Hace dos semanas, la frase “Se cortó el pelo” empezó a hacerse tendencia en las redes sociales. Ahora puedo confirmar que es verdad que el exmiembro de One Direction y ahora estrella solista, Harry Styles, en efecto, se cortó el pelo. Sus rizos se fueron, los cortaron con un estilo alborotado hacia atrás para un papel en una película que está filmando en Los Ángeles. Pero la estrella no se reunió conmigo en una llamada por Zoom para hablar de cortes de cabello traumáticos. Estamos hablando de lo que se promociona como su primer proyecto en el mundo de los negocios.
Styles es la cara pública de una arena nueva que se construirá en Manchester, la cual será uno de los recintos cerrados más grandes en Reino Unido cuando abra en 2023. La está construyendo la compañía estadounidense Oak View Group, con un costo proyectado de 350 millones de libras. El aforo será de 23 mil 500 personas. Por la alianza con la empresa de Manchester, The Co-operative Group, se llamará Co-op Live.
“Siento como que completé el ciclo al hacer esto”, dice Styles, hablando desde lo que parecen ser los confines de acero inoxidable de su tráiler en Los Ángeles. Él creció cerca de Manchester, en un pueblo en el condado Cheshire. “Mi primer trabajo fue con el Co-op, repartiendo periódicos”, recuerda.
Manchester era a donde él iba a conciertos con amigos. También fue donde audicionó para el programa de talentos The X Factor en 2010 cuando tenía 16 años, cantando una versión de “Isn't She Lovely” de Stevie Wonder. Esto lo llevó a unirse a la banda One Direction. Styles y sus compañeros se convirtieron en un fenómeno global. Fueron la primera banda en la historia de las listas en Estados Unidos (EU) en tener sus cuatro primeros álbumes debutando como número uno, superando a The Beatles.
Con su nuevo cabello esquilado, una chamarra verde con costuras grandes, playera con palmeras azules y una cruz colgando de su cuello, Styles logra parecer un rompecorazones adolescente incluso en una llamada poco favorecedora por Zoom. Aún cuando otros miembros de bandas batallan para establecerse como solistas, Styles ha logrado un gran éxito.
Lanzó su carrera como solista en 2016 y ya tiene dos álbumes reconocidos. En 2017 hizo su debut como actor en la película de guerra de Christopher Nolan, Dunkerque (Dunkirk). Actualmente filma la película de terror de Olivia Wilde, Don’t Worry Darling.
Él dice...“No me metí en la música para ser un hombre de negocios, me metí en la música porque amo la música”
La diversificación del efímero mundo de pop adolescente continúa con su participación en la arena Co-op. Esto lo vincula con dos grandes nombres en la industria del entretenimiento de Estados Unidos. Tim Leiweke, exdirector ejecutivo de la promotora de conciertos AEG, e Irving Azoff, exCEO de Ticketmaster, quienes manejan Oak View Group, la compañía que está construyendo la arena.
Tiene una participación financiera como inversionista en el proyecto. “No me metí en la música para ser un hombre de negocios”, menciona. “Me metí en la música porque amo la música. Eso siempre va a ser lo primero para mí. Pero cuando una oportunidad como esta llega, para mí se siente como lo que puedo brindar como músico, y también como fan”.
La construcción de la arena empezó este mes. Styles tiene un papel vagamente definido como asesor en su diseño y decoración. “Obviamente no soy un experto en arquitectura como para construir una arena”, él dice. “Creo que el peso de mi participación recae en la idea de lo que quieres tras bambalinas como artista”.
Las arenas tienen la reputación de ser recintos sin alma, el tipo de escenario en el que una estrella olvidadiza puede decir mal el nombre de una ciudad.
Incluso a la tierna edad de 26 años, Styles es un veterano de estos espacios cavernosos, a los que se refiere como “cuartos”. “Definitivamente recuerdas estar en los que suenan mejor, en los que puedes crear una sensación de estar en casa. Como artista, es difícil encontrar eso si estás de gira por meses”.
La nueva arena de Manchester se está diseñando para maximizar las líneas de visión entre intérprete y audiencia. “Hay un punto en el que das conciertos y puedes ver lo blanco en los ojos del público y puedes tener esa conexión”, dice.
La primera vez que cantó en público fue en un concurso musical en la escuela y recuerda cómo se desbordaba de emoción: “Estás acostumbrado a sentarte en un salón de clases levantando la vista para ver a tus maestros y de repente todo el mundo está bajo tus pies y los maestros levantan la cabeza para mirarte”.
La pandemia del coronavirus supone una amenaza para la vida de los escenarios. “Es un momento muy complicado para hablar de música en vivo porque por el momento en realidad no existe”, dice Styles. Insiste en que el recinto Co-op Live se diseñó para realzar la infraestructura para presentaciones en vivo de Manchester, no para saturarla.
“De ninguna manera se tiene la intención de monopolizar la ciudad en términos de música”, señala el músico. Queremos que haya más música en Manchester, que vengan más artistas, utilizar este edificio como recordatorio de que se trata de una gran ciudad para la música, no queremos que se borren otros escenarios”.
La conclusión de la Co-op Live se tiene proyectada para el 2023 y entonces el Harry Styles inversionista podrá subirse al escenario. “Si es que quieren. Tendré que hablar con alguien y preguntar”. Mientras tanto, Styles iniciará gira mundial en febrero del año próximo... si la pandemia lo permite.
srgs