La Fórmula 1 (F1) siempre se ha deleitado con ser un circo ambulante. Pero, cuando la serie mundial de carreras abandona la ciudad, sus propietarios quieren asegurarse de que el deporte permanezca en la mente de los usuarios.
F1 Arcade, una experiencia de simulador de carreras, que combina una salida de día o de noche con juegos, está implementando planes de expansión, particularmente en Estados Unidos (EU), a medida que el deporte intenta acercarse a los aficionados, llegar a nuevos grupos demográficos y mantenerse en contacto durante todo el año.
Adam Breeden, director ejecutivo y fundador, dice que F1 Arcade está dirigido a jóvenes que “quieren experiencias” y “no solo quieren comer y beber”. Breeden tiene una larga trayectoria en la “hospitalidad de experiencias”, ya que anteriormente cofundó Bounce, la cadena de bares de Ping Pong, y Flight Club, con temática de dardos.
La diferencia, esta vez, es que su última aventura lleva una de las marcas más famosas del deporte. “Nos permite ofrecer un cóctel de champán en lugar de solo una hamburguesa normal. Podríamos hacer esto fácilmente sin la marca F1…. pero probablemente subestimé el poder de la marca”, dice Breeden.
F1 Arcade es la última parte de la estrategia del propietario de los derechos comerciales de ese deporte para acercarse a su audiencia. El jefe de Liberty Media, Greg Maffei, dejó en claro que el grupo quiere fortalecer sus vínculos con los aficionados a la F1, otro paso en un plan que despegó con Netflix, una dramática serie documental a la que sele atribuye de forma generalizada el impulso de la popularidad del deporte.
Eso ayuda a explicar por qué Liberty está invirtiendo en F1 TV, un servicio de medios que llega directamente a los espectadores. Recientemente, Liberty decidió organizar el Gran Premio de Las Vegas por sí solos en lugar del modelo tradicional de subcontratar el evento a otro promotor.
“Yo diría que uno de los desafíos históricos para el negocio fue un espectáculo increíble pero, cuando el circo llegó a la ciudad, (la F1) no sabía quiénes asistían, no sabía por qué asistían, no sabíamos cuáles eran sus preferencias reales ni lo que querían”, dijo Maffei a principios de este año.
Liberty Media y F1 lideraron una recaudación de fondos de casi 39 millones de dólares en F1 Arcade el año pasado, que también obtuvo el apoyo del jefe de McLaren Racing, Zak Brown, y su piloto, Lando Norris.
Estos restaurantes, bares y salas de juegos temáticos son un ejemplo de cómo el propietario de la F1 puede otorgar licencias de la marca del deporte del motor para generar nuevas fuentes de ingresos.
La empresa está intentando aprovechar la popularidad sin precedentes del deporte en Estados Unidos, con cientos de miles de aficionados asistiendo a las carreras en Texas, Miami y Las Vegas. La compañía ya está organizando watch parties (eventos con aficionados para ver una carrera), proyectando Grandes Premios en vivo para los fanáticos estadunidenses.
La empresa también está desarrollando su “programa de lealtad y moneda virtual”, añade Breeden, “creando una experiencia sin problemas para los clientes y recopilando datos valiosos sobre sus preferencias”.
CHC