Lego pudo resistir la sombría tendencia en la industria de los juguetes ya que el fabricante danés de los bloques de plástico brillante informó ventas récord y un aumento en utilidades.
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El fabricante de juguetes más grande del mundo por ventas y utilidades se benefició de una fuerte demanda de sus conjuntos, como las estaciones de policía y las ubicaciones de Harry Potter, con lo que aumentó 6 por ciento sus ingresos para llegar a 38 mil 500 millones de coronas danesas (5 mil 800 millones de dólares). La utilidad neta subió 3 por ciento para llegar a 8 mil 300 millones de coronas danesas.
La familia fundadora de Lego logró reafirmar su control sobre la compañía de propiedad privada, al colocar a un representante de su cuarta generación —Thomas Kirk Kristiansen— como presidente, en reemplazo del anterior director ejecutivo Jorgen Vig Knudstorp.
Los resultados del año pasado consolidaron la posición de Lego en el punto más alto de una industria que tiene dificultades para luchar con un mercado en el que los niños juegan más con dispositivos digitales. Niels Christiansen, director ejecutivo de Lego desde 2017, estabilizó a la compañía y la regresó al crecimiento. El grupo publicó su primera caída anual de ventas y utilidades en más de una década en el año que asumió las riendas.