Tras una investigación que llevó a cabo el regulador de competencia de Reino Unido, los proveedores de antidepresivos del NHS, King Pharmaceuticals y Alissa Healthcare Research, confesaron que compartieron ilegalmente información sobre precios y volúmenes entre sí y con la compañía Lexon, de Reino Unido, para mantener los altos precios del medicamento Nortriptyline, de acuerdo con la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA, por sus siglas en inglés).
El NHS prescribe Nortriptyline para tratar los síntomas de la depresión y el costo por el servicio de salud fue hasta de 38 millones de libras en 2015, cuando alcanzó su punto máximo el gasto en el medicamento.
Los abogados esperan que Alissa y King se enfrenten a una multa por su comportamiento una vez que la CMA concluya su investigación en curso. Lexon niega cualquier tipo de comportamiento anticompetitivo.
Se produce después de una postura cada vez más dura por parte del regulador de Reino Unido sobre las grandes farmacéuticas, y en particular en aquellos grupos que abastecen al NHS y aumentan los precios para los contribuyentes.
En agosto, el NHS recibió un pago sin precedentes de 8 millones de libras de la compañía sudafricana Aspen Pharmacare después de que admitió prácticas anticompetitivas tras una investigación de la CMA.
Cuatro de las nuevas investigaciones de cumplimiento de la competencia de la CMA que se iniciaron en el año fiscal 2017/18 se referían a supuestas prácticas anticompetitivas en el sector farmacéutico.
A finales del año pasado, la mitad de los casos de competencia del regulador involucraban a compañías farmacéuticas que abastecían de medicamentos esenciales al NHS con precios altos.