No hace mucho tiempo, “la mayoría de los gobiernos pensaban que una mayor integración económica fomentaría la prosperidad a largo plazo. Ahora es vista como una fuente de riesgo e inseguridad”. De esta forma, Capital Economics, con sede en Londres, introduce su fascinante análisis de “la forma de la fracturada economía mundial en 2024”. La economía y la política siempre han interactuado; sin embargo, en la actualidad, la política se ha vuelto más importante. Su concepto, entonces, es el de una economía global reconfigurada por relaciones tensas entre Estados Unidos y China.
Capital Economics argumenta que los países se pueden dividir en cinco grupos: Estados Unidos y sus aliados cercanos, los países que se inclinan hacia EU, los no alineados, los que se inclinan hacia China y China y sus aliados cercanos.
El primer grupo consiste en EU, Canadá, Europa (con excepción de Hungría), Japón, Australia y Nueva Zelanda. El segundo incluye a India, Colombia, México, Marruecos, Turquía y Corea del Sur. El de los no alineados incluye a Brasil, Indonesia y Nigeria. Los inclinados a China tienen a Argentina, gran parte de África, Irak, Kazajstán, y, según sugiere Capital Economics, Arabia Saudita. Por último, los aliados sólidos de Pekín incluyen a Rusia, Irán y Pakistán.
Una diferencia fundamental existe entre el primer grupo y todos los demás. Las democracias de altos ingresos comparten valores fundamentales (aunque el que esto se mantenga dependerá de los resultados de las elecciones presidenciales de 2024 en EU). Los otros conjuntos se definen mucho más por los que están en contra. Rusia e Irán son aliados de conveniencia para China y viceversa. Tienen un enemigo en común, pero todavía son muy diferentes entre sí; sin embargo, ese tipo de alianzas de conveniencia pueden dar forma a las relaciones tanto económicas como políticas. El enemigo de mi enemigo puede ser, durante un tiempo, un buen amigo.
A continuación presentamos algunos datos relevantes.
El bloque chino representa la mitad de la masa terrestre (no antártica) del mundo, en comparación con 35 por ciento del bloque de EU. También alberga a una proporción ligeramente mayor de habitantes del mundo (46 por ciento, frente a 43), pero todavía genera solo 27 por ciento del PIB mundial, casi todo en la misma China, en comparación con 67 por ciento en el bloque estadunidense. Esto se debe a que la mayoría de los países de altos ingresos del mundo se encuentran en el grupo de EU.
Las formas en que ese equilibrio puede cambiar son que el bloque estadunidense se desintegre, probablemente bajo la presidencia de Donald Trump, o que la economía china crezca más rápido de lo que ahora espera Capital Economics. El pesimismo de este último sobre las perspectivas de China puede ser excesivo, pero está lejos de ser absurdo. De hecho, China enfrentará fuertes obstáculos que impedirán un alto crecimiento durante el próximo cuarto de siglo.
No sorprende que el bloque chino sea más importante en industria que en PIB. Así, su participación en la producción industrial mundial fue de 38 por ciento en 2022, en comparación con 55 por ciento del bloque de EU. Que el grupo de China alcance la igualdad en la industria durante el próximo cuarto de siglo depende del desempeño de la industria de fabricación india respecto a la de China. En agricultura, el bloque chino genera 49 por ciento de la producción, en comparación con 38 por ciento del conjunto estadunidense, porque contiene muchos productores de materias primas.
En 2022, 144 países tuvieron más comercio de bienes con China que con EU. Estados Unidos era el mayor socio comercial de solo 60 países, pero la mitad del comercio mundial de bienes se realizó entre países clasificados como parte del bloque estadunidense. Esta perspectiva más amplia es útil. Se cree que Alemania, por ejemplo, es el aliado de EU con los vínculos comerciales más estrechos con China, pero solo 11 por ciento de su comercio de bienes fue con el bloque chino en el segundo trimestre de 2023, mientras que 86 por ciento fue con otros miembros del bloque estadunidense, principalmente sus socios europeos.
En actividades financieras y flujos de capital, el bloque de EU sigue siendo dominante. Si bien su lugar en la inversión extranjera directa se redujo en el último cuarto de siglo, todavía representaba 84 por ciento del volumen total de capital foráneo por país inversionista y 87 por ciento por receptor en 2022. Esto se debe a que las corporaciones dominantes del mundo y los destinos más atractivos permanecen dentro de él. Esta brecha no se cerrará bajo Xi Jinping.
Alrededor de 86 por ciento de la inversión de cartera global también se encuentra dentro del bloque estadunidense y solo 2 por ciento dentro del chino. La inversión extranjera entre los grupos de Washington y Pekín es tres veces la inyección dentro del bloque chino: Rusia e Irán pueden ser los aliados de conveniencia de China, pero solo los tontos pondrían gran parte de su capital en petroestados económicamente débiles. Los inversionistas chinos no son tan tontos.
Las reservas de divisas todavía predominan en activos con denominación en la moneda estadunidense y en la de sus aliados. En el segundo semestre de 2023, estas representaron 87 por ciento de las reservas de divisas, solo un poco menos que 89 por ciento de tres años atrás. Esto se debe a que estos países suministran activos financieros líquidos a largo plazo. Es posible que no sean tan seguros como antes, dado el uso de sanciones, pero no existen buenas alternativas. Es muy poco probable que China quiera suministrarlos, ya que eso requerirá la liberalización y apertura de sus mercados financieros, incluidos los de deuda pública china.
Muchos países desean que EU y sus aliados, las potencias dominantes de los últimos dos siglos, bajen más que uno o dos niveles, pero están más unidos y son más poderosos económicamente que el grupo de descontentos de China. El acontecimiento que puede cambiar este equilibrio es una decisión de EU de hacer trizas sus alianzas. Será uno de los actos autodestructivos más dramáticos de la historia mundial. Al bloque chino le tomará mucho más tiempo superar al bloque estadunidense en todos los aspectos relevantes del peso económico. Es posible que nunca lo haga.