Jaguar Land Rover invertirá 15 mil millones de libras a lo largo de cinco años en el desarrollo de una serie de vehículos eléctricos con los que intentará revitalizar su debilitada marca Jaguar y alcanzar a sus rivales de mayor tamaño, BMW y Mercedes Benz, en modelos de baterías.
El grupo automotriz británico, propiedad de Tata Motors, duplicará sus inversiones actuales y lanzará siete nuevos vehículos eléctricos, empezando por un Range Rover totalmente eléctrico a finales del próximo año.
En 2025 planea tener otros dos modelos de baterías, uno de los cuales será un sedán Jaguar eléctrico de cuatro puertas de 100 mil libras, con 430 millas (693 kilómetros) de autonomía eléctrica, como parte de los ambiciosos planes para relanzar la debilitada marca como una de lujo de gama alta.
El director ejecutivo de JLR, Adrian Mardell, quien sustituyó al antiguo jefe de Renault, Thierry Bolloré, en noviembre del año pasado, también dijo que la decisión de construir una fábrica de baterías en Reino Unido o España es “inminente”.
Mardell dijo a Financial Times que la decisión, que deberá tomar la matriz Tata, no afectará al tema de si JLR va a construir sus futuros modelos eléctricos en Reino Unido o en su fábrica europea de Eslovaquia.
Tata lleva más de un año en conversaciones con el gobierno británico y solicitó 500 millones de libras de ayuda financiera para ubicar la planta en Reino Unido, según informó anteriormente Financial Times. También está estudiando un sitio rival en España. Ambas plantas utilizarán la tecnología de baterías de Envision, el grupo chino que también es proveedor de Nissan.
El presidente de Tata, Natarajan Chandrasekaran, realizó varios viajes a Reino Unido en los últimos meses, de acuerdo con dos personas.
La planta de baterías no entrará en funcionamiento hasta dentro de cuatro años, como mínimo, y JLR llegó a acuerdos provisionales con uno de los principales proveedores para llenar el hueco, según Mardell. Se espera que parte de las baterías provisionales procedan de Reino Unido, posiblemente de la planta de Envision en Sunderland.
JLR fue uno de los primeros entre sus rivales en lanzar un modelo totalmente eléctrico con el Jaguar I-Pace en 2017, pero desde entonces centró la atención en modelos híbridos, mientras que rivales como BMW y Mercedes-Benz lanzaron una gran selección de ofertas de baterías.
La compañía puso en marcha una estrategia hace dos años con el objetivo de convertirse en una compañía cero emisiones para 2039, pero desde entonces no ha hecho muchos anuncios. En noviembre, Bolloré dejó de ser director ejecutivo después de menos de dos años en el puesto. Mardell, que era responsable financiero, tomó el relevo.
“Es posible que piensen que hemos estado tranquilos en los dos últimos años”, dijo Mardell. “Nos hemos enfrentado a los mismos vientos en contra y retos que todas las empresas, pero tampoco son señales de que no hayamos progresado a buen ritmo”, dijo Mardell.
La compañía resultó afectada por la escasez de semiconductores en los dos últimos años, algo que provocó largos tiempos de espera para sus modelos.
En los últimos años, la compañía pagó multas o compró créditos de carbono a otras empresas para cumplir los objetivos de emisiones de CO2.