Saudi Aramco rompió su récord de utilidades trimestrales, que estableció en mayo, ya que el aumento de los precios de la energía, alimentados por la invasión de Rusia a Ucrania, proporciona ganancias inesperadas a los productores de petróleo.
Sin embargo, el director ejecutivo de la compañía controlada por el Estado advirtió que la capacidad disponible aún es limitada, mientras que la demanda va en aumento, con la previsión de que las restricciones por la pandemia disminuyan en China, el segundo mayor consumidor de petróleo del mundo.
Los ingresos netos aumentaron hasta 48 mil 400 millones de dólares en el segundo trimestre, un alza año con año de 90 por ciento y las mayores ganancias del grupo desde su salida a bolsa en 2019.
La compañía petrolera saudí mantuvo su dividendo sin cambios en 18 mil 800 millones de dólares para el tercer trimestre mientras trabaja para ampliar la producción de gas y petróleo. La firma indicó que tiene una capacidad de producción limitada para aumentar la producción y que para 2025 alcanzará 12.3 millones de barriles por día.
“Aunque la volatilidad de los mercados globales y la incertidumbre económica persisten, los acontecimientos del primer semestre de este año respaldan nuestra opinión de que es esencial seguir invirtiendo en nuestra industria”, declaró Amin Nasser, director ejecutivo de Aramco.
Los países occidentales presionan a Arabia Saudita, líder de facto de la OPEP, para que aumente la producción con el fin de contrarrestar el alza de los precios, pero el reino solo lo hará si aumenta la demanda.
Nasser dijo ayer a periodistas que la demanda es “saludable”, pero advirtió que hay poco exceso de capacidad después de un periodo de baja inversión en la industria.
“Con la relajación de las restricciones contra el covid en China, eso se sumará a la demanda… la industria de la aviación también se unirá”, agregó Nasser.
Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, tiene una capacidad de producción de 12 millones de barriles diarios, una cifra que Saudi Aramco puede alcanzar si recibe instrucciones del gobierno, dijo Nasser. Los gastos de capital de la compañía aumentaron 8 por ciento, hasta 16 mil 900 mdd, en el primer semestre del año, en comparación con el mismo periodo de 2021, y aumentarán poco a poco hasta 2025, añadió el ejecutivo.
Las grandes compañías productoras de petróleo que cotizan en bolsa, entre ellas ExxonMobil, Chevron y BP, registraron enormes ganancias después del aumento de los precios de las materias primas alimentado por la invasión a Ucrania y el repunte de la demanda después de la pandemia. La mayoría aumentó los pagos a los accionistas.
Las elevadas utilidades ejercen una creciente presión política sobre los grandes grupos petroleros, ya que los altos precios de la energía amenazan con desencadenar un revés público. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo en junio que Exxon está ganando “más dinero que Dios”.
El crudo Brent, la referencia internacional, ya cayó desde los 120 dólares por barril de junio hasta cerca de 98 dólares el viernes. Las acciones de Saudi Aramco, que cotizan en Riad, subieron más de 25 por ciento este año. El gobierno sacó a bolsa 1.7 por ciento de las acciones de la petrolera en 2019.
En respuesta a las presiones de EU y Occidente para que aumente la producción de petróleo, la OPEP advirtió de la “disponibilidad seriamente limitada de capacidad excedente” después de años de falta de inversión en todo el sector.
Nasser afirmó que se necesitarán años para “aportar una sólida capacidad adicional”.
Y agregó: “Estamos preocupados por la falta de inversión; incluso ahora, con precios más altos, solo se ven inversiones a corto plazo en el mercado”.
A principios de este mes, la OPEP y sus aliados acordaron uno de los menores aumentos de la producción de petróleo en la historia del grupo, con Arabia Saudita que trabaja para apaciguar a sus aliados occidentales sin tocar su capacidad no utilizada.