En un video de 45 minutos que Warren Buffett mostró a miles de accionistas de Berkshire Hathaway el fin de semana pasado, un inversionista relató su peor pesadilla: un titular en el que se leía “Buffett Kicks Bucket”.
La preocupación sobre cuánto tiempo estará el hombre de 92 años al mando de Berkshire acecha a sus inversionistas desde hace años. Pero en la reunión anual de este año en Omaha, tuvieron la mejor visión hasta ahora del hombre que Buffett considera la mejor opción para la sucesión: Greg Abel, de 60 años, vicepresidente de los negocios de la empresa, excepto de los seguros.
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En el mismo evento de 2022, Abel, tímido con los medios, pudo pasear por la sala de convenciones y pasar prácticamente desapercibido. Pero este año, el directivo —el heredero aparente para liderar el conglomerado de 710 mil millones de dólares (mdd), que incluye el ferrocarril BNSF, el operador de jets privados NetJets y la aseguradora Geico, así como otros grupos públicos y privados en los que Berkshire ha invertido a lo largo de los años— estaba rodeado de docenas de personas que esperaban una foto con él. Se tomó un momento con cada uno de ellos, agradeciéndoles su asistencia.
“Hace unos años me frustraba bastante que no lo subían al escenario ni lo ponían frente a la cámara”, dijo Darren Pollock, gestor de cartera de Cheviot, un inversionista de Berkshire. “La gente lo está conociendo mucho mejor... necesitamos ver quién es la próxima generación hoy que Warren tiene 92 años y Charlie (Munger, socio de Berkshire desde hace mucho tiempo) tiene 99 años”.
La forma en que se percibe a Greg Abel es fundamental, sobre todo porque la reputación de Berkshire —junto con la de Buffett— le ha brindado a las inversionistas potenciales un primer vistazo de los acuerdos, convenció a los objetivos de que estarían mejor administrados por Berkshire que con los postores rivales y, de acuerdo con algunos analistas, le permitió divulgar menos información financiera sobre sus divisiones o comprometerse menos voluntariamente con sus accionistas que las compañías típicas que cotizan en bolsa.
Abel se mostró más seguro que antes en sus respuestas a las preguntas de los accionistas, incluso si carecían del encanto rústico de Buffett. Lo interrogaron sobre el desempeño del Ferrocarril Burlington Northern & Santa Fe (BNSF), que sufrió un descarrilamiento en marzo, y habló con conocimiento sobre otro incidente después de que se descubrió que el ferrocarril invadió tierras tribales durante casi una década. Un inversionista dijo que le preocupaba que Berkshire no tuviera sistemas para hacer frente a lo que calificó de “comportamiento censurable” en BNSF.
Abel dijo que la crítica era válida, que se aprendieron lecciones y que la demanda indicó que BNSF tiene que cumplir sus compromisos. Hubo algunos incumplimientos fundamentales…. Hemos mantenido importantes conversaciones con la tribu Swinomish para resolver el problema, reconociendo que obviamente nos beneficiamos del transporte de esos trenes”, dijo.
La forma rápida y franca de admitirlo sigue un modelo que Buffett recuerda cada año a los accionistas de Berkshire: su famoso testimonio ante el Congreso en 1991 sobre un escándalo de operaciones de bonos en Salomon Brothers, que estuvo a punto de hundir al banco de inversión. “Si la empresa pierde dinero, seré comprensivo; si la empresa pierde una pizca de reputación, seré implacable”, dijo.
Él dice
“Si la empresa pierde dinero, seré comprensivo; si la empresa pierde una pizca de reputación, seré implacable”
Greg Abel también habló sobre los 70 mil mdd que Berkshire Hathaway Energy, el propietario de servicios públicos, tiene previsto invertir en la próxima década en proyectos de energías renovables, como la eólica y la solar. “A medida que desplegamos ese capital, obviamente obtenemos un retorno”, dijo Abel. “Pero será un largo camino”.
Darren Pollock, de Cheviot, dijo que Abel se presentó como un operador sensato. Ver a Greg Abel hablar sobre el retorno de capital de los proyectos fue en sí mismo digno de mención, añadió, dado que Warren Buffett ha dicho desde hace mucho tiempo que la oficina central de Berkshire Hathaway es responsable de la asignación de capital, no de las operaciones comerciales.
La experiencia de Abel al frente de la compañía y su enfoque práctico con las docenas de empresas de Berkshire también puede significar que será un administrador más activo que Buffett, tal vez buscando sinergias o alianzas entre las filiales, algo que Buffett nunca ha tratado de fomentar.
Como muestra del potencial, el año pasado Berkshire Hathaway Energy anunció que desarrollaría un centro de fabricación alimentado por energías renovables, y Precision Castparts, un grupo de componentes metálicos propiedad de Berkshire, acordó ser la primera empresa en ocupar el espacio.
“Existen unas oportunidades tremendas para que las empresas de Berkshire trabajen juntas”, dijo Chris Rossbach, director de inversiones del gestor de fondos J Stern & Co. “Warren Buffett habla de muchos beneficios (para) que las empresas formen parte del negocio a largo plazo de Berkshire, pero esta oportunidad de valor agregado no es algo de lo que haya hablado tanto”.
Los directivos de algunas empresas de Berkshire dijeron que Abel está adoptando un enfoque más práctico. En marzo, Greg Abel visitó al CEO de Brooks Running, Jim Weber, para ver el negocio de calzado, mientras que la empresa recién adquirida de juguetes Jazwares le informa mensualmente sus resultados a Abel y su equipo.
“Warren creció con todos los negocios”, dijo Abel a CNBC el mes pasado. “Tuve que aprender de los negocios y sus industrias, lo que significa que habrá un diálogo activo con los directivos. Y eso ayuda”.
Los inversionistas todavía ansían conocer mejor a Greg Abel o a los ejecutivos que le rodean, entre ellos Todd Combs y Ted Weschler, que ya administran una parte de la cartera de acciones de Berkshire Hathaway, valorada en 328 mil mdd, y que, según los pronósticos, tendrán mucha más supervisión cuando se vaya Buffett.
“Es casi imposible empezar como Warren Buffett: eso requiere de años y años y años de que la gente te conozca”, dijo Rhys Williams, estratega jefe de Spouting Rock Asset Management. “Nadie sustituye a Warren Buffett, pero serán administradores dignos de admiración”.
Buffett ha estado preparando el terreno para su eventual sucesor, proporcionando un proyecto de acción en más de 50 cartas a los accionistas a lo largo de las décadas y en sus respuestas en las reuniones de Berkshire.
“Ya se estableció el marco”, dijo Abel el sábado pasado, hablando en el escenario junto a Buffett, Munger y Ajit Jain, vicepresidente de operaciones de seguros de Berkshire. “Sabemos cómo usted y Charlie lo abordaron, y no veo que ese marco cambie”.
Buffett dijo a los accionistas que Abel demostró su valía como asignador de capital y que no tiene otra alternativa para dirigir la compañía. “No tengo una segunda opción”, dijo Buffett. “Si algo le ocurriera a Greg, les diría a los directores que tienen un problema”.
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