Las lecciones de GameStop

FT MERCADOS

Una economía relacionada estrechamente a la salud del mercado de valores en lugar de al crecimiento del ingreso, es frágil.

Las lecciones de GameStop
Rana Foroohar
Ciudad de México /

Mucho se ha escrito acerca de si el fiasco de las operaciones bursátiles de GameStop es el resultado de flash mobs (una multitud que se organiza para emprender una acción) ilegales o de inversionistas minoristas honestos que toman por asalto un sistema financiero amañado. 

La decisión de Robinhood de bloquear la compra de acciones a sus clientes minoristas, mientras los fondos de cobertura seguían operando en otras partes convirtió el acontecimiento en una historia de David contra Goliat. 

Pero esa historia se basa en una idea falsa, de que los mercados se “democratizaron” y que las personas que hacen operaciones bursátiles desde sus teléfonos representan de cierta manera un capitalismo más inclusivo. 

No lo hacen. Los mercados y la democracia no son lo mismo, aunque la mayoría de los políticos —demócratas y republicanos— desde la década de 1980 actúan como si lo fueran. Ese periodo estuvo marcado por la desregulación del mercado, una mayor intervención de los bancos centrales para suavizar el ciclo económico a través de políticas monetarias que se produjeron después del final del sistema de los tipos de cambio Bretton Woods, y el ascenso del capitalismo de accionistas. Esto se combinó para comenzar a mover la economía estadunidense de una en la que la prosperidad se basaba en el empleo seguro y el crecimiento de los ingresos, a una en que las compañías y muchos consumidores se centran cada vez más en los precios de los activos en constante ascenso como la medida más importante de la salud económica. 

En este momento, el estímulo fiscal a corto plazo que tiene el objetivo de aliviar el dolor económico del covid-19 distorsiona el panorama. Pero si se hace a un lado, la economía de Estados Unidos (EU) se encuentra en un punto en el que las ganancias de capital y las distribuciones desde las cuentas de jubilación individuales representan una proporción tan grande del gasto de consumo personal, que sería difícil que el crecimiento se mantenga si se produce una importante corrección en el precio de los activos. 

Ella dice...

"La especulación, sin importar que tan ampliamente se comparta, no es Democracia"

Esa es una de las razones por la que la historia de GameStop desconcertó a tantas personas. Les recuerda a los estadunidenses lo increíblemente dependientes que somos todos de los mercados que pueden ser muy, pero muy volátiles. 

El giro de 40 años hacia lo que el presidente George W. Bush se refirió como la “sociedad de propiedad” se produjo en un momento en el que la naturaleza de las corporaciones y el pacto entre empresas y sociedad también estaba cambiando. 

La transformación de los mercados ejerce una mayor presión a corto plazo sobre las compañías, que recortan costos mediante la externalización, la automatización, un menor uso de la mano de obra sindicalizada y eliminar las prestaciones de pensiones definidas por los planes 401k, que asignan la responsabilidad de elegir las inversiones, y los riesgos de los malos resultados, a los trabajadores individuales. En 1989, 31 por ciento de las familias estadunidenses tenían acciones. En la actualidad, casi la mitad tienen. 

GameStop es el reflejo perfecto de todo esto. El esfuerzo, que al final no tuvo éxito, de apretar a los vendedores en corto al elevar el precio de las acciones, ejemplifica los riesgos de los mercados bursátiles. Al mismo tiempo, la compañía misma es un ejemplo de cómo cambió la naturaleza del empleo.

En un artículo de Brookings de 2015, el profesor de la Universidad de Michigan, Jerry Davis, hizo un seguimiento al crecimiento del empleo relacionado con todas las OPI del año 2000 a 2014 y encontró que el mayor creador de nuevos empleos orgánicos era GameStop. 

Me comuniqué con Davis para preguntarle lo que piensa sobre GameStop y la controversia que lo rodea. Resume el panorama general: “Rescatar a un empleador que tiene salarios extremadamente bajos de los vendedores en corto al impulsar sus acciones no es exactamente la toma de la Bastilla”. Además, agrega, “Que Robinhood facilite el acceso a las operaciones bursátiles no democratiza el mercado de valores más de lo que Purdue Pharma democratizó la adicción a los opioides. La democracia se trata de una voz, no de las operaciones bursátiles”. 

Espero que los reguladores tengan en cuenta esa verdad durante las próximas audiencias sobre GameStop y Robinhood. 

Si bien las aplicaciones y las redes sociales llevan a más personas a las operaciones bursátiles, eso no hizo que el sistema impulsado por el mercado se vuelva más fuerte. Nuestra economía se basa en gran medida en el gasto del consumidor, y ese consumo se basa en la inflación de los precios de los activos que ahora pueden preparar adolescentes desde sus habitaciones. Si las tendencias actuales de empleo continúan, muchos de estos terminarán trabajando en la economía de chambas sin una red de seguridad que los proteja cuando colapsen sus carteras. Esto no es ni sostenible ni apoya la democracia liberal. 

Los detalles de la debacle de GameStop se deben analizar y cualquier villano debe ser castigado. Pero no debemos dejar de ver la lección principal: una economía en la que la suerte de los individuos está relacionada estrechamente a la salud del mercado de valores en lugar de al crecimiento del ingreso, es frágil. La especulación, sin importar qué tan ampliamente se comparta, no es democracia.


​srgs


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