Gobierno de Francia analiza incrementar impuestos a empresas y ricos

El nuevo ministro de Finanzas, Antoine Armand, señala que se estudian tasas selectivas para abordar “uno de los peores déficits de la historia”

El funcionario trabaja en el presupuesto de 2025. Thomas Samson/AFP
Leila Abboud
Francia /

El nuevo gobierno francés estudia opciones para aumentar los impuestos a los ricos y las corporaciones en un esfuerzo por reducir los crecientes déficits, sin socavar el historial del presidente Emmanuel Macron de reformas a favor de las empresas.

El ministro de Finanzas, Antoine Armand, un miembro poco conocido del partido centrista de Macron antes de ser nombrado en el gabinete del primer ministro Michel Barnier, dijo que se necesita una acción decisiva para hacer frente a “uno de los peores déficits de nuestra historia” fuera de crisis excepcionales como la pandemia. “Trabajaremos para estar a la altura de la gravedad de la situación”, dijo a la radio France Inter. “Se estudian gravámenes selectivos para los hogares más ricos y se están considerando para las empresas”.

Agregó que “tal vez las personas con activos muy importantes, que a veces no pagan muchos impuestos, puedan contribuir más”.

Armand y el nuevo ministro de Presupuesto, Laurent Saint-Martin, esbozan posibles aumentos de impuestos para presentar a Barnier en preparación para el presupuesto de 2025 que se presentará al parlamento el próximo mes. Esta será la primera prueba política importante de Barnier porque los partidos de la oposición amenazan con mociones de censura contra su incipiente gobierno si no están de acuerdo con las opciones de gasto e impuestos.

El aumento de los impuestos será una ruptura importante con la política económica de Macron desde que fue elegido por primera vez en 2017 de reducir los impuestos a las empresas y los hogares, algo que presenta como clave para impulsar el crecimiento y una mayor inversión.

Pero los sucesivos gobiernos de Macron no le prestaron tanta atención a controlar el gasto, apostando a que un crecimiento más fuerte impulsaría naturalmente los ingresos fiscales. Aunque la estrategia ha dado resultados en términos de reducción del desempleo y persuadir a las empresas para que inviertan, la falta de disciplina fiscal condujo a amplios déficits.

Bruselas colocó a Francia en lo que se conoce como un procedimiento de déficit excesivo y le exigió que presente un plan para reducir los déficits en los próximos años. Las agencias rebajaron la calificación del país, mientras que su costo de endeudamiento aumentó.

Se espera que el déficit alcance al menos 5.6 por ciento del PIB en 2024, por encima del objetivo de 5.1 por ciento para el año, y superando el nivel de 5.5 por ciento a partir de 2023.

Los costos de endeudamiento franceses convergieron con los de España por primera vez desde la crisis financiera de 2008, ya que los inversionistas estaban preocupados por la capacidad de Francia para cerrar su déficit presupuestario.

Armand manifestó su oposición a aumentar la carga impositiva sobre “los trabajadores y la clase media”. Sin embargo, hasta ahora su gobierno ha eludido las preguntas sobre lo que define como clase media o ricos, lo que deja poco claro a quiénes se va a dirigir los nuevos impuestos.

También destacó que cualquier aumento de impuestos no debe “frenar el crecimiento o la creación de empleo”, una señal de que el gobierno de Barnier al menos intentará ceñirse a las políticas económicas de Macron.

Los analistas de Goldman Sachs señalaron que la carga fiscal en Francia “ya es una de las más altas entre sus pares, lo que deja poco margen para nuevos aumentos”.

“Esperamos que la combinación de políticas se incline hacia la reducción del gasto, aunque el primer ministro Barnier se mostró abierto a depender de algunas medidas de recaudación de ingresos”, escribieron los analistas.

Los economistas sugieren varios posibles recortes que afectarían a las empresas, como la reducción de los generosos subsidios a los empleadores que contratan aprendices o los que se dan a las empresas que realizan investigación y desarrollo.

La cuestión sensible de si Francia debe restablecer un impuesto a la riqueza, que Macron abolió y que se reemplazó con uno a las propiedades inmobiliarias. También volvió a surgir en medio de los llamados de los partidos de izquierda para obligar a los ricos a contribuir más a las arcas públicas.

Barnier dijo durante el fin de semana que se podría pedir una “contribución excepcional” a “los más ricos” y “las grandes empresas multinacionales que pueden contribuir al esfuerzo de recuperación nacional”.

Los ejecutivos de empresas en Francia empiezan a sentir que el viento está cambiando hacia los aumentos de impuestos. Patrick Martin, jefe del grupo de cabildeo empresarial Medef, dijo el martes al periódico Le Parisien que está “dispuesto a discutir aumentos de impuestos a las empresas”. Sin embargo, también advirtió al gobierno que cualquier aumento no debería venir antes de un esfuerzo real para recortar el gasto público.

Financial Times Limited. Declaimer 2021

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