Una marea ascendente en los mercados de renta variable levantó a casi todos los gestores de activos que cotizan en bolsa en 2021, pero se espera que la brecha entre ganadores y perdedores aumente en 2022, ya que los inversores favorecen a los grupos expuestos a áreas de rápido crecimiento, como los activos privados, según los analistas.
“Los mercados de valores generalmente boyantes y los ahorros de costos relacionados con la pandemia proporcionaron una muleta significativa a las ganancias de los gestores de activos desde la breve y brusca corrección del mercado en marzo de 2020”, dijo Tom Mills, analista de Jefferies. “Una caída futura y potencialmente más prolongada probablemente sería más perjudicial para los márgenes operativos, dado que muchos gestores están ahora invirtiendo para crecer”.
Los mercados privados se convirtieron este año en el área más atractiva de negociaciones para los gestores de activos convencionales, que tratan de aprovechar la popularidad de estas estrategias entre los inversionistas que buscan rentabilidad, a la vez que captan capital a más largo plazo que suele exigir comisiones mucho más altas que las estrategias de los mercados públicos.
Este mes, Schroders, que cotiza en la bolsa de Londres, compró una participación mayoritaria en la compañía de inversión en energías renovables Greencoat Capital por 358 millones de libras.
La operación se produjo después de dos grandes operaciones alternativas en Estados Unidos: T Rowe Price anunció en octubre la adquisición del administrador de créditos Oak Hill Advisors por 4 mil 200 millones de dólares (mdd), y al mes siguiente Franklin Templeton dijo que compraría la especialista en inversiones de capital privado Lexington Partners por mil 750 millones de dólares.
Ju-Hon Kwek, socio principal de Mc-Kinsey en Nueva York, dijo: “Es probable que haya una enorme variabilidad en el rendimiento de los gestores de activos individuales (en 2022)”.
Los grupos que ofrecen exposición a los mercados privados “probablemente verán un crecimiento y una rentabilidad muy saludables ante la sólida demanda de los clientes”. Los grupos de gestión tradicionales han tratado de proteger sus márgenes de utilidades, ya que las condiciones que llevaron a los mercados a alcanzar máximos históricos están a punto de revertirse.
El estímulo fiscal se está replegando después de casi dos años y los bancos centrales están frenando las compras de activos, justo cuando las casas de fondos lidian con los eternos desafíos de la compresión de las comisiones y el ascenso de gigantes pasivos como Black- Rock y Vanguard.
“El viejo negocio tradicional de selección de valores, en particular las empresas que tienen un historial de rendimiento mediocre, probablemente se mantendrá en una situación difícil”, dijo Kwek. “No solo se enfrenta a la presión del crecimiento y los costos por la continua marcha de los gestores pasivos, sino que está muy expuesta a la evolución del mercado de valores. Estos grupos están atrapados en el medio y aquí es donde se va a ver un poco de presión”.
Kwek agregó que otro grupo vulnerable en una desaceleración es el de los gestores que se expandieron de forma oportunista hacia áreas “de moda” como los activos múltiples, la paridad de riesgo o la inversión internacional en los últimos años. “Hay un puñado de empresas que incursionaron y repartieron sus inversiones de forma dispersa en plataformas de baja escala y no escalables; el resultado son los altos costos fijos y la complejidad operativa”, dijo el especialista de McKinsey.
Las estrategias que se enfocan en los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) siguen ganando popularidad entre los inversores. En agosto, Goldman Sachs Asset Management compró la división de inversión de la aseguradora holandesa NN Group por alrededor de mil 600 millones de euros, atraído por su fuerte posición en esta parte del mercado.
Pero Mills de Jefferies advirtió: “La exposición de los fondos ESG a los nombres de crecimiento es bastante elevada. Si la promesa de las alzas de las tasas de interés se cumple en 2022 y vemos un cambio hacia un mercado más orientado al valor, podría haber cuestiones de desempeño en torno a algunos de estos fondos ESG”.
Mientras tanto, los gestores han tratado de recortar los costos mediante la subcontratación. En noviembre, JPMorgan Asset Management externalizó su oficina de contacto directo a la división de servicios de valores del banco matriz.
“Los gestores de activos seguirán subcontratando actividades no esenciales porque es una forma de reducir costos y aumentar la capacidad de invertir en áreas de mayor diferenciación de capital, como China, los activos ESG y personalización a escala”, mencionó George Gatch, director ejecutivo de JPMorgan Asset Management.
srgs