Monterrey, la ciudad donde el 'nearshoring' se vuelve realidad

Negocios. Entre los inversionistas, México es uno de los países mejor posicionados para beneficiarse de los cambios geopolíticos; el norte tiene graduados calificados y envía millones de toneladas de bienes hacia EU

Iván Rivas, secretario de Economía de Nuevo León. RAÚL PALACIOS
Christine Murray
Monterrey /

Los habitantes de Pesquería, a las afueras de Monterrey, le dieron el sobrenombre de “Pes-Corea” a su ciudad a medida que el grupo automotriz Kia aumentaba la producción en su fábrica, que pronto se ampliará para producir coches eléctricos.

Al otro lado de la ciudad empiezan a aparecer almacenes a lo largo de la carretera que conduce a un vasto parque industrial chino. Algunos espectaculares de bienes raíces se traducen al inglés, coreano o mandarín.

El sector inmobiliario industrial está en expansión, pero al mismo tiempo las tasas de desocupación están por debajo de 2 por ciento. Los desarrolladores incluso están construyendo un símbolo físico del orgullo que sienten: un rascacielos más alto que el Empire State Building.

“No pasa una semana sin que tengamos reuniones con ejecutivos chinos, coreanos o japoneses que quieren abrir oficinas o una planta”, dice Lorenzo Barrera Segovia, director ejecutivo de Banco Base, un banco con sede en la ciudad.

Monterrey, una ciudad favorable a las empresas a unas cuantas horas en coche de Texas, es un ejemplo de la capacidad de México para cosechar los frutos del nearshoring (la relocalización de plantas productivas), un cambio que se está produciendo gracias a la pandemia del coronavirus, los aranceles comerciales entre Estados Unidos y China y la inestabilidad geopolítica desde que Rusia invadió Ucrania.

México ha sido señalado por los inversionistas como uno de los países mejor ubicados para beneficiarse económicamente de los cambios geopolíticos. Las ciudades del norte del país ya producen miles de graduados universitarios altamente calificados y envían millones de toneladas de productos, desde refrigeradores hasta productos Lego, hacia Estados Unidos.

En referencia a México, Jamie Dimon, director ejecutivo de JP Morgan, declaró a Bloomberg Tv este mes: “Si tuvieras que elegir un país, ésta puede ser la oportunidad número uno”.

Gracias a haberse convertido en un emblema de la industria de fabricación, Monterrey —que se ubica en un valle semiárido rodeado de montañas escarpadas— es un imán para los mexicanos de otros lugares que buscan trabajo; sin embargo, también presenta muchos de los cuellos de botella que pueden frenar al país.

Despreciada durante mucho tiempo por los habitantes de la capital como una ciudad fabril provinciana, Monterrey se ha vuelto más internacional a medida que empresas de Estados Unidos, Europa y Asia anuncian inversiones.

“En la escuela de mis hijos hay coreanos, venezolanos, argentinos, gente de todas partes, cuando yo era joven no se veía eso”, dice Iván Rivas, secretario de Economía de Nuevo León, estado al que pertenece Monterrey.

Los líderes empresariales han lamentado que la segunda economía más grande de América Latina no esté aprovechando plenamente la oportunidad del nearshoring. Muchos culpan al gobierno del presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, pero aunque persiste el escepticismo, el crecimiento industrial en el norte ha ayudado a cambiar el estado de ánimo, y ahora más voces dicen que la relocalización se refleja en los datos.

“Me consideraba un optimista prudente en el tema del nearshoring, creo que ahora soy más optimista”, dijo Miguel Ángel Alcaráz, socio de McKinsey en Ciudad de México, quien recientemente regresó de hablar con grandes corporaciones chinas que están considerando expandirse en América Latina para atender a clientes estadunidenses.
“Presentamos algunas cifras de inversiones que se estaban anunciando y (ellos) nos dijeron que iban a llegar 10 veces más”, indicó Alcaráz.

Los analistas revisaron marcadamente al alza sus estimaciones de crecimiento para el país en 2023 a 3.3 por ciento, desde menos de 1 por ciento en enero, según muestran las encuestas del Banco de México (Banxico).

Una medida de inversión en activos que refleja los sectores público y privado saltó a su nivel más alto jamás registrado, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Mientras tanto, el peso mexicano se fortaleció 15 por ciento frente al dólar estadunidense este año, la segunda mayor ganancia de cualquier moneda de un mercado emergente.

Este año México se convirtió en el mayor socio comercial de Estados Unidos, por delante de Canadá, a medida que comenzó a ganar una mayor porción del terreno perdido por China.

Los escépticos señalan que la inversión extranjera directa, que aumentó a un récord de 32 mil 900 millones de dólares en los primeros nueve meses de este año, refleja principalmente la reinversión de utilidades más que nuevos proyectos.

Pero el gobierno del estado de Nuevo León asegura que miles de millones en inversiones anunciadas allí todavía no se reflejan en las cifras de la inversión extranjera directa y las exportaciones.

Estas incluyen un compromiso de 5 mil millones de dólares por parte del fabricante estadunidense de automóviles eléctricos Tesla para construir una nueva fábrica, aunque su propietario, Elon Musk, dijo hace unas semanas a los inversionistas que está retrasando el proyecto debido a preocupaciones sobre la economía global.

El fabricante de autos eléctricos Tesla anunció 5 mil millones de dólares para construir una fábrica en el municipio. ESPECIAL
“Cuando todo esto esté en funcionamiento, el número se va a disparar”, dijo Rivas sobre las exportaciones.

Sin embargo, la mala planeación, el envejecimiento de la infraestructura y la persistente inseguridad pueden poner un techo a las ambiciones económicas de México.

Estos problemas son evidentes en Monterrey. El tráfico vial se duplicó desde 2019, lo que convierte a la ciudad en la más congestionada del país y la decimoprimera del mundo, según Inrix. El transporte público, aunque se está ampliando con nuevas líneas de metro, es limitado. Una grave crisis de agua causada por la sequía significó que en un momento del año pasado toda la ciudad se vio restringida a solo seis horas de agua por día.

Las empresas también gastan cantidades cada vez mayores en infraestructura eléctrica para que los proyectos estén conectados a la red eléctrica, a medida que años de subinversión nacional comienzan a llegar a un punto crítico.

“Monterrey y el resto del país tienen un déficit en materia de planeación… en términos de darle un rumbo estratégico al crecimiento económico”, señaló Roberto Durán, profesor de la universidad del Tecnológico de Monterrey.

Los problemas estructurales nacionales no resueltos —como la corrupción y la falta de competencia en la economía— hacen que algunos analistas, como Jason Tuvey, economista de mercados emergentes de Capital Economics, duden de que las fuerzas externas vayan a ser transformadoras para México.

“Hemos tenido (acuerdos comerciales con Estados Unidos y Canadá) durante casi 30 años, y la productividad y el crecimiento general del producto interno bruto (PIB) en México han sido bastante débiles”, dijo Tuvey.

El gobierno del izquierdista de la vieja escuela López Obrador no ha formulado una estrategia integral para atraer o dirigir inversiones. Abolió la agencia estatal de inversiones ProMéxico, dejando a los bancos, consultores y gobiernos estatales del país promover a México como destino.

A pesar de su reputación de hostilidad hacia el sector privado, el gobierno sorprendió recientemente a los inversionistas anunciando incentivos fiscales para las empresas enfocadas en la exportación en determinados sectores. Algunos lo interpretaron como una señal positiva de cara a las elecciones presidenciales de junio del próximo año.

“El Presidente y este gobierno se han mostrado muy abiertos a la inversión extranjera directa”, dijo el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio. “El sector privado es bienvenido. Lo que el gobierno ha tenido es un planteamiento muy claro en temas de seguridad nacional como la energía”.

El repunte económico es un momento afortunado para López Obrador, a menos de un año de las elecciones, en las que espera que su protegida, la ex jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, gane la Presidencia del país.

“La pregunta ya no es ‘¿subirá la inversión?’ Lo hará”, dijo Miguel Ángel Alcaráz, de McKinsey, refiriéndose a la inversión procedente del extranjero.

La cuestión a resolver, dijo, gira en torno a problemas de larga data como la infraestructura y la inseguridad: “¿Vamos a dejar 20 mil millones de dólares al año en la mesa solo porque hay cosas que no hacemos?”.

Financial Times Limited. Declaimer 2021


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