A Dickson Yeo le encantaba LinkedIn. Revisaba la red social profesional casi todos los días en busca de nuevos contactos. Era “casi como una adicción”, dijo. Bill Evanina también era un aficionado. Es “un sitio muy bueno”, dijo. “Un gran lugar y el mejor campo de juegos para la recolección” de contactos.
Sin embargo, Bill y Dickson no son parte de las redes del otro. Bill es el director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad de Estados Unidos (EU). Él se refería, en una entrevista de 2018 con Reuters, a los intentos “súper agresivos” de China de fijar la mira en altos funcionarios de inteligencia y de la policía a través de LinkedIn.
Dickson, por otro lado, está detenido en EU a la espera de sentencia por actuar como un agente ilegal de un gobierno extranjero, después de admitir que trabajaba para la inteligencia china. Usó LinkedIn para recopilar información de expertos en inteligencia.
China acusó a EU de exagerar el “tema del espionaje”. La red social señaló que toma medidas para hacer cumplir sus políticas, que prohíben “la actividad fraudulenta con la intención de engañar o mentir a nuestros miembros”.
Esta actividad es anterior a la pandemia. Aún así, el caso de Yeo apareció en las noticias cuando me preguntaba si debería relajar mi política de solo vincular a personas a las que conozco en persona.
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Muchas de esas reuniones improvisadas solían ocurrir en conferencias: una charla breve, un apretón de manos, un intercambio de tarjetas de presentación. De vuelta en la oficina, escaneaba la tarjeta y normalmente enviaba o aceptaba una invitación de LinkedIn.
Fui uno de los primeros en adoptar la red social en 2004, solo porque mi colega John Gapper escribía sobre el sitio y se dio cuenta de que tendría que conectarse con al menos una persona para probarlo. Más tarde, LinkedIn me otorgó una insignia como uno entre el primer millón de miembros del Reino Unido. Ahora hay 29 millones de usuarios.
Demostró ser una herramienta invaluable para la investigación y para la difusión de mi propio trabajo. Pero no he recibido directamente alguna oferta de trabajo ni he buscado un empleo.
LinkedIn parece estar demostrando su valor ahora. El número de usuarios aumentó en 16 millones para llegar a 706 millones en el último trimestre. LinkedIn detectó un aumento de 50% en las publicaciones en marzo en comparación con el año anterior y un aumento de 55% en los mensajes privados.
El Dato...11 millones
De vacantes muestra LinkedIn tras la pandemia.
Después de detectar que las personas señalaban que estaban “abiertas para trabajar” al modificar el título de su puesto, el sitio creó un marco de fotos que anunciaría la disponibilidad de las personas. Cerca de 1.25 millones de usuarios agregaron el marco a su perfil en las últimas dos semanas. Al mismo tiempo, la plataforma de contactos profesionales muestra 11 millones de vacantes.
“Hay trabajos; hay millones de personas que buscan trabajo”, dice Kiran Prasad, vicepresidente de productos del grupo propiedad de Microsoft. La pregunta es: “¿Las habilidades que tienes son iguales a las habilidades que la gente está tratando de contratar?”.
LinkedIn espera que eventualmente una combinación de recomendaciones, respaldos, evaluaciones e interacciones haga que sea más fácil reducir esta diferencia de habilidades, y hacer coincidir a los solicitantes de empleo con los trabajos publicados en la plataforma.
Mientras tanto, las redes de contactos en línea también podrían ayudar a las personas que buscan empleo. Como sugiere una investigación que es muy citada de Daniel Levin, Jorge Walter y Keith Murnighan, si está buscando un consejo, revivir los “vínculos latentes” con personas que solías conocer en el pasado puede ser más útil que recurrir a los contactos actuales.
En cuanto a forjar nuevos lazos, Yeo les dijo a los agentes de EU que el “implacable” algoritmo de LinkedIn tiene el don de sugerir conexiones adecuadas. También señala vínculos mutuos a los usuarios, algo que puede ayudar a alentar a los nuevos contactos a hacer clic en “Aceptar” después de recibir una invitación de alguien que no reconocen. Una vez conectados, los contactos pueden usar mensajes privados para iniciar una discusión, para bien o para mal.
Prasad, de LinkedIn, se negó a discutir el caso de Yeo, pero cuando se trata de mentiras y exageraciones cotidianas, cree que debido a que las personas tratan a LinkedIn como parte del entorno laboral, son “tan honestos y civilizados como lo son en el trabajo”.
En cualquier caso, en respuesta a mi pregunta sobre si debo relajar mis reglas de redes de contactos en línea en estos tiempos excepcionales, se mantuvo en que la norma no ha cambiado. Solo vincula a alguien “si lo conoces y estás dispuesto a ayudarle”.
srgs