Instan BCE y Francia a mantener “la cabeza fría”

Bancos centrales. Instituciones vigilan impacto económico del virus; se declaran listas para actuar en caso de necesidad.

El impacto ha sido sobre la oferta, indica François Villeroy de Galhau. Shutterstock
Martin Arnold
Fráncfort /

Dos de los banqueros centrales más importantes de Europa dijeron que están monitoreando de cerca el impacto económico del coronavirus y están listos para actuar si es necesario, mientras que al mismo tiempo subrayan la necesidad de mantener la “cabeza fría” y minimizan las posibilidades de una acción inminente. 

Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), dijo ayer que el coronavirus “agregó una nueva capa de incertidumbre a las perspectivas de crecimiento mundial y de la zona del euro” que podría tener un impacto negativo “a lo largo de las cadenas tanto del lado de la demanda como de la oferta”.  

De Guindos dijo que el BCE se mantiene “vigilante y que va a monitorear de cerca todos los datos recibidos”, mientras al mismo tiempo subrayó su orientación estándar de que “está dispuesto a ajustar todos sus instrumentos, según corresponda, para garantizar que la inflación avance hacia su objetivo de manera sostenida”. 

François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia, dijo en una entrevista de radio el lunes que es un momento para mantener la “cabeza fría”, y agregó: “Estamos alerta, nos movilizamos, pero vamos a permanecer tranquilos y vamos a proporcionar las respuestas que deben darse”. 

Villeroy, quien es miembro del consejo de gobierno del BCE, dijo que la política monetaria fue más eficaz para apoyar la demanda y que hasta ahora el coronavirus golpeó principalmente al lado de la oferta de la economía. “En la actualidad, por el lado de la demanda, se limita a ciertos sectores, donde el efecto es muy significativo, pero todavía no es una desaceleración generalizada en el consumo”, dijo. 

El consejo de gobierno del BCE se va a reunir la próxima semana para decidir la política monetaria. Christine Lagarde, su presidenta, le dijo al FT la semana pasada que es demasiado pronto para determinar si el virus representa “una conmoción de larga duración” que impactaría la inflación. 

Sin embargo, los inversores están tomando en cuenta una apuesta de que el BCE va a reducir su tasa de depósito principal de menos 0.5 por ciento a menos 0.6 por ciento tan pronto como en abril. 


LAS MÁS VISTAS