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Lagarde prevé “vientos en contra” para la eurozona

El Banco Central Europeo baja su tasa a 2.75%, el menor nivel desde principios de 2023, pero admite que “la confianza de los compradores aún es frágil”

Sam Fleming, Olaf Storbeck y Ian Smith
Fráncfort y Londres /

El Banco Central Europeo (BCE) advirtió “vientos en contra” para la estancada economía de la eurozona al recortar su tasa de interés de referencia en un cuarto de punto a 2.75 por ciento.

La decisión unánime, que lleva la tasa de depósito del BCE a su nivel más bajo desde principios de 2023, se produjo horas después de que Eurostat informó que la economía de la eurozona no creció en absoluto en el cuarto trimestre de 2024.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, advirtió que la economía “seguirá siendo débil en el corto plazo”, y añadió que las encuestas apuntaban a una contracción continúa en la industria de fabricación incluso cuando crecen los servicios. “La confianza del consumidor es frágil”, dijo.

Argumentó que los riesgos económicos se “inclinan a la baja”, ya que mayores fricciones en el comercio global podían pesar sobre la economía de la eurozona, mientras que una menor confianza podía ser un lastre para la inversión y el consumo.

La jefa del BCE argumentó que si bien no es fácil saber si los aranceles serán inflacionarios o deflacionarios, “todo lo que sabemos con certeza es que tendrán un impacto negativo global”.

En una declaración que acompañaba la decisión, el BCE sostuvo que la caída de la inflación, que descendió desde un pico de 2022 de 10.6 por ciento a 2.4 en diciembre pasado, va “por buen camino”, al tiempo que señaló que “la economía todavía enfrenta vientos en contra”.

El banco central agregó que “la política monetaria sigue siendo restrictiva”, un reconocimiento de que las tasas de interés se mantienen más altas que la tasa neutral que ni estimula ni frena la economía.

Lagarde dijo que el consejo de gobierno del BCE ni siquiera discutió la posibilidad de un recorte de medio punto este mes, una opción que algunos economistas habían esperado hasta hace unas semanas.

El euro se mantuvo estable en 1.042 dólares al final de la tarde, después del esperado recorte.

Con esta decisión, el BCE ya recortó cinco veces las tasas desde el verano pasado. En las operaciones posteriores, los mercados de swaps tomaban en cuenta dos o tres reducciones más de un cuarto de punto para finales de año, sin cambios respecto a las primeras horas del día.

“Nuestra opinión es que los datos económicos seguirán impulsando al BCE a recortar en cada reunión hasta que la tasa de depósito alcance 1.5 por ciento”, dijo Tomasz Wieladek, economista jefe europeo del gestor de activos T Rowe Price, que predijo más recortes que el consenso del mercado.

Citó la amenaza para el crecimiento económico de la eurozona que plantean los planes arancelarios del presidente Donald Trump y la caída prevista de la inflación más adelante en el año.

Lagarde dijo que, dado que los responsables de la formulación de políticas se enfrentan a una “incertidumbre significativa y probablemente creciente”, no es posible ofrecer predicción firme.
“Sabemos la dirección que tomaremos”, dijo, y sostuvo que la secuencia, el ritmo y la magnitud de los recortes adicionales se van a basar en los datos.

Argumentó que los aumentos recientes en los costos de endeudamiento de los gobiernos de la eurozona a largo plazo en parte se deben a los movimientos del mercado en EU, pero insistió en que los recortes del BCE todavía tendrán un efecto en la economía de la eurozona.

A pesar de los recortes, el rendimiento de los bonos a 10 años de Alemania, un punto de referencia para la región, subió casi medio punto porcentual desde su mínimo de diciembre hasta el 2.52 por ciento actual. Los rendimientos se mueven inversamente a los precios.

El BCE reiteró que “los efectos que se atenúan gradualmente de la política monetaria restrictiva con el tiempo deberían respaldar una recuperación de la demanda”, señalando aumentos en los ingresos reales y menores costos de endeudamiento.
“Hay recuperación… nunca hablamos de estanflación”, dijo Lagarde, señalando que el tamaño del crecimiento del año pasado fue el doble que el de 2023 y que el mercado laboral es fuerte.

Sin embargo, el BCE predice solo una ligera aceleración del crecimiento de 0.7 por ciento para el año pasado en su conjunto a 1.1 por ciento este año.

En contraste con el lento progreso de la eurozona, la economía estadunidense se expandió a una tasa anualizada del 2.3 por ciento en el cuarto trimestre del año pasado, equivalente a una tasa trimestral de alrededor del 0.6 por ciento.

La decisión del banco central de la zona euro se produjo un día después de que la Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo las tasas sin cambios.

Las expectativas de los inversionistas de que recortará las tasas más que la Fed este año debilitan al euro, que ya está más cerca de la paridad con el dólar.

“Actualmente, la pregunta no es si el BCE seguirá bajando las tasas de interés este año, sino en qué medida”, escribió Ulrich Kater, economista jefe de DekaBank, en una nota a los clientes.


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