Se espera que las instituciones financieras tengan que publicar estimaciones de las emisiones de carbono vinculadas a sus préstamos e inversiones, en virtud de un proyecto de normas internacionales destinadas a eliminar el greenwashing (el intento de las empresas de hacer parecer sus productos y actividades como ecológicas y en realidad no lo son).
El Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB, por su sigla en inglés) se creó durante la cumbre climática COP26 de noviembre pasado, a raíz de la preocupación por la falta de transparencia en torno a los impactos ambientales y sociales de las empresas, y los riesgos asociados para los inversionistas.
El mandato de la Junta es desarrollar estándares para la divulgación de información corporativa sobre cuestiones relacionadas con la sustentabilidad y ayudar a poner fin a las acusaciones de “compra de normas” por parte de las empresas que buscan hacer lucir bien su impacto ambiental y los riesgos que el cambio climático supone para sus negocios.
El ISSB publicó ayer un borrador de su propuesta de normas que ahora estará sujeto a consulta pública hasta finales de julio y publicar la versión definitiva a finales de este año. Las normas pretenden ser un punto de referencia que los reguladores de todo el mundo puedan utilizar para imponer a las empresas nuevas reglas de divulgación.
El requisito de que los bancos y los inversionistas institucionales revelen las emisiones vinculadas a sus activos financieros es un elemento importante de las normas propuestas, según declaró el presidente del ISSB, Emmanuel Faber, a Financial Times.
“Es un asunto importante, se reconoce en muchas consultas, y los banqueros centrales nos animaron a buscarlo”, dijo
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Las emisiones indirectas, o de “alcance 3” —que proceden de los proveedores y clientes de una compañía— representan la mayor parte de la huella de carbono del sector financiero. Aunque muchas empresas publican de forma voluntaria las estimaciones de sus emisiones de alcance 3, no existe una metodología aceptada para hacerlo.
“Creemos que llegó el momento de entablar esa conversación (sobre una metodología de información de alcance 3)”, dijo Faber.
A principios de este mes, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés). publicó una propuesta para obligar a las compañías públicas a revelar sus emisiones directas de carbono y que esto lo verifique un tercero, en un proceso similar al de las auditorías de los estados financieros de las empresas.
El plan de la SEC contenía normas menos estrictas respecto a las emisiones de alcance 3: solo se espera que las empresas más grandes informen sobre ellas y las divulgaciones no están sujetas a verificación externa.
La SEC y otros reguladores internacionales no han aclarado hasta qué punto integrarán las normas del ISSB en sus nuevas reglas de divulgación de la sustentabilidad empresarial. “Creo que es un poco pronto para decir (cómo van a utilizar los reguladores las normas)”, dijo Faber.
La adopción de las nuevas normas por parte de los reguladores nacionales puede tardar años, pero Faber dijo que el uso voluntario para las empresas e inversionistas mientras “es una posibilidad clara… que queremos buscar”.