Justo antes de Halloween en 2013, Lina Khan recorrió la enorme selección de dulces en su supermercado local Safeway y se fue de la tienda con una inquietante revelación. Las casi 40 marcas de dulces en los estantes ofrecían solo un espejismo de opciones para el consumidor; en realidad eran propiedad de dos o tres productores de dulces.
Khan, una analista junior de políticas en ese tiempo, estaba tan consternada que escribió sobre el tema en la revista Time. “Si queremos un mercado más sano, más diverso y con más variedad podríamos comenzar por reactivar algunas de nuestras leyes antimonopolio”, dijo.
La crítica de Khan al poder corporativo ha ido más allá de los grandes productores de dulces. Ella exploró las cuestiones de concentración y comportamiento monopolístico en sectores que van desde las líneas aéreas hasta las aves de corral y los metales, y llegó a conclusiones similares. Khan comenzó a centrar su atención en la excesiva influencia de las grandes compañías de tecnología en el mercado, convirtiéndose eventualmente en una de sus críticas más destacadas.
Así que cuando Lina Khan, quien apenas tiene 32 años, fue elegida por el presidente de Estados Unidos (EU), Joe Biden, para ser la presidenta de la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés), causó conmoción en Washington, Wall Street y Silicon Valley. La expectativa predominante es que ahora ella buscará marcar el comienzo de una nueva era de aplicación de las leyes antimonopolio en EU.
“Ahora ella está a cargo y hay que temerle”, dice Robert Kaminski, director gerente de Capital Alpha Partners, un grupo de investigación de políticas en Washington. “Ella tiene el martillo y todo lo que ve son clavos”, agrega.
Khan nació y creció en Londres, de padres de Pakistán; la familia se mudó a EU cuando ella tenía 11 años. El primer indicio de su interés en el comportamiento empresarial desleal llegó temprano. Una cafetería Starbucks, en los suburbios del noreste de la ciudad de Nueva York, no dejaba que los adolescentes se sentaran porque eran demasiado ruidosos. Se Lina Khan, presidenta de la Comisión Federal de Comercio de EU produjo un furor que Khan relató en el periódico de su escuela y que posteriormente recogió el New York Times.
Lina Khan continuó sus estudios en Williams College, donde estudió teoría política. Después de graduarse, llegó a Washington, con un puesto en la New America Foundation, un grupo de reflexión de centro izquierda, que le permitió investigar el espíritu empresarial y la competencia de más cerca.
“Donde antes teníamos muchas empresas independientes, muchos negocios locales, mucha variedad”, dijo Khan en 2012, “ahora solo vemos un puñado de compañías que controlan casi todas las industrias en Estados Unidos”.
Khan finalmente llegó a la Facultad de Derecho de Yale, y en enero de 2017 publicó en el Yale Law Journal el artículo que la catapultaría a la fama: “La paradoja antimonopolio de Amazon”.
El artículo se volvió viral. “Casi se puede pensar en él como el primer artículo de lo que rápidamente se convirtió en una especie de renacimiento del revisionismo antimonopolio”, dice Robert Hockett, profesor de derecho corporativo en la Universidad de Cornell.
Lo Dice...“Es fácil pensar en ella como el rostro del antimonopolio 'Millennial', pero es muy diferente el fenómeno de las redes sociales que está surgiendo alrededor de su personalidad”
En el centro de la filosofía de Khan está la idea de que las compañías, incluida Amazon, se han beneficiado de un escrutinio antimonopolio laxo durante décadas, un periodo durante el cual los bajos precios al consumidor se convirtieron en el factor dominante a la hora de establecer la política de competencia. Ella concibe un régimen antimonopolio diferente, similar al que existía a principios del siglo XX, cuando las autoridades estadounidenses no dudaron en dividir los monopolios.
Las personas que conocen a Lina Khan —quien está casada con un cardiólogo— la describen como modesta e incluso algo reservada. “Realmente mantiene una vida privada”, dice David Singh Grewal, profesor de derecho en la Universidad de California en Berkeley. “Es fácil pensar en ella como el rostro del antimonopolio ‘millennial’, a veces llamado ‘hipster’, pero es muy diferente el fenómeno de las redes sociales que está surgiendo alrededor de su personalidad”, dice.
Después de obtener su título de abogada en Yale, Lina Khan se convirtió en profesora en Columbia y también trabajó con el Open Markets Institute, un grupo de reflexión antimonopolio en Washington.
En el Capitolio, ayudó a elaborar la investigación del subcomité antimonopolio del Poder Judicial de la Cámara de Representantes sobre las grandes compañías de tecnología. Muchos republicanos aún se muestran cautelosos.
Pero la posición de Khan se disparó en los círculos demócratas, llegando más allá de los críticos tradicionales de los grandes grupos de tecnología como Elizabeth Warren y Bernie Sanders, para incluir a políticos más convencionales como Joe Biden. Aun así, aunque se esperaba que ganara un lugar en la FTC como comisionada, pocos predijeron que sería elegida para dirigir la agencia.
“Realmente se las arregló para subir alto muy rápido. Lo atribuyo al hecho de que ella ha sido increíblemente visionaria”, menciona Kate Judge, profesora de la facultad de derecho de la Universidad de Columbia en Nueva York.
Sarah Miller, directora ejecutiva del American Economic Liberties Project, llama a Lina Khan la “Simone Biles” del antimonopolio, en referencia a la gimnasta olímpica estadunidense que rompió récords. “Demostrar que Estados Unidos tiene esta enorme crisis de concentración... contribuyó a que la gente de los círculos demócratas más tradicionales se diera cuenta de que era necesario dar un giro completo a la página... y ella era la más obvia para liderar la Comisión Federal de Comercio”.
srgs