Los planes de Jeff Bezos para The Washington Post se topan con problemas

Tres años después de que Jeff Bezos compró The Washington Post –también conocido como el Post– por 250 millones de dólares (mdd), el multimillonario de Amazon realizó otra adquisición en Washington, que posiblemente fue igual de significativa para el grupo social de Georgetown: una mansión en la exclusiva colonia de Kalorama Heights de la capital por 23 mdd.

Su compra en 2016 de un antiguo museo textil, que se convertiría en la residencia privada más grande de la ciudad, se celebró a nivel local como una señal de que el titán de la tecnología y su entonces esposa MacKenzie estaban cambiando sus vidas de Seattle --donde la pareja tenía una relación de amor/odio con los grandes de la ciudad-- al “otro Washington”.

Bezos hizo poco para desalentar las especulaciones. Justo cuando se propuso hacer una renovación de la casa con un valor de 12 mdd en 2018, Amazon anunció que estaba construyendo una segunda sede en Crystal City, un suburbio de Washington. Luego se supo que quería adquirir el legendario equipo de la Liga Nacional de Futbol Americano de la ciudad, que pronto cambiaría su nombre de Redskins a Commanders.

La capital acogió con agrado su nueva llegada. “Lo que va a hacer es revivir el legado de Kay Graham y su gran vida social”, predijo ese año Jean Case, amiga de Bezos y esposa del cofundador de AOL, Steve Case, en referencia al fallecido y legendario propietario del Post y anfitriona de Georgetown.

Cuando Bezos organizó su primera gran fiesta en la propiedad de Kalorama en enero de 2020, entre los invitados se encontraban Mitt Romney e Ivanka Trump y el Post, donde las suscripciones digitales y la dotación de personal estaban aumentando, parecía una rara historia de crecimiento de la industria de las noticias. Poco después, su propietario comenzó a construir su organización filantrópica Bezos Earth Fund, valorada en 10 mil mdd, también en Washington.

Pero en los últimos 18 meses, varias de las grandes apuestas de Bezos en Washington se descarrilaron, las bloquearon o fueron superadas por los acontecimientos, que culminaron en la agitación en el Post, donde el director ejecutivo elegido personalmente por el multimillonario, Will Lewis, se enfrenta a una revuelta en la redacción provocada por su intentos radicales de frenar las pérdidas de la organización de noticias, que el año pasado alcanzaron los 77 mdd.

Robert Winnett, el antiguo colega británico que Lewis eligió como editor, se retiró del puesto la semana pasada, después de que aparecieron artículos en medios rivales y en el propio Post en los que se cuestionaba la ética de ambos hombres en puestos anteriores.

Las prioridades de Bezos

La serie de reveses plantean una pregunta en la capital del país: ¿Bezos sigue tan enamorado de Washington --y del Post-- como lo estaba cuando adquirió el periódico en dificultades hace una década?

Las personas que han hablado con Bezos insisten en que todavía está comprometido con el Post a largo plazo, un sentimiento que reiteró en un memorando a los editores a principios de junio en el que señaló que “va a liderar esta gran institución hacia el futuro”.

“En mi experiencia, Jeff es un tipo duro y no creo que le importe mucho lo que piense la gente”, dijo una persona que trabajó estrechamente con él en el pasado. “¿Tolerará perder 100 mdd cada año? Absolutamente no. ¿Está dispuesto a darle a Will la oportunidad de implementar su estrategia? Estoy seguro de que lo hará, excepto si hay nuevas revelaciones negativas”.

Aún así, una revisión de las actividades recientes de Bezos cuenta una historia ligeramente diferente sobre las prioridades del multimillonario de la tecnología y su nueva pareja, la personalidad de televisión Lauren Sánchez, una en la que otros centros compiten con Washington por sus actividades comerciales y sociales.

Los registros de vuelo proporcionados por JetSpy de los tres aviones privados relacionados con Bezos no capturan todos los viajes recientes de la pareja a Washington, donde organizaron una gala de premios en marzo y asistieron a una cena de estado en la Casa Blanca en abril. Pero sugieren que la ciudad se ubica por debajo de Seattle, California, Florida y Texas en su lista de destinos desde principios de 2021.

Cuando el Post celebraba sus tres premios Pulitzer en mayo, la pareja asistía a la brillante Met Gala en Manhattan. Bezos llegó allí después de una fiesta similar del Gran Premio de Miami de la Fórmula 1, repleta de celebridades.Y, mientras la crisis de liderazgo del mes pasado convulsionaba al Post, fueron fotografiados de vacaciones en Mykonos, en Grecia.

Días después de que Lewis sorprendiera a los periodistas del Post al anunciar la renuncia de la editora Sally Buzbee, Bezos pagó 87 mdd por una tercera propiedad frente al mar en Miami, una mansión de casi 3050 metros cuadrados (m2) con siete habitaciones, una piscina y un muelle para botes.

Su traslado al sur de Florida se produjo tras el anuncio de Amazon el año pasado de que detendría la construcción de la “fase 2” de su sede en Crystal City, que representa una parte importante del complejo planeado, que incluye tres edificios de oficinas y una torre de cristal de 107 metros.

Holly Sullivan, vicepresidenta de desarrollo económico a nivel mundial de Amazon, insistió en que “nuestro compromiso a largo plazo permanece sin cambios”, pero reconoció que no hay ninguna actualización sobre cuándo se va a reanudar la construcción.

Amazon había prometido crear 25 mil puestos de trabajo en el lugar, que se encuentra junto al Aeropuerto Nacional Reagan de Washington y justo al otro lado del río Potomac, frente a los monumentos y museos de la capital.

Pero datos recientes de la autoridad de desarrollo del estado de Virginia muestran que el número de empleados de Amazon en la región en realidad se redujo de 8 mil 430 en 2013 a 7 mil 791 este año. El Post fue el primero en informar de la caída. Amazon, que al igual que otros grandes grupos de tecnología tuvo que lidiar con la cantidad de espacio de oficina que aún necesita después de la pandemia, dijo al Financial Times que aproximadamente 8 mil empleados fueron asignados al sitio HQ2 y que están abiertos más de mil puestos de trabajo.

​Una adquisición interceptada

Sin embargo, de todas las iniciativas frustradas de Bezos en Washington, la que posiblemente duele más, es su fallida búsqueda de los Commanders. Bezos, aficionado de toda la vida de la NFL, en repetidas ocasiones manifestó su deseo de ingresar al selecto club de propietarios de equipos de futbol americano.

Bezos llegó incluso a formar un grupo de propietarios con el magnate de la música Jay-Z para adquirir a los Commanders, pero el multimillonario Josh Harris, cofundador de la firma de capital privado Apollo, superó su oferta.

En ese momento, algunos medios estadunidenses informaron que el entonces propietario del equipo, Dan Snyder, bloqueó la oferta de Bezos debido a que era propietario del Post, que casi por sí solo obligó a Snyder a vender, después de que revelara que el equipo supuestamente toleraba acoso sexual generalizado y maltrato a los empleados. 

Sin embargo, personas con información sobre el proceso insisten en que Harris, que adquirió el equipo por 6 mil mdd, simplemente superó la oferta de Bezos. “No creo que Snyder no les hubiera vendido si Jeff hubiera presentado una oferta de 7 mil mdd”, dijo una persona involucrada en el proceso.

Hay pocas señales de que Bezos esté enojado con el Post, el pilar original de su imperio en Washington, o con Lewis, el líder que eligió para transformarlo.

Cuando el grupo buscó un nuevo director ejecutivo y editor el año pasado, Bezos se apoyó en gran medida en su vieja amiga y miembro del Consejo de Administración de Amazon, Patty Stonesifer, que se desempeñó como directora interina del Post, para seleccionar a los candidatos.

The Washington Post contrató a la firma de asesoría Sucherman para ayudar con el proceso e hizo una “verificación exhaustiva de los antecedentes” de Lewis y su pasado, de acuerdo con personas con información sobre el asunto. Pero se informa que el propio Bezos tomó la decisión final de contratar a Lewis durante una comida con el ejecutivo de medios británico.

Personas familiarizadas con el asunto dicen que Bezos y Lewis han tenido, al menos hasta ahora, una buena relación y que Bezos ha respaldado el plan de cambio de rumbo de Lewis para el Post, que ha perdido casi la mitad de su audiencia desde el año 2020.

Bezos se había movido “al mismo ritmo” con los movimientos realizados por Lewis hasta el momento, según una persona familiarizada con su relación, quien dijo que el fundador de Amazon aprobó las decisiones de su nuevo director ejecutivo antes de que fueran anunciadas. Esto incluía el plan para una estructura de “tres salas de redacción”, agregaron, lo que llevó a la salida de Buzbee.

Pero Bezos se ha mostrado impasible a la hora de separarse de los ejecutivos con los que habría enfriado su relación en el pasado. En 2014, cuando decidió despedir a Katharine Weymouth como editora del Post, actuó rápidamente. Menos de un año después de comprar el periódico, destituyó a la heredera de la familia Graham, que había controlado el periódico durante ocho décadas en una sola reunión que duró menos de cinco minutos.

“Me sorprendió el despido abrupto y gélido”, escribió Martin Baron, editor ejecutivo en ese momento, en un libro reciente. Weymouth dijo más tarde: “Esperaba al menos terminar este año”.

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