La COP26 trajo consigo muchas promesas y compromisos de las compañías para hacer frente al cambio climático. Pero no es fácil distinguir las que son genuinas de las que son greenwashing (lavado de imagen en temas ambientales).
Incluso las mejores empresas en materia de sustentabilidad pueden tener problemas para cumplir sus promesas. Por ejemplo, Ikea, el minorista de muebles para ensamblar en casa que es uno de los mayores compradores de madera del mundo. Las organizaciones no gubernamentales la reconocen como una de las compañías más ilustradas en lo que respecta a los desafíos ambientales ya que tiene como objetivo ser “positiva para el medio ambiente” en cuanto a las emisiones para 2030. Y sin embargo, todavía tiene problemas en su cadena de suministro.
Earthsight, un grupo de campaña con sede en el Reino Unido, publicó dos veces en los últimos 18 meses investigaciones en las que alega preocupaciones sobre la madera de Rusia y Ucrania que entró en la cadena de suministros de Ikea. Earthsight afirma que la madera se taló en contra de los permisos y prácticas permitidas.
“Ellos son uno de los mejores en cuestión de la comprensión de dónde proviene su madera y rastrearla hasta el bosque... si Ikea está fallando, entonces probablemente todos estén fallando”, dijo Sam Lawson, director de Earthsight.
Ikea rechaza cualquier sugerencia de que con conocimiento aceptó madera ilegal. Pero John Abrahamsson Ring, posiblemente el hombre más poderoso del extenso imperio Ikea, acepta que la administración forestal responsable es “un tema muy complejo”.
Ikea, fundada en los bosques de Suecia, argumenta que la madera es un material sustentable y renovable que es mucho mejor que los plásticos o el metal. Eso, en parte, es un intento de contrarrestar el argumento de que Ikea alimenta el consumo desechable al producir muebles baratos.
Pero asegurarse de que la madera se tala de forma correcta no es una cuestión nada sencilla. Los proveedores de madera pueden tener permisos para determinadas áreas, pero luego talar ilegalmente en bosques vecinos. Otro problema es el uso indebido de la práctica conocida como tala sanitaria, en la que se cortan todos los árboles en un área para protegerlos de enfermedades o después de una desgracia, como daños causados por el viento.
Ikea cuenta con tres capas de protección en su cadena de suministro de madera, según Ulf Johansson, director de suministro de madera y silvicultura de Inter Ikea.
El Dato...40 especialistas
Internos en suministro de madera realizan cerca de 200 auditorías a Ikea cada año
Los proveedores tienen que presentar un plan anual de adquisición de madera; un equipo de 40 especialistas internos en suministro de madera realizan alrededor de 200 auditorías cada año; y el grupo también recurre a auditores de terceros. Ikea también utiliza la certificación del Forest Stewardship Council como una “salvaguarda adicional”.
Pero algo salió mal en Rusia. El grupo insiste que trabaja “activamente para garantizar” que no entre madera ilegal en su cadena de suministro, pero acepta que hubo “equivocaciones” relacionadas con los permisos de tala sanitaria. Así que no solo prohibió las compañías que están en el corazón de las denuncias de Eartshight, sino que también prohibió el uso de madera que proviene de la tala sanitaria de toda Siberia y el lejano oriente de Rusia.
Hay preguntas sobre por qué Ikea surte gran parte de su madera de países como Rusia, Bielorrusia y China en lugar de recurrir a países más caros y cercanos a su sede corporativa.
Johansson afirma que Ikea realiza más auditorías en Rusia ya que está clasificado como “un país de alto riesgo”. Pero argumenta que el grupo tiene muchos proveedores allí con los que ha trabajado durante muchos años y en los que “confiamos”. Ikea podría surtir con el tiempo toda su madera de Suecia y Finlandia, pero cree “firmemente que podemos hacer más bien al permanecer e impulsar nuestra agenda forestal”, agrega el directivo.
Además, hay que preguntarse hasta dónde llega la responsabilidad de Ikea. Tanto Johansson como Ring afirman que no se trata solo de la cadena de suministro de Ikea, sino de convertir la administración forestal responsable en la norma de la industria. Lawson cree que Ikea necesita ir más allá en el endurecimiento de las auditorías de proveedores y en la erradicación de las malas prácticas.
“A menudo le pregunto a las empresas: ¿Te quieres ver bien, o ser bueno? Verte bien es ocuparte de tus propias cadenas de suministro. Ser bueno es asumir la responsabilidad de toda la industria. Esa es la pregunta que se tiene que hacer Ikea”, dice el director de Earthsight. A medida que más compañías batallan con los detalles finos de los compromisos de la sustentabilidad, es poco probable que Ikea sea el único que enfrente este reto.
srgs