Las compañías estadunidenses de tecnología podrán seguir vendiéndole a Huawei bajo ciertas circunstancias durante otros tres meses, luego de que el secretario de Comercio de Estados Unidos amplió una prórroga temporal para grupos como Google.
Wilbur Ross dijo el lunes que la administración Trump ampliará una licencia temporal para que las compañías vendan al fabricante chino de equipos de telecomunicaciones si venden reparaciones o actualizaciones a los sistemas existentes.
La exención, que se aplicará por 90 días, solo se aplica si se considera que los productos en cuestión no representan una amenaza para la seguridad nacional.
Por ejemplo, la postergación le permitirá a Google actualizar su software Android en los smartphones Huawei. Se emitió a pesar de que se intensificó la retórica hostil del presidente estadunidense Donald Trump contra la compañía china.
Ross dijo en un comunicado: “A medida que seguimos instando a los consumidores a abandonar los productos de Huawei, reconocemos que se necesita más tiempo para evitar cualquier disrupción”.
Por otro lado, le dijo al canal de televisión Fox Business que la medida le va a permitir a las compañías de telecomunicaciones de zonas rurales de EU que usan Huawei “un poco más de tiempo para desengancharse”.
Huawei calificó de injusta la decisión de mantener la prohibición de exportación subyacente; también se quejó de que se agregó a otros 46 de sus afiliados a la lista de firmas que cubre la prohibición.
La compañía china dijo en un comunicado: “La extensión de la Licencia General Temporal no cambia el hecho de que se trató injustamente a Huawei. En cualquier caso, la decisión del día de hoy no tendrá un impacto sustancial en el negocio de Huawei”.
Trump tomó medidas contra la firma china a principios de año, anunciando que prepararía el camino para el veto de los productos de Huawei en EU y que inmediatamente le prohibiría la compra de productos hechos en Estados Unidos.
Funcionarios de seguridad estadunidenses argumentan que la compañía representa un riesgo para la seguridad nacional porque Beijing podría usar sus equipos de telecomunicaciones para el espionaje.
Desde entonces, algunas de las compañías de tecnología y telecomunicaciones más grandes de EU cabildean contra las medidas estrictas, argumentando que serán costosas sin perjudicar a Huawei, que puede adquirir muchos de sus suministros de otros lugares. En respuesta, la administración Trump emitió una exención temporal en mayo.
En los últimos meses, Trump vinculó el destino de la compañía al resultado de las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China. A principios de verano, parecía que ofrecía una rama de olivo a Beijing cuando dijo que se iba a aflojar la prohibición de exportación, pero este fin de semana volvió a intensificar su retórica contra la compañía.
El presidente dijo a los periodistas el domingo: “Huawei es una compañía con la que no podemos hacer negocios en lo absoluto”.
“Realmente buscamos no hacer negocios con Huawei...es muy difícil determinar de lo que entra, de lo que no entra, todavía es Huawei”.
Sin embargo, Larry Kudlow, el asesor económico del presidente, dijo durante el fin de semana que la extensión se otorga para ayudar a las empresas estadunidenses y no para complacer a Beijing.
Le dijo a NBC: “Creo que es una acción de buena fe, una vez más, ayudar a las empresas estadunidenses que necesitan un par de meses más para hacer ajustes si pueden obtener licencias. Y esto supone, por cierto, que no hay sensibilidad de seguridad nacional. Entonces eso no está cambiando”.
“Pero estamos dando un descanso a nuestras propias empresas durante tres meses”.
El conflicto comercial entre Estados Unidos y China provocó alborotos en los mercados financieros en las últimas semanas a medida que aumentan los temores sobre el costo potencial que podría tener en la economía global.
El Bundesbank de Alemania dijo el lunes que el país, al que se le considera como particularmente expuesto a las fluctuaciones comerciales debido a su gran sector exportador, es probable que caiga en una recesión en el tercer trimestre.
S&P Global, el grupo de calificación, dijo la semana pasada que “la imprevisibilidad en el frente comercial y el deterioro del contexto global” dejaron a sus analistas en “alerta máxima” sobre las perspectivas de la economía de Estados Unidos.
MRA