Expectativas. Los rendimientos de los bonos del Tesoro de EU caen y las acciones suben después de que funcionarios del banco central pronosticaron una reducción de 75 puntos básicos el próximo año
El índice de referencia de Wall Street alcanzó su nivel más alto en casi dos años después de que Jay Powell, el presidente de la Reserva Federal de EU, envió la señal más clara de que el banco central estadunidense comenzará a recortar las tasas en 2024 y los inversores celebraron las perspectivas de menores costos de endeudamiento.
La Fed mantuvo las tasas de interés en su nivel más alto en 22 años, pero la decisión llegó junto con nuevos pronósticos de funcionarios del banco central que apuntan a recortes por valor de 75 puntos básicos el próximo año, una perspectiva más moderada para las tasas que en proyecciones anteriores.
Los comentarios de Powell después de la decisión de la Fed también apuntaron a un cambio de tono por parte del banco. La tasa de referencia “probablemente está en o cerca de su pico para este ciclo de endurecimiento”, dijo.
La decisión del Comité Federal de Mercado Abierto de mantener las tasas entre 5.25 y 5.5 por ciento se produjo junto con la publicación de la denominada gráfica de puntos de la Fed, que mostró que la mayoría de los funcionarios esperan que las tasas terminen el próximo año entre 4.5 y 4.75 por ciento.
Los funcionarios esperan que las tasas caigan aún más en 2025, y la mayoría de los funcionarios pronostica que terminarán entre 3.5 y 3.75 por ciento.
Esas proyecciones de un ritmo más pronunciado de recortes de las tasas desataron un repunte de las acciones estadunidenses y una fuerte caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro, y el rendimiento de los bonos a dos años registró su mayor caída diaria desde la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) en marzo.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años, que se mueve con las expectativas de las tasas de interés, cayó 0.3 puntos porcentuales para llegar a 4.43 por ciento después del anuncio de la Fed. El rendimiento de referencia de la referencia, que son los bonos del Tesoro a 10 años, cayó 0.17 puntos porcentuales el miércoles y cayó aún más durante las operaciones de la mañana de Asia hasta ubicarse por debajo del 4 por ciento por primera vez desde agosto.
El índice de referencia S&P 500 ganó un 1.4 por ciento para cerrar en su nivel más alto desde enero de 2022.
Las acciones europeas y los bonos de gobiernos europeos se sumaron al repunte el jueves por la mañana. El Stoxx Europe 600 a nivel regional subió un 1.5 por ciento, impulsado por los valores inmobiliarios sensibles a las tasas. El CAC 40 de Francia sumó un 1.5 por ciento, mientras que el FTSE 100 de Londres ganó un 1.7 por ciento.
Los rendimientos de los bonos alemanes a 10 años -el índice de referencia de la eurozona- cayeron 0.12 puntos porcentuales, para llegar a 2.04 por ciento.
“En septiembre pasaron de más altas durante más tiempo a hablar de recortes de las tasas”, dijo Priya Misra, gerente de cartera de JPMorgan Asset Management. “Estaban por detrás de la curva de inflación, pero tal vez quieran estar por delante en términos de desaceleración”.
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En un comunicado, la Fed expuso las condiciones en las que consideraría “cualquier endurecimiento adicional de la política que pueda ser adecuado para regresar la inflación al 2 por ciento con el tiempo”, un lenguaje más suave que sugiere que el banco central tal vez no vea la necesidad de volver a subir las tasas.
Powell reiteró que el banco central estaba comprometido a proceder “con cautela” con sus futuras decisiones sobre tasas, al tener en cuenta las expectativas de que el crecimiento económico se va a enfriar y que se produjeron “progresos reales” en la lucha contra la inflación.
Recalcó ese punto, al decir que la Fed no quiere restringir la economía más tiempo de lo necesario.
“Estamos conscientes del riesgo de aguantar demasiado tiempo”, dijo Powell, refiriéndose a esperar demasiado para reducir las tasas. “Sabemos que es un riesgo y estamos muy concentrados en no cometer ese error”.
Más tarde añadió que la Fed no va a esperar hasta que la inflación regrese al 2 por ciento para comenzar a recortar las tasas porque “querría reducir las restricciones a la economía mucho antes” de ese momento “para no excederse”.
La última decisión se produce mientras la Fed intenta mantener una política monetaria lo suficientemente restrictiva como para reducir la inflación a su objetivo del 2 por ciento sin dañar la economía y causar demasiadas pérdidas de empleos.
Algunos operadores de los mercados de futuros esperaban que la Fed empezara a reducir los costos de endeudamiento ya en marzo, aunque los datos de inflación de esta semana y el sólido informe de empleo del viernes generaron una mayor apuesta a que los recortes comenzarán en mayo. Antes del anuncio de las tasas del miércoles, los operadores apostaban a que las tasas de interés podrían bajar más de un punto porcentual el próximo año.
Las proyecciones de los funcionarios de la Fed en materia de desempleo apenas cambiaron desde septiembre, y todavía esperan solo un ligero repunte de la tasa de desempleo hasta el 4.1 por ciento en 2024, desde el 3.7 por ciento actual.
Sin embargo, las estimaciones de la inflación subyacente, medida por el índice de gastos de consumo personal, se redujeron ligeramente, y los funcionarios esperan que alcance el 2.4 por ciento en 2024 y el 2.2 por ciento en 2025. En septiembre, las proyecciones promedio mostraban una inflación del 2.6 por ciento en 2024 y del 2.3 por ciento el año siguiente.
Para considerar una reducción de las tasas, la Fed debe tener la confianza de que la inflación registra una tendencia de regresar al 2 por ciento de forma sostenible. Si la desaceleración del crecimiento de los precios al consumidor va acompañada de un fuerte aumento del desempleo, la justificación de la reducción estaría clara.
La pregunta que surge es qué sucederá si la economía se mantiene mientras cae la inflación. Algunos funcionarios como John Williams, presidente de la Fed de Nueva York, y Christopher Waller, gobernador de la Reserva Federal, han sugerido que aún podría ser necesario relajar la política monetaria para que las tasas de interés, una vez ajustadas a la inflación, no resulten demasiado restrictivas para los hogares y las empresas.
Información adicional de Kate Duguid en Nueva York y Stephanie Stacey en Londres