La última propuesta se desvía del proyecto de reunir a las dos firmas bajo un holding de propiedad conjunta, una estructura que permitía conservar la marca y los poderes de toma de decisión
La fusión de 58 mil millones de dólares entre Honda y Nissan está al borde de desplomarse, ya que la mayoría de los miembros del consejo de administración de Nissan acordaron rechazar el trato después de un intento de Honda de convertir a su rival en una filial que sea de su propiedad total.
Las dos compañías anunciaron conversaciones sobre una fusión en diciembre del año pasado, pero poco más de 40 días después se amargaron las pláticas, ya que Honda se enfrenta a la presión interna y de los accionistas para que asuma la propiedad total y reviva al grupo automotriz en crisis, de acuerdo con tres personas familiarizadas con el asunto.
La última propuesta, que se presentó a Nissan el fin de semana, se desvía de los planes iniciales de reunir a las dos empresas bajo una compañía holding de propiedad conjunta, una estructura que habría proporcionado espacio para conservar la marca y los poderes de toma de decisiones de Nissan.
Las tensiones surgieron al principio de las negociaciones cuando los rivales no estuvieron de acuerdo con la proporción de capital y la valoración de sus activos, según personas con conocimiento de las conversaciones.
Los ejecutivos de Nissan se sorprendieron con la nueva propuesta —presentada como una oferta de “todo o nada”—, pero la compañía tomará una decisión formal a finales de este mes, dijeron las personas.
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Las conversaciones para una fusión se activaron después de que Foxconn, el fabricante taiwanés por contrato de iPhone, se acercó a Renault para adquirir parte de su participación en Nissan a finales del año pasado. La armadora francesa estuvo deshaciéndose de su participación en la compañía nipona luego de una reestructuración de su alianza de 25 años en 2023.
Durante la reunión del consejo de administración se plantearon preocupaciones sobre el regreso de Foxconn, pero fueron neutralizadas por la oposición a que Nissan se convierta en una filial de Honda, señaló una persona con conocimiento directo de las conversaciones.
Otra persona cercana a Nissan dijo que piensa que el “agresivo” cambio repentino de postura de Honda sugiere que busca una salida a las conversaciones de fusión. La semana pasada, la Renault, que posee una participación de 36 por ciento en Nissan, instó a su socio japonés a negociar una prima más alta sobre sus acciones en la firma para compensar la toma de control por parte de Honda. La compañía francesa también presionó a Nissan para que no alargara las negociaciones, por temor a que necesitara enfocarse en reactivar su negocio.
Renault reiteró su posición e indicó que “la información más reciente transmitida por la prensa muestra que Honda y Nissan todavía no toman una decisión, y también sugiere que la transacción contemplada daría como resultado una adquisición de Nissan por parte de Honda, sin una prima de control para los accionistas de Nissan”. La firma añadió que “defendería enérgicamente los intereses del grupo y sus accionistas”.
Nissan originalmente presentó el argumento del acuerdo como “una fusión entre iguales” para convencer a las facciones dentro del grupo de que se integraran con Honda, pero personas cercanas a Renault afirmaron que, en esencia, se trataba de que Honda tomara el control.
El débil desempeño financiero de Nissan llevó a que su capitalización de mercado se desplomara a una quinta parte de la de Honda, algo que inclina el equilibrio de poder en las negociaciones.
Las acciones de Nissan cayeron alrededor de 5 por ciento y las de Honda cerraron la jornada bursátil con un incremento de 8 por ciento.
Durante la conferencia de prensa en la que se dieron a conocer las negociaciones de fusión en diciembre, el jefe de Honda, Toshihiro Mibe, afirmó que era necesaria una estructura de holding para proteger ambas marcas, aunque Honda tomaría inicialmente la iniciativa.
Toshihiro Mibe advirtió en varias ocasiones que la fusión solo se llevaría a cabo si Nissan ejecutaba con éxito un plan de cambio de rumbo que implicaba reducir la capacidad de producción en 20 por ciento y eliminar 9 mil puestos de trabajo.
Honda y Nissan informaron en diferentes declaraciones que originalmente planeaban finalizar y anunciar la dirección de su integración de administración para finales de enero, pero ese plan se aplazó hasta mediados de febrero.