convenio marco del Consejo de Europa sobre inteligencia artificial, que enfatiza los derechos humanos y los valores democráticos en su planteamiento de la regulación de los sistemas del sector público y privado. Otros países están pendientes de firmar el acuerdo.
El convenio fue elaborado durante dos años por más de 50 países, incluidos también Canadá, Israel, Japón y Australia. Exige que los signatarios sean responsables de cualquier resultado perjudicial y discriminatorio de los sistemas de inteligencia artificial. También exige que los resultados de ese tipo de sistemas respeten la igualdad y los derechos de privacidad, y que las víctimas de violaciones de derechos relacionados con la herramienta tecnológica tengan recursos legales.
“Con una innovación tan rápida como la inteligencia artificial, es muy importante que demos este primer paso a escala mundial”, dijo Peter Kyle, ministro de Ciencia, Innovación y Tecnología de Reino Unido. “Es el primer (acuerdo) con fuerza real a escala global y también está uniendo a un conjunto muy dispar de naciones”, añadió.
“El hecho de que esperemos que un grupo tan diverso de países firme este tratado demuestra que, en realidad, como comunidad global estamos a la altura de los desafíos que plantea la inteligencia artificial”, agregó.
Si bien el tratado se anuncia como un pacto “que se puede hacer cumplir legalmente”, los críticos señalan que no tiene sanciones como multas o sanciones. El cumplimiento se mide principalmente a través del monitoreo, que es una forma relativamente débil de cumplimiento.
Hanne Juncher, directora a cargo de las negociaciones para el consejo, dijo: “Esto es una confirmación de que (el convenio) va más allá de Europa y que estos firmantes estaban muy comprometidos en las negociaciones y satisfechos con el resultado”.
Un funcionario de alto nivel de la administración de Joe Biden dijo a Financial Times que Estados Unidos está “comprometido a garantizar que las tecnologías de inteligencia artificial respalden el respeto por los derechos humanos y los valores democráticos” y vio “el valor agregado clave del Consejo de Europa en este espacio”.
El tratado llega en un momento en que los gobiernos desarrollan una serie de nuevas regulaciones, compromisos y acuerdos para supervisar el software de inteligencia artificial en rápida evolución. Estos incluyen la Ley de IA de Europa, el acuerdo del G7 que se alcanzó en octubre pasado y la Declaración de Bletchley que firmaron 28 países, entre ellos EU y China, en noviembre pasado.
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Si bien el Congreso de EU no ha aprobado ningún marco amplio para la regulación de la inteligencia artificial, los legisladores de California, donde tienen su sede muchas startups de IA, lo hicieron la semana pasada. Ese proyecto de ley, que ha dividido la opinión en la industria, está esperando la firma del gobernador del estado.
El reglamento de la Unión Europea, que entró en vigor el mes pasado, es la primera ley regional importante, pero Peter Kyle, de Reino Unido, señala que sigue dividiendo opiniones entre las compañías que desarrollan software de inteligencia artificial.
“Compañías como Meta, por ejemplo, se niegan a lanzar su último producto Llama en la Unión Europea debido a eso. “Es realmente bueno tener una base que vaya más allá de los territorios individuales”, dijo.
Aunque la Ley de IA de la Unión Europea fue considerada como un intento de sentar un precedente para otros países, la firma del nuevo tratado representa un enfoque más cohesivo e internacional, en lugar de depender del denominado efecto Bruselas.
Věra Jourová, vicepresidenta de la Comisión Europea para valores y transparencia, dijo: “Estoy muy contenta de ver a tantos socios internacionales dispuestos a firmar el convenio sobre inteligencia artificial. El nuevo marco establece pasos importantes para el diseño, desarrollo y uso de aplicaciones de IA, lo que debe generar confianza y seguridad de que las innovaciones de esta tecnología respetan nuestros valores: proteger y promover los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho”.
“Este fue el principio básico de la Ley de IA europea y ahora sirve como modelo en todo el mundo”, agregó Jourová.
Con información de: James Politi en Washington