Estas importaciones “eluden aranceles, socavan inversiones y dañan a los trabajadores estadunidenses”, advierte asesora de Biden, quien busca apuntalar el apoyo en antiguos centros industriales de cara a las elecciones presidenciales
Estados Unidos aplicará aranceles de seguridad nacional a algunas importaciones de acero y aluminio procedentes de México, en un intento por impedir que el metal chino ingrese a la nación a través de la frontera sur.
La Casa Blanca informó que se aplicarán aranceles de 25 por ciento a todo el acero que ingrese a Estados Unidos procedente de México y que no haya sido fundido y colado en América del Norte, mientras que el aluminio de México que contenga fundición primaria de China, Bielorrusia, Irán o Rusia enfrentará un gravamen de 10 por ciento.
La medida, que sigue a una serie de aumentos de aranceles sobre productos chinos, es un intento de la administración de Joe Biden de apuntalar el apoyo en antiguos centros industriales, donde está perdiendo terreno frente a su rival republicano Donald Trump de cara a las elecciones presidenciales del próximo noviembre.
“El acero y el aluminio chinos que ingresan al mercado estadunidense a través de México eluden aranceles, socavan nuestras inversiones y perjudican a los trabajadores estadunidenses en estados como Pensilvania y Ohio”, dijo Lael Brainard, asesora económica de Biden.
A principios de este año, el presidente estadunidense también tomó medidas para proteger a US Steel de la compra por parte de Nippon Steel, de propiedad japonesa, una medida que Biden calificó como ponerse del lado de los trabajadores siderúrgicos de Estados Unidos. US Steel tiene su sede en Pittsburgh, en el decisivo estado columpio (en disputa) de Pensilvania.Estados Unidos ya aplica aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio procedentes de China, después de que la administración Biden triplicó la tasa arancelaria estadunidense sobre esas importaciones en mayo; sin embargo, los nuevos gravámenes se centrarán en los envíos que ingresan a EU después de pasar por puertos mexicanos.
La Casa Blanca indicó que las medidas se estaban adoptando en conjunto con México, que pedirá a sus propios importadores que proporcionen más información sobre el país de procedencia de sus productos de acero.
La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, dijo que la medida es una “buena noticia” para los trabajadores del acero y el aluminio tanto de la Unión Americana como de México.
Funcionarios estadunidenses dijeron que la nación importa alrededor de 3.8 millones de toneladas de acero de México, de los cuales solo 13 por ciento se funde y vierte fuera de la región de América del Norte y ahora se ve afectado por los nuevos aranceles.
En el caso del aluminio, los aranceles se aplicarán solamente a
6 por cientode las
105 miltoneladas de aluminio importado de
México.
La asesora económica del presidente Joe Biden añadió que China está produciendo “más acero del que China o el mundo pueden absorber fácilmente” y advirtió que los subsidios están provocando “aumentos repentinos de las exportaciones” y “precios artificialmente bajos”.
En mayo, la administración de Joe Biden dio a conocer una serie de nuevos aranceles dirigidos hacia las importaciones procedentes de China en el sector de tecnologías limpias, que incluían que se cuadruplicara el impuesto sobre las importaciones de vehículos eléctricos a ciento por ciento, que la tasa sobre las celdas solares se multplicara por dos, para llegar a 50 por ciento, y que los gravámenes aplicados sobre los chips chinos se multiplicaran por dos a partir de 2025.
Mientras tanto, Scott Paul, presidente de la industrial Alliance for American Manufacturing, declaró a AFP que “no se debe permitir que China y otras naciones exploten el comercio con nuestros vecinos para evitar la aplicación de la legislación comercial estadunidense”.