La inflación puede pavimentar el camino hacia una nueva era

FT MERCADOS

Una era mucho más globalizada y con cierto grado de esperanza.

Visiones históricas para repensar la globalización en 2022.
Harold James
Ciudad de México /

El repunte actual de la inflación fue impulsado por los grandes paquetes fiscales y las disrupciones de la cadena de suministro durante la pandemia. Ahora es seguro que durará más tiempo debido a los conflictos militares. Es probable que el aumento de los precios de los alimentos y los combustibles provoque descontento e incluso revoluciones en todo el mundo. ¿Significa esto el fin de la globalización, elevando aún más los niveles de inflación? 

Los responsables de la formulación de políticas identificaron una relación entre la globalización y la transición a una inflación baja en los países industriales ricos, luego en los mercados emergentes de Asia e incluso en América Latina. 

Para entender por qué nuestro futuro no es necesariamente tan sombrío, y por qué la globalización tal vez no esté terminando por la pandemia o la guerra en Ucrania, veamos los puntos de inflexión decisivos del pasado. Fueron inflacionarios, pero llevaron al mundo a una mayor globalización, y no a una menor. 

La antítesis de la globalización se encuentra en los períodos de conflicto y guerra, cuando la ventaja económica aparece como un juego de suma cero y la inflación impulsada por los impuestos hace subir los precios. Las dos Guerras Mundiales interrumpieron la globalización. 

Las dos globalizaciones modernas fueron impulsadas por la tecnología y supusieron ganancias de productividad. 

La adopción de las innovaciones dependía de las decisiones políticas: la eliminación de los impedimentos al comercio, pero también un consenso en torno a un marco monetario estable y de aplicación internacional, ya sea el patrón del oro del siglo XIX o el moderno objetivo de inflación del siglo XX. 

Fue la inflación la que ayudó a crear un nuevo entorno político a mediados del siglo XIX y en la década de 1970. A medida que los costos económicos y políticos de la inflación se hacían más evidentes, parecía más atractivo buscar formas de calmar las presiones inflacionarias. 

Sin duda, la cura desinflacionista fue temporalmente incómoda. Pero impulsó al mundo a aprovechar las oportunidades técnicas y geográficas alguna vez ignoradas. En resumen, existe un futuro posterior al conflicto al que podemos ver con cierto grado de esperanza.


srgs

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