La victoria electoral de Donald Trump hizo estremecer a Europa y Asia mientras los responsables políticos y los ejecutivos digieren las implicaciones de un giro hacia el proteccionismo liderado por Estados Unidos.
Los países europeos con orientación a la exportación —encabezados por la economía más grande de la región, Alemania— están muy expuestos a las afirmaciones del presidente electo de EU de que endurecerá las restricciones comerciales y relajará los lazos de seguridad con los países aliados.
Moritz Schularick, presidente del Instituto de Economía Mundial de Kiel, describió un segundo mandato de Trump como “el momento económico más difícil” en la historia de posguerra de Alemania.
Berlín “no estaba preparado” para lidiar con los retos tanto en materia de comercio exterior como de política de seguridad que pronto enfrentará, dijo, y agregó que ahora necesitará “invertir masivamente” en defensa.
Sin embargo, las repercusiones para la economía global no son inmediatas ni directas.
Muchos analistas esperan que la promesa del próximo presidente de hacer permanentes sus recortes de impuestos de 2017 a empresas y ricos al principio impulse el crecimiento. “El estímulo fiscal puede dominar y ser un pequeño factor positivo” en el corto plazo, dijo Innes McFee de Oxford Economics.
Los mercados de EU subieron a un máximo intradía después de la victoria de Trump, ya que los inversionistas se enfocaron en la perspectiva de impuestos corporativos más bajos y desregulación.
Si Trump lleva adelante sus planes de aranceles más altos —20 por ciento para los exportadores fuera de China, donde se puede imponer un gravamen de 60 por ciento— aumentará la posibilidad de medidas comerciales de ojo por ojo que descarrilarán el comercio, pero pasarán muchos meses antes de que se vislumbren los detalles de la política comercial de Trump.
“El impacto en el resto del mundo está dominado por cómo será el futuro régimen arancelario”, señaló McFee.
Peter Sand, analista jefe de Xeneta, dijo que esperaba que las tarifas de transporte marítimo se disparen, ya que las empresas se apresuraran a enviar bienes a EU antes de la toma de posesión del presidente electo el 20 de enero.
“La reacción instintiva de los transportistas estadunidenses será adelantar las importaciones antes de que Trump pueda imponer sus nuevos aranceles”, dijo Sand. “Si tienes espacio de almacén y los bienes para enviar, adelantar las importaciones es la forma más sencilla de manejar este riesgo a corto plazo, pero traerá sus problemas”.
Las acciones de las compañías navieras globales cerraron a la baja. Maersk, el segundo grupo de transporte de contenedores más grande del mundo, cayó 6.4 por ciento, mientras que las de Hapag-Lloyd, 9.9 por ciento.
Los modelos del FMI apuntan a un impacto económico más amplio si los aranceles de Trump afectan a una “franja considerable” del comercio mundial.
Los aranceles —junto con el resto de su agenda económica de normas migratorias más estrictas, de extender los recortes de impuestos de EU y mayores costos de endeudamiento globales— eliminarán 0.8 por ciento de la producción económica el próximo año y 1.3 por ciento en 2026, señaló el FMI el mes pasado.
Krishna Guha, vicepresidente de Evercore ISI, dijo que espera que el macroshock de Trump tenga implicaciones muy divergentes para la economía global, con EU experimentando precios y crecimiento más altos, mientras que otros países padecen desinflación y una menor producción.
Hildegard Müller, directora de un organismo comercial que representa al sector automotriz alemán, que atraviesa dificultades, dijo que la presión sobre los fabricantes para trasladar la producción de Europa a EU sería “enorme”.
Michael Hüther, presidente del Instituto de Investigación Económica de Colonia, afirmó que las empresas alemanas deben “prepararse para una costosa guerra comercial a partir de hoy”.
Irlanda, hogar de las sedes europeas o de grandes operaciones de importantes compañías de tecnología y farmacéuticas estadunidenses, también tiene una relación comercial descomunal con EU.
“Este es un problema importante para la economía irlandesa”, advirtió Dan O’Brien, economista jefe del Instituto de Asuntos Internacionales y Europeos. Agregó que la imposición de aranceles generalizados es “el mayor riesgo a corto plazo” para su economía.
Europa en su conjunto parece muy vulnerable, ya que EU representó una quinta parte de las exportaciones totales del bloque el año pasado, de acuerdo con datos de Eurostat. Con 502 mil millones de euros, las exportaciones de la Unión Europea fueron 46 por ciento mayores que las importaciones de bienes estadunidenses hacia la región.
Los aranceles de Trump afectarían a una “economía de la eurozona que ya está frágil”, advirtieron los economistas de ABN Amro, con “riesgos a la baja” para el crecimiento y la inflación.
El resultado serán tasas de interés más bajas en la región y una brecha más grande entre los costos de endeudamiento en el bloque monetario y en EU.
Mientras que la mayoría de las acciones europeas perdieron terreno, el Raiffeisen Bank International de Austria, el banco occidental más grande que aún opera en Rusia, fue el de mejor desempeño en el índice bancario Euro Stoxx, con un alza de más de 6 por ciento. Durante la campaña, Trump afirmó en repetidas ocasiones que puede terminar rápidamente la guerra en Ucrania.
Las implicaciones en otras partes dependerán de hasta dónde llegue Trump en la implementación de su agenda antiglobalización.
Los exportadores asiáticos están expuestos a mayores barreras comerciales, y la economía de China, ya débil, sufrirá gravemente si Trump sigue adelante con sus planes de imponer un impuesto de 60 por ciento a todas las exportaciones chinas a EU.
Los analistas de Citigroup argumentan que la amenaza se siente más como una “moneda de cambio” que como un riesgo real.
México, que superó a China como el mayor exportador hacia EU, también es vulnerable a pesar de un acuerdo de libre comercio que firmó con EU y Canadá durante el primer mandato de Trump.
El presidente electo prometió imponer aranceles —incluido un impuesto de 200 por ciento a los coches importados de México— a menos que su vecino frene el flujo de migrantes por su frontera.
Honda advirtió un “impacto extremadamente grande” en sus exportaciones hacia EU desde las plantas mexicanas si Trump cumple con esa promesa.
Para los socios de EU, la perspectiva inmediata es un periodo prolongado de mayor incertidumbre, ya que la economía más importante del mundo experimenta un cambio de régimen histórico.
“Trump sigue siendo impredecible y errático”, dijo Holger Schmieding, economista de Berenberg Bank. “Por tanto, no podemos evaluar cuáles de sus promesas implementará”.
Con información de: Laura Pitel en Berlín, Jude Webber en Dublín y Kana Inagaki, Daria Mosolova y Mari Novik en Londres