Una expansión prematura puede reavivar las presiones inflacionarias y forzar una costosa marcha atrás de la política monetaria, señala el informe anual del organismo
Los bancos centrales deben evitar recortar las tasas de interés demasiado pronto debido al riesgo de un nuevo repunte de la inflación, advirtió el
, mientras los responsables de la formulación de políticas de todo el mundo sopesan la rapidez con la que relajar la
.
El organismo que agrupa a los bancos centrales, con sede en Basilea, señaló en su informe anual que la economía mundial parece encaminada a un “aterrizaje suave”, ya que la inflación se está enfriando y el crecimiento se mantiene resiliente.
Sin embargo, instó a los responsables de la fijación de las tasas a establecer una “vara alta para la relajación de las políticas”, advirtiendo del riesgo de un resurgimiento en áreas como los precios de los servicios y el crecimiento de los salarios, así como la necesidad de mantener cierto margen para recortar los costos de endeudamiento en caso de una desaceleración repentina.
También advirtió que el sistema financiero sigue siendo vulnerable, en particular a los altos niveles de deuda pública y la caída de los precios de las propiedades comerciales.
“Una expansión prematura puede reavivar las presiones inflacionarias y forzar una costosa marcha atrás de la política, tanto más costosa porque la credibilidad se vería socavada”, indicó el BPI.
La Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo (BCE) fueron muy criticados por reaccionar con lentitud en 2021 y 2022, cuando las disrupciones en la cadena de suministro a raíz de la pandemia y un aumento en los precios de la energía ayudaron a impulsar el mayor aumento de la inflación en una generación.
El director general del BPI, Agustín Carstens, elogió el “enérgico endurecimiento” que se produjo, argumentando que reforzó la credibilidad de los bancos centrales y evitó un cambio hacia un “régimen de alta inflación”.
Sin embargo, el BPI advirtió a los funcionarios de alto nivel que permanezcan en guardia ante un posible retorno de las presiones inflacionarias, incluso cuando algunos bancos centrales ya comenzaron a relajar su política. El BCE comenzó a recortar las tasas en junio, mientras que se espera que la Fed reduzca los costos de endeudamiento en septiembre.
Si bien la inflación ha caído de manera constante, se mantiene por encima de los objetivos de los bancos centrales en gran parte del mundo, incluidos EU y la eurozona, aunque es más moderada en partes del este de Asia.
Al comparar a un banquero central que lucha contra la inflación con altas tasas de interés con un médico que administra antibióticos a un paciente con una infección, Carstens dijo a los periodistas: “Hay que hacer todo el tratamiento, de lo contrario la inflación puede regresar”.
El ex presidente del banco central de México citó una serie de “puntos de presión importantes” que pueden descarrilar el aterrizaje suave, incluidas la debilidad de las finanzas públicas, el bajo crecimiento de la productividad y las “fuerzas inflacionarias persistentes”.
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El BPI concluyó que el precio de los servicios respecto al de los bienes básicos se mantuvo muy por debajo de las tendencias anteriores a la pandemia en muchas jurisdicciones. De manera similar, los salarios reales, en relación con el costo de los bienes y servicios, también perdieron terreno durante el repunte inflacionario.
“Una reversión demasiado rápida de uno de estos precios relativos, o de ambos, puede crear importantes presiones inflacionarias”, dijo Carstens.
Por ejemplo, la recuperación del poder adquisitivo que los trabajadores perdieron debido al aumento inflacionario puede sumar hasta 0.75 puntos porcentuales a la inflación en las grandes economías de la zona euro en 2025 y hasta 1.5 puntos en 2026.
Una recuperación más rápida de los salarios puede añadir 1.5 puntos porcentuales a la inflación en 2025 y más de 2.5 puntos en 2026, estimó el PBI.
La política fiscal también debe mantenerse restrictiva para no agravar las continuas presiones inflacionarias, añadió el BPI.
El BPI sí encontró focos de presión a la baja sobre la inflación. La caída de los precios de exportación y la demanda interna china más débil redujeron la tasa anual de aumento de los precios de importación en otras grandes economías en aproximadamente 5 puntos porcentuales en 2023, dijo.
Al identificar el aumento de la deuda pública como la mayor amenaza a la estabilidad monetaria y financiera, el BPI dijo que existe el riesgo de que los mercados puedan volverse rápidamente contra gobiernos que se piense que tienen niveles de deuda insostenibles.
“Sabemos que las cosas parecen sostenibles hasta que de repente ya no lo son; así es como funcionan los mercados”, dijo Claudio Borio, jefe del departamento monetario y económico del organismo.
El BPI dijo que el estrés financiero históricamente se produce entre dos y tres años después del inicio de un ciclo de alza de las tasas, lo que significa que todavía podría ocurrir durante el próximo año.
Señaló el sector de las propiedades comerciales como un área de alto riesgo porque “enfrenta vientos en contra tanto cíclicos como estructurales”. Una fuerte corrección en los valores de las propiedades podría reducir los préstamos en 12 puntos porcentuales en muchas economías avanzadas y reducir el PIB en 4 puntos porcentuales, como sucedió en la década de 1990, añadió.
Los propietarios de bienes inmuebles comerciales podrían estar manteniendo las valoraciones artificialmente altas, dijo, advirtiendo sobre el riesgo de una estrategia de “extender y fingir”, ya que los bancos siguen prestando para evitar la cristalización de las pérdidas con la esperanza de que las tasas de interés caigan y les permitan recuperarse.