Femsa, el operador de tiendas de conveniencia más grande de América Latina, utiliza su amplia red de puntos de venta como trampolín para una ambiciosa incursión en los servicios financieros en México —donde menos de la mitad de la población adulta tiene una cuenta bancaria— además de considerar su expansión en Estados Unidos.
Femsa, que opera más de 20 mil tiendas en México bajo la marca Oxxo, se ve alentada por el éxito inicial de su nueva tarjeta de débito, que ya atrajo a casi 4 millones de clientes desde su lanzamiento en 2021. El grupo, valorado en 29 mil millones de dólares, quiere “democratizar” los servicios financieros.
“De todos los países de América Latina, el que todavía está más orientado al efectivo es México”, dijo en entrevista con Financial Times el director corporativo de la firma, Francisco Camacho Beltrán. “Eso abre muchas posibilidades para nuestro negocio digital en el ámbito fintech”.
Pero se trata de todo un reto en México, que se ha quedado rezagado respecto a sus homólogos regionales a pesar de las numerosas iniciativas del sector público y privado para promover la inclusión financiera. Menos de la mitad de la población adulta tiene una cuenta bancaria, según el regulador.
El gran número de trabajadores informales del país y la falta de confianza en los bancos se citan como razones del lento ritmo de avance, pero el Centro para el Desarrollo Global, un grupo de reflexión estadunidense, todavía lo califica como un “rompecabezas”.
En Oxxo, uno de los mayores minoristas del país, 79 por ciento de las transacciones todavía se realizan en efectivo.
“La democratización de los servicios financieros es parte de nuestro objetivo”, dijo Camacho.
Los Oxxo son omnipresentes en muchos pueblos y ciudades de México, donde los clientes compran bebidas y bocadillos junto con el pago de sus facturas, tarjetas de crédito u otros servicios bancarios. La mayor parte de los que se dieron de alta en Spin, la tarjeta de débito digital del grupo, lo hicieron en las tiendas. Esta cifra se compara con las 31 millones de tarjetas de débito de BanCoppel.
Camacho dijo que podrán ofrecer préstamos o seguros en el futuro si consiguen más clientes.
Femsa comenzó a principios de este mes a vender su participación en Heineken como parte de una reforma estratégica más amplia. Las acciones ya subieron alrededor de 8 por ciento desde que se dio a conocer la noticia, después de haber registrado un rendimiento inferior al del índice en los dos últimos años, y los inversionistas acogieron bien el regreso a sus negocios principales de venta minorista y la embotelladora de Coca-Cola.
La venta en curso de acciones de Heineken ya proporcionó alrededor de 3 mil mdd en efectivo adicional, parte de los cuales se destinarán a amortizar deuda.
La participación de Femsa en Heineken le impedía vender alcohol de forma directa a los consumidores, según la legislación de EU. Ahora estudia la posibilidad de expandirse como tienda de conveniencia en Estados Unidos.
El directivo señaló que en México la red de tiendas Oxxo, combinada con los menores requisitos regulatorios de una licencia fintech que facilitó la apertura de cuentas, la colocaron en una posición única.
Hay más Oxxos en México que sucursales de todos los bancos comerciales juntos, según datos del banco central. “Creemos que hay un elemento importante en la forma en que queremos hacerlo, que es aprovechar la presencia física de las tiendas Oxxo”, dijo Camacho.
La compañía también quiere vender servicios financieros a pequeñas tiendas tradicionales, clientes clave de su filial Coca-Cola Femsa, la embotelladora de la refresquera más grande del mundo.
Puede ofrecerles terminales de pago a través de su filial NetPay, así como la aplicación Spin para aceptar pagos. Femsa también lleva a cabo pruebas piloto de una nueva plataforma para que los pequeños comercios administren las compras de los proveedores.
El sector bancario mexicano está cambiando con la venta en curso por parte de Citigroup de Banamex. La entrada de startups regionales como la brasileña Nubank, la argentina Ualá y la colombiana Rappi también aumentaron la competencia en algunos servicios.
El menor tamaño de las transacciones de los clientes de Spin tal vez no le interese a un banco tradicional, dijo Camacho. “Ese ecosistema de consumidores, el de necesidades es diferente y a una escala distinta por la magnitud de la transacción a la que buscaría un banco”, explicó. Agregó que solicitar una licencia para convertirse en un banco en pleno no forma parte del plan, pero lo van a estudiar si el tipo de crecimiento o servicios que quieren ofrecer lo requieren.
“Si tenemos que hacerlo nosotros o tenemos que hacerlo a través de un socio son cosas que siempre podemos explorar”, dijo.
En México, donde la compañía tiene el objetivo de abrir entre 800 y mil nuevas sucursales de Oxxo este año, Femsa lleva a cabo pruebas de nuevos formatos para segmentar todavía más el mercado, incluida una tienda sin cajero en la universidad del Tec de Monterrey.
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