Es tradicional hablar con entusiasmo en los compromisos. El grupo de lujo LVMH no se contuvo, ya que puso un anillo de 16 mil 600 millones de dólares a Tiffany el lunes. Declaró que el joyero estadunidense “representa el amor” , ya que prometía una prima brillante a sus accionistas. Los escépticos pueden murmurar que el amor es ciego, pero el historial de LVMH sugiere que su jefe, Bernard Arnault, hará que la unión funcione.
El aspecto más convincente de la oportunidad para LVMH es su rareza. Hay muy pocos objetivos de adquisición tentadores en el sector de la joyería. Las altas barreras de entrada —que son el resultado de la necesidad de grandes cantidades tanto de capital como de confianza— significa que no es un mercado abarrotado. Sin embargo, es uno de los sectores de más rápido crecimiento en el lujo. La adquisición de Tiffany colocará a LVMH en la primera posición en el sector de joyería de lujo con una participación estimada de 18 por ciento. Esas son malas noticias para su principal rival, Richemont, el propietario de Cartier.
LVMH está dando un buen golpe. El acuerdo se basa en una relación empresa/Ebitda de 17, más de 50 por ciento por encima del promedio de 10 años de Tiffany. Y si bien es mucho menos que la cifra de 28 veces que pagó el joyero italiano Bulgari, ese acuerdo de 2011 fue después de una recesión.
La oferta en efectivo de 135 dólares por acción es aproximadamente de 37 por ciento sobre el precio inalterado de Tiffany. Esa prima no puede justificarse por el ahorro de costos. La autonomía de las empresas LVMH se conserva bajo el modelo que desarrolló Arnault, el hombre más rico de Europa. El alcance de las funciones de agrupación es limitado, aunque se reducirán los seguros y algunos otros costos.
Aun así, Tiffany debería valer más dentro de LVMH que fuera de ese grupo. El poder financiero de la compañía francesa la ayudará a impulsar su mercadotecnia y acelerar su expansión minorista en Asia. También puede beneficiarse de estar libre de las presiones de los informes trimestrales. Tiffany tal vez redujo sus costos de mercadotecnia recientemente, ya que tuvo dificultades para dar una vuelta al negocio.
Se necesita inversión para revivir una marca empañada, pero con el tiempo LVMH debería ser capaz de aumentar los márgenes operativos de Tiffany. Están por debajo de 17 por ciento, aunque en el pasado han sido tan altos como de 19 por ciento. LVMH ya tiene experiencia en lo que se refiere a mejorar la rentabilidad de las adquisiciones. Después de que Bulgari fue adquirida, sus ventas se duplicaron mientras que las utilidades aumentaron en cinco veces. Los analistas de RBC creen que LVMH puede ampliar el margen de utilidad operativa de Tiffany a 23 por ciento para 2025 y aumentar sus ingresos a una tasa de 7 por ciento. Eso permitiría a LVMH entregar un rendimiento después de impuestos sobre el precio de adquisición por encima de su costo de capital para 2025.
El matrimonio, como dice el refrán, es una revelación. Pero los riesgos para LVMH son pequeños. Su balance general es saludable: su relación deuda neta/Ebitda solo aumentará a aproximadamente 1.5 veces. Y la compañía tiene un récord estelar en sacar el máximo provecho de sus adquisiciones. Esa es una de las principales razones por las que el precio de las acciones de LVMH, que cambió poco el lunes, lleva un aumento de 60 por ciento este año. Su capitalización de mercado de 205 mil millones de euros supera la de cuatro de los bancos más grandes de Europa. No hay razón para que Arnault no pueda repetir sus éxitos anteriores en fusiones y adquisiciones.
14,000 Empleados conforman la plantilla a escala global de Tiffany, entre ellos 5 mil artesanos joyeros.
4,400 Millones de dólares fue el volumen de negocio del ejercicio concluido el 31 de julio, 6.5% más que en el anterior.
3,200 Tiendas tiene Tiffany a escala global, todas ellas gestionadas directamente, sin minoristas multimarca.