Si la primera cumbre mundial sobre inteligencia artificial (IA) hace 15 meses, organizada por el entonces primer ministro británico Rishi Sunak, se centró más en la cooperación para abordar los riesgos de herramienta, la más reciente, que se celebró esta semana en París, destacó un cambio en la dinámica: hacia la competencia geopolítica y la búsqueda de ventajas tecnológicas y económicas.
En su primer viaje al extranjero como vicepresidente, J. D. Vance señaló que EU está quitando los frenos y pisando a fondo el acelerador para desarrollar la tecnología. Estados Unidos y Reino Unido no firmaron una declaración que decía que la IA debía ser “inclusiva, transparente, ética y segura”. Ya comenzó una carrera armamentista de la IA, en la que Washington y Pekín compiten por el dominio y Bruselas forja su papel.
El gobierno de Trump, dijo Vance, tiene la intención de consolidar el liderazgo de EU y garantizar que los “sistemas de IA más potentes se construyan en el país, con chips diseñados y fabricados en Estados Unidos”. En una burla al enfoque de Europa de legislar primero, dijo que los regímenes regulatorios tienen que “fomentar la creación de tecnología de IA en lugar de estrangularla”; EU no tolerará que los gobiernos extranjeros “aprieten las tuercas a las firmas estadunidenses”. Sin nombrar a China, Vance también advirtió contra la firma de acuerdos de IA con un “amo autoritario”.
El vicepresidente habló días después de que el director del Instituto de Seguridad de IA de EU dejara el cargo, lo que generó incertidumbre sobre su futuro. Trump también revocó la orden ejecutiva de 2023 del ex presidente Joe Biden en la que se exigía a las principales compañías de IA a compartir información con el gobierno estadunidense. La nueva postura, señala un académico, es un “giro de 180 grados” respecto a la de Biden.
Ese cambio estratégico coincide con una inclinación del equilibrio de poder de la IA. La confianza de EU en su liderazgo quedó sacudida por DeepSeek, un modelo chino de inteligencia artificial desarrollado de forma más barata y con menos poder de cómputo que sus rivales estadunidenses. Por ahora, China intenta jugar en ambos lados. Interactúa con la Unión Europea en la agenda regulatoria global, pero también realiza una fuerte inversión para superar las restricciones a su acceso a microchips avanzados y desafiar la hegemonía estadunidense en IA.
Europa sigue esforzándose por afirmarse como un jugador en la carrera global de la inteligencia artificial y una alternativa a EU y China. Algunos ejecutivos europeos promocionan DeepSeek como prueba de que los modelos más baratos y de código abierto pueden brindar una oportunidad para el continente. El presidente francés, Emmanuel Macron, que organizó la conferencia, habló a favor de plataformas de IA abiertas y compartidas, criticó los modelos estadunidenses cerrados y anunció grandes inversiones en infraestructura de IA. Pero, si bien las reglas de la Unión Europea tal vez no sean tan asfixiantes como afirma el vicepresidente estadunidense, Europa tiene otros obstáculos, incluida una escasez de capital de blitzscaling (estrategia de crecimiento rápido) para el desarrollo rápido de startups.
Gran Bretaña niega que su propio y desconcertante fracaso -como organizador de la primera cumbre de IA- para firmar el comunicado final, cuando lo hicieron 57 países, incluidos China e India, más la Unión Europea, refleje una decisión de ponerse del lado de la Casa Blanca de Trump. El gobierno insiste en que esto se debe a que la declaración no brindó suficiente “claridad práctica” sobre la gobernanza global de la inteligencia artificial ni abordó “cuestiones más difíciles” sobre seguridad nacional.
Sin importar cuál sea la verdad, los argumentos a favor de la gobernanza colaborativa de la nueva tecnología ―en especial el objetivo de una inteligencia de nivel humano― son contundentes, dados sus enormes beneficios y riesgos potenciales. Nadie querría ver su desarrollo estrangulado por una regulación excesiva, o que China se vuelva dominante. Pero la aparente disposición de EU a desmantelar las barreras representa una apuesta audaz, temeraria y que puede dominar esta tecnología revolucionaria primero, sin que nada salga mal en el camino.