Peter Altmaier, el ministro de economía de Alemania, pidió la pronta finalización de la futura fábrica de Tesla cerca de Berlín, pocos días después de que un tribunal alemán emitió un amparo temporal para impedir el trabajo en el lugar.
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Altmaier dijo que espera que la planta de Tesla pueda construirse rápidamente, y que es de “gran importancia para una mayor protección climática” pues se trata de “uno de los proyectos industriales más importantes en el este de Alemania en mucho tiempo”.
El amparo que emitió la corte el sábado provocó la preocupación de que la burocracia alemana pueda obligar a Tesla a reconsiderar su inversión en Berlín, la cual se consideró como una gran victoria para Alemania cuando se anunció en noviembre pasado.
Altmaier comentó que la gigafactory le permitirá a Alemania mostrar que la “ecología y la economía no están en conflicto” y que el país podrá implementar proyectos importantes tan rápido como otros.
Tesla tenía planes para limpiar parte de un bosque en los terrenos de su futura planta, programada para abrir el próximo año, a finales de febrero. Ya se taló aproximadamente la mitad de los árboles en las 92 hectáreas.
Pero su calendario ahora se desorganizó después de que el Tribunal Administrativo Superior de Berlín-Brandeburgo, en respuesta a una denuncia de la Brandenburg Green League, un grupo medioambiental local, ordenó la interrupción temporal de los trabajos de limpieza.
Si el amparo se prolonga hasta la temporada de reproducción de la vida silvestre local, que comienza a principios del próximo mes, Tesla podría verse obligada a dejar de talar árboles en el sitio hasta el otoño, dicen expertos jurídicos.
A los políticos alemanes les preocupa el daño que la interrupción podría causar a la imagen del país como un lugar para hacer negocios. Berlín en particular ya está batallando por reforzar su reputación con los inversores debido a los retrasos en la finalización del nuevo aeropuerto internacional de la ciudad. Está programado para que entre en funcionamiento este octubre, casi una década más tarde de lo previsto.
El presidente del BDI, el principal grupo de cabildeo empresarial de Alemania, comentó que los procedimientos para obtener el permiso oficial se convirtieron en un obstáculo para la inversión. “Durante años hemos exigido un proceso de aprobación más rápido en Alemania”, declaró al diario Tagesspiegel.
Agregó que las objeciones y los llamamientos de las ONG estaban provocando demoras inaceptables. “Debe haber reglas claras y plazos para tales objeciones, con el fin de garantizar la planeación y la seguridad de la inversión en Alemania”, dijo. “Si no actuamos con decisión en contra de esto, el daño será real en Alemania como un lugar para invertir”.
Los activistas locales se opusieron al hecho de que las autoridades le otorgaron a Tesla el derecho de talar el bosque antes de recibir un permiso ambiental para la fábrica, que producirá hasta 500 mil autos eléctricos al año.
“Si Tesla y la región de Brandeburgo se salen con la suya de este trabajo de limpieza acelerado antes de que se realice una evaluación final del impacto ambiental, entonces la ley ambiental no tiene valor”, enfatizó Dirk Teßmer, abogado que trabaja para la Green League.
Sin embargo, altos políticos Verdes en Berlín también criticaron el amparo. Oliver Krischer, un destacado parlamentario Verde, aseguró que era “absurdo convertir una plantación comercial de madera de pino en un campo de batalla. Eso no tiene nada que ver con la conservación”.
Poco después de que Elon Musk anunció que construiría su próxima gigafactory en la pequeña ciudad de Grünheide, a poca distancia de Berlín, algunos lugareños comenzaron a expresar sus reservas sobre el proyecto.
En las turbulentas asambleas municipales, los residentes expresaron reservas sobre la planta que se está construyendo en una zona de conservación de agua limítrofe de una reserva natural, sobre los planes de tala de bosques y sobre el impacto del tráfico industrial de camiones pesados en la infraestructura local.
Musk intervino enfatizando que “no es un bosque natural, se plantó para usarlo como cartón” y trató de calmar los temores de los lugareños sobre el agua.
CLAVES
PROBLEMAS
Los ambientalistas argumentan que la construcción es en zona limítrofe de área natural, habrá tala de árboles e impacto de tráfico industrial de camiones.
RESPUESTA
Tesla debate respecto a los árboles, pues asegura que fueron plantados para hacerlos carbón y que por cada uno que se tale ellos plantarán tres.
GARANTÍA
La firma garantiza que el Giga Berlin / GF4 se diseñará totalmente teniendo en cuenta la sustentabilidad y el medio ambiente.