Miedo a recesión tira precio de materias primas

Muchos de los bienes, como el crudo, han caído de forma drástica por el estallido inflacionario

Las familias sufren con productos caros. AFP
Consejo Editorial
Londres /

Justo cuando los bancos centrales sacaron su artillería pesada para luchar contra niveles de inflación que los tomaron desprevenidos, los mercados financieros mundiales sacaron otra sorpresa. Los responsables de la fijación de las tasas de interés fueron criticados por descuidar la aceleración de los precios en favor del apoyo al crecimiento. Ahora, parece posible que se les acuse de lo contrario.

En las últimas semanas, muchos de los precios de las materias primas que estaban en el centro del actual estallido inflacionario se desplomaron de forma drástica. El crudo Brent por un periodo breve cayó por debajo de los 100 dólares la semana pasada. El cobre y del hierro están un tercio por debajo de sus máximos de primavera. El hierro está en el punto más barato en lo que va de año y el cobre más barato que en cualquier otro momento desde enero de 2021.

El trigo se cotiza ahora al mismo precio que justo antes de la invasión, y casi 40 por ciento por debajo del máximo alcanzado en mayo.

Estos descensos se producen desde hace tiempo y algunos se aceleraron. La explicación no refleja ningún alivio de la disrupción de las entregas físicas en relación con la demanda normal. El diferente comportamiento del gas natural es testimonio de eso. En Estados Unidos bajaron un tercio en el último mes. En Europa, cuyo suministro de gas procedente de Rusia lo cierra Vladímir Putin, una vez más se disparan.

Por otra parte, no todas las materias primas se desplomaron. El maíz y la soya, por ejemplo, cotizan en precios cercanos a los máximos históricos, pero los cambios significan que los inversionistas se volvieron más cautelosos.

En otras palabras, el miedo a la recesión sustituye al miedo a la inflación, ya que los inversionistas valoran el riesgo de que la demanda se enfríe y obligue a los vendedores a reducir los precios.

Una visión recesiva absoluta es prematura. El mercado laboral no parece indicar una recesión y la inflación todavía es demasiado alta como para que sea algo cómodo en ambos lados del Atlántico.


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