En el sector farmacéutico ya ayudó a la generación de medicamentos de punta.
La inteligencia artificial (IA) puede reducir a la mitad el tiempo que se requiere para desarrollar nuevos materiales para las baterías, algo que ayudará a acelerar la innovación para combatir el cambio climático, de acuerdo con los ejecutivos de la industria.
Mathias Miedreich, director ejecutivo de Umicore de Bélgica, que colabora con Microsoft, advirtió que la inteligencia artificial tendrá un “enorme impacto” en el descubrimiento y la comercialización de nuevos materiales para baterías.
En entrevista con Financial Times, dijo que “la ambición es que, cuando se tenga un determinado producto que se quiera desarrollar, recortar a la mitad el tiempo en que llega al mercado… en este momento hacemos los primeros proyectos concretos para ver si es factible”.
En los últimos dos años, Umicore abasteció los materiales para las baterías de automóviles que utilizan compañías como Volkswagen, BMW y Stellantis, cuyas marcas incluyen Chrysler, Fiat y Peugeot.
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Espera que la inteligencia artificial ayude a reducir la etapa de investigación en el desarrollo de nuevos materiales de baterías, de cinco o seis años a dos.
La asociación le permitió a la compañía presentar patentes basadas en inteligencia artificial, indicó Miedreich. La herramienta tecnológica se ve más prometedora para los avances de materiales en estado sólido y sales de roca desordenada, que mejorarán de forma drástica la distancia de recorrido de un coche eléctrico y abrirán nuevas aplicaciones para las baterías, agregó.
Los productores de baterías se muestran optimistas respecto a la posibilidad de que la inteligencia artificial revolucione el descubrimiento de nuevos materiales, emulando el cambio que se observó en la industria farmacéutica, donde la tecnología se utiliza para acelerar el desarrollo de nuevos medicamentos.
“Va a ser una aceleración considerable en diferentes fases del proceso”, dijo Siddharth Khullar, ex investigador de inteligencia artificial de Apple que ahora encabeza el aprendizaje automático en Northvolt, el fabricante sueco de baterías.
“Es como una receta con varios ingredientes y queremos averiguar si el ingrediente absoluto es el correcto o en la proporción adecuada. Se trata de un enorme espacio para explorar. Con la inteligencia artificial podemos empezar a ampliar la zona de confort en dónde buscas”, indicó Khullar.
A principios de este mes, Microsoft informó que su trabajo con Pacific Northwest National Laboratory en Estados Unidos demostró que su algoritmo era capaz de reducir 32 millones de materiales a 18 candidatos prometedores para su uso en baterías en solo 80 horas.
El laboratorio, con respaldo del gobierno, hace pruebas de uno de esos materiales, un híbrido de litio y sodio, que puede reducir hasta 70 por ciento el contenido de litio, un material que los grupos automotrices temen que llegue a escasear.
Venkat Srinivasan, director del Argonne Collaborative Center for Energy Storage Science, un laboratorio con financiamiento del gobierno de EU, se mostró “bastante optimista” respecto al impacto de la inteligencia artificial en los materiales de las baterías. Esto se debe a que los avances en IA se unieron a la automatización de experimentos con robots, lo que permite recopilar enormes volúmenes de datos experimentales.
Miedreich advirtió que tal vez no se disponga de suficiente potencia computacional para realizar todos los avances. E incluso si se identifican materiales adecuados, los investigadores deben probarlos en condiciones reales para descubrir si su desempeño es como se espera. La seguridad de las baterías fabricadas con nuevas sustancias también es fundamental, por lo que resulta difícil reducir el tiempo de las pruebas, señalaron los ejecutivos.
Sin embargo, un inversionistas afirmó que la ventaja que tiene Estados Unidos sobre China en el campo de la inteligencia artificial puede ofrecer a Occidente la oportunidad de alcanzar a sus rivales asiáticos, que dominan el sector mundial de las baterías.
“EU puede intentar utilizar la inteligencia artificial para optimizar los materiales de baterías a los que tiene acceso y de los que no necesita depender de China”, dijo James Frith, director de Volta Energy Technologies, un vehículo de inversión en la cadena de suministro de baterías.