Un asunto geopolítico muy importante para empezar: el presidente estadunidense, Joe Biden, viajará a Arabia Saudita el próximo mes y el petróleo ocupará un lugar destacado en la agenda junto con la seguridad regional y el historial de derechos humanos del reino.
De vuelta al ámbito nacional, Biden envió ayer cartas a las grandes refinerías estadunidenses, como BP, Shell y ExxonMobil, en las que les dijo que sus grandes márgenes de utilidades son “inaceptables” y en las que les instó a suministrar más combustible.
Se trata del último esfuerzo de Biden por controlar los crecientes precios de los combustibles, que están provocando la tasa de inflación más alta de Estados Unidos en 40 años, o por lo menos parecer que está tomando medidas ante un problema que amenaza con hundir su presidencia.
¿La respuesta? Refinerías y analistas afirman que es poco lo que se puede hacer para elevar la producción a corto plazo.
BP y Shell dijeron a Energy Source que sus refinerías ya están funcionando al máximo de su capacidad o cerca de ella. El American Petroleum Institute, el grupo de cabildeo más grande del sector, acogió con satisfacción el “aumento del diálogo”, pero volvió a responsabilizar a la Casa Blanca de los altos precios en las gasolineras. ExxonMobil sugirió que la administración puede eximir las normas de transporte y especificación de los combustibles para aumentar la oferta nacional.
Robert Campbell, analista de la consultora Energy Aspects, dijo que no hay capacidad “al margen que se encuentre inactiva que no requiriera mucho tiempo y dinero para reiniciarse”.
Una cuestión que no se mencionó en el debate: las exportaciones estadunidenses de gasolina, diésel y otros combustibles son récord. Las refinerías estadunidenses sacan provecho de la escasez de combustible en el mundo. Se trata de un tema que puede recibir más atención a medida que los precios de los combustibles sigan subiendo.
Financial Times habló con el director ejecutivo de NextEra Energy, el mayor desarrollador de renovables de EU, sobre el nuevo plan de su empresa para liberarse de las emisiones en 2045, en una de las expansiones de generación limpia más importantes de Estados Unidos.
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La era del real zero
Es hora de añadir una nueva frase al léxico de la descarbonización: real zero (cero real). NextEra Energy, el mayor desarrollador de energías renovables de EU y una de las principales compañías de servicios públicos de Florida, registró el término real zero para describir su nuevo y ambicioso plan de eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero de su negocio para 2045. A diferencia de los planes de “cero neto” de otras empresas, NextEra insiste en que no recurrirá a compensaciones de carbono ni a planes de plantación de árboles para pintar de ecológico a su negocio.
“Algunas personas recurrieron a las compensaciones y a plantar árboles, por ejemplo, pero creemos que el número de árboles que se tiene que plantar para cumplir el requisito de compensación será lo suficientemente sustancial como para cubrir varios estados”, dijo John Ketchum, director ejecutivo de NextEra. “Y lo que es más importante, comprar directo las energías renovables es una forma mucho más barata de resolver y alcanzar el objetivo”, añadió.
NextEra comenzará su nuevo impulso a la energía limpia, que se encuentra entre los planes de expansión de la energía verde más ambiciosos del país. La compañía afirma que gastará hasta 95 mil millones de dólares en los próximos cuatro años en proyectos de energía en EU. Es aproximadamente lo que el grupo petrolero ExxonMobil tiene previsto gastar en todo el mundo en sus proyectos de energía durante el mismo periodo.
“En los últimos 10 años, solo Amazon, Google, AT&T y Verizon han invertido más capital en Estados Unidos que NextEra”, resaltó Ketchum, quien asumió el cargo como jefe de la compañía principios de este año en sustitución de su antiguo director ejecutivo de mucho tiempo, Jim Robo.
NextEra ampliará sus instalaciones solares en Florida de los 4 gigavatios actuales a más de 90GW en 2045, lo que requerirá la colocación de cientos de millones de nuevos paneles solares. Estarán respaldados por un parque de baterías capaz de almacenar 50GW, frente a los 0.5GW actuales. La compañía planea mantener su capacidad nuclear en funcionamiento y quiere convertir sus centrales de gas natural para que funcionen con hidrógeno verde en la década de 2040. Todavía no indica el precio que costará la ampliación de la energía limpia, pero sin duda supondrá varias decenas de miles de millones de dólares.
Se trata de una gran apuesta por el futuro de la energía verde por parte de una compañía que durante mucho tiempo se resistió a establecer un objetivo de emisiones netas cero, incluso cuando otras empresas de servicios públicos y desarrolladores de energía limpia hicieron públicos sus propios planes.
El importante plan de expansión de la energía verde de uno de los mayores proveedores de electricidad del país es una ayuda para los objetivos de descarbonización del presidente Joe Biden, quien se han tambaleado en medio del aumento de los precios de los combustibles fósiles y la incapacidad del Congreso para aprobar leyes clave relacionadas con el clima.
Además llega en un momento de gran incertidumbre para las energías renovables de EU, afectadas por una serie de conflictos comerciales, el alza de las tasas de interés y el aumento de los precios de las materias primas, que dispararon los costos de los nuevos proyectos de energía limpia. El precio de las acciones de NextEra ha subido 20 por ciento este año, después de que su valor de mercado superó brevemente al de ExxonMobil durante la pandemia.
Ketchum afirmó que la decisión de la administración Biden de la semana pasada de conceder una pausa de dos años a los posibles aranceles sobre las importaciones del sudeste asiático “es importante para acelerar” sus planes de reducción de emisiones y “volver a poner en marcha los proyectos solares”.
Aunque Ketchum dijo que apoya los esfuerzos de la administración Biden para que la fabricación de paneles solares regrese a EU, un pilar clave del esfuerzo de la administración para crear una transición energética Made in America (Hecha en EU), dijo que “requerirá el apoyo político gubernamental adecuado” para poner en marcha fábricas que puedan competir con los proveedores asiáticos.
El plan tiene algunas salvedades, como que la empresa promete que su gran cambio ecológico no supondrá un aumento de los costos para sus consumidores.
A pesar de los recientes problemas de la industria, Ketchum dijo que espera que los costos de las energías renovables sigan bajando y que apostar por la energía solar reducirá el tipo de volatilidad de precios que se observa ahora con el gas natural.
“Creemos que las energías renovables serán cada vez más baratas. Eso sin duda ha sido nuestra experiencia con las renovables a lo largo del tiempo”, dijo.
Las compañías eléctricas también se enfrentan a una intensa competencia con el sector de los vehículos eléctricos en torno a las baterías que necesitan para lograr la acumulación de energía requerida respecto al tamaño de una firma de servicios públicos. Las empresas automotrices, como Tesla y Ford, trabajan para garantizar un suministro constante de baterías, pero las compañías de servicios públicos no suelen hacerlo.
Aun así, Ketchum dijo que su empresa tiene mucho peso para asegurar los suministros que necesita. “En cuanto a los fabricantes de baterías, ellos saben que somos el líder mundial en energía renovable, somos el número uno en energía eólica y solar y en almacenamiento de baterías”.
Ola de calor
En Arizona hace suficiente calor como para hornear un pay en tu coche. A más de 100 millones de estadunidenses se les advirtió de las altas temperaturas de esta semana, ya que se extendió una ola de calor.
Desde el viernes pasado hasta el miércoles por la tarde de esta semana, las estaciones meteorológicas locales de todo EU registraron 75 nuevos máximos de temperatura, y otras 48 registradas que empataron con las de los máximos anteriores. En el Valle de la Muerte (California), uno de los lugares más calurosos del planeta, alcanzaron el viernes 123 grados Fahrenheit (50.56 grados centígrados), la temperatura más alta registrada para esa fecha, según AccuWeather.
“Estas temperaturas definitivamente no tienen precedente”, dijo Joseph Bauer, meteorólogo de AccuWeather. “Que tantas ciudades rompan récords definitivamente no es algo común”, agregó.
La ola de calor comenzó en el suroeste el viernes pasado antes de trasladarse a la parte alta del Medio Oeste y al sureste. El administrador de la red de Texas, el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (Ercot, por su sigla en inglés), registró el domingo su mayor demanda de electricidad, con lo que se rompió su récord de agosto de 2019.
La ola de calor se produce mientras algunos estados lidian con tormentas, incendios forestales y una sequía récord. El Medio Oeste soporta la peor parte, justo cuando una tormenta dejó sin electricidad a miles de residentes en Michigan, Indiana, Ohio y Virginia Occidental.
El Midcontinent Independent System Operator indicó que experimentaba una alta demanda y advirtió ayer de una escasez de capacidad. La Autoridad del Valle de Tennessee informó el lunes de un récord de demanda de electricidad para junio.
Las olas de calor se encuentran entre los peligros climatológicos más mortales. Más de 65 mil estadunidenses son hospitalizados cada año debido al calor, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés). Las personas mayores y los hogares de bajos ingresos corren un riesgo desproporcionado de sufrir golpes de calor.
Los expertos esperan temperaturas superiores a las normales para el resto del verano. El Servicio Meteorológico Nacional estima que la ola de calor regrese al oeste de Estados Unidos a finales de la semana, con temperaturas de tres dígitos (en grados Fahrenheit) que volverán al sur de California y Arizona. “Va a continuar, en especial para Texas. No parece que haya mucho alivio a la vista”, advirtió Bauer.
Información petrolera
La oferta de petróleo tendrá dificultades para seguir el ritmo de la demanda el próximo año a pesar del aumento de la producción, de acuerdo con información de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por su sigla en inglés).
El primer ministro para la crisis climática de Grecia se prepara para otro verano abrasador tras los devastadores incendios forestales del año pasado.
La petrolera BP realiza una de sus mayores apuestas por las energías renovables al adquirir una participación de 30 mil millones de dólares en un proyecto de energía solar, eólica y de hidrógeno verde en Australia.
El pionero del esquisto de Estados Unidos, Harold Hamm, lanzó una oferta para hacer de Continental Resources una compañía privada.