Bruselas está dispuesta a presentar medidas de “último recurso” para frenar los precios del gas, en un momento en que la Unión Europea trata de aliviar la crisis de energía del bloque y prepararse para retos de suministro aún más grandes el próximo año.
De acuerdo con el proyecto de propuesta de la Comisión Europea que pudo ver Financial Times, la Unión Europea podrá intervenir en los mercados y fijar un “precio máximo dinámico” al que puedan realizarse las transacciones de gas en el Dutch Title Transfer Facility (TTF), una referencia para el combustible que se comercializa en el bloque.
Los planes son fruto de una reunión extraordinaria de los comisionados de la Unión Europea que se llevó a cabo el domingo y se presentarán de manera formal después de una segunda cita mañana de la división ejecutiva del bloque.
El mecanismo solo se utilizará como “medida de último recurso” si los precios del gas alcanzan niveles insostenibles, de acuerdo con el documento, y no debe aumentar el consumo de gas ni afectar a los flujos dentro de la Unión Europea.
El límite techo de emergencia solo debe durar tres meses, se agrega en el documento.
Un diplomático de la Unión Europea calificó el paquete como algo “histórico” por su ambición. “Si tratas de delimitar lo que esto abarca, es enorme”, aseguró.
Los precios del gas en el mercado TTF son hasta 200 por ciento más altos que en octubre de 2021 debido a la restricción de Rusia en el suministro a la Unión Europea, una represalia por las sanciones que aplicó el bloque contra Moscú y apoyo a Ucrania.
Las industrias que hacen un uso intensivo de la energía ya cerraron cientos de fábricas en toda Europa, mientras que el aumento de las facturas de energía alimenta una inflación que alcanza un máximo de décadas.
El próximo año puede ser todavía más difícil si se corta por completo el suministro ruso, que ahora es menos de una cuarta parte de lo que era, y repunta la demanda de energía de China, cuyas industrias se ven restringidas debido a la política de Pekín de “covid cero”.
El borrador de la propuesta surgió mientras los Estados miembros se preparan para una cumbre en Bruselas el jueves y el viernes que tiene el objetivo de encontrar soluciones para frenar la crisis. Las capitales de la Unión Europea se encuentran en desacuerdo respecto a la mejor manera de hacer frente al incremento de los precios de la energía, y la cuestión de un tope de los precios del gas resulta polémica.
Alemania, los Países Bajos y Dinamarca afirman que la intervención en el mercado provocará un aumento del consumo al bajar los precios en un momento en que el ahorro de gas es fundamental; sin embargo, otros países de la Unión Europea temen que un nuevo aumento de las tarifas de la energía pueda avivar el malestar social.
Italia, Grecia, Polonia y Bélgica fueron algunos de los Estados miembros que propusieron la semana pasada un mecanismo de tope de precios.
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Un diplomático de alto nivel de la Unión Europea dijo que el uso de los precios del TTF como referencia da “claridad y previsibilidad” a las empresas. Los Estados miembros querían asegurarse de que la comisión se adhiera a un calendario estricto para la entrada en vigor de las nuevas normas.
En el proyecto de la comisión se sugiere que el tope máximo de los precios del gas TTF debe funcionar junto con otras medidas destinadas a reducir los precios, incluida la compra conjunta obligatoria del combustible.
La Unión Europea de hecho ya negoció con Noruega, el mayor proveedor de gas del bloque, para intentar colaborar en la reducción de costos.
Otras propuestas pretenden limitar la volatilidad de los mercados de derivados de energía, obligar a reducir el consumo del combustible y crear una nueva referencia para el gas natural licuado a largo plazo.
Bruselas también presiona a las capitales de la Unión Europea para que lleguen a acuerdos con los vecinos para suministrar energía en caso de cortes. Según el documento, hasta ahora solo se han cerrado seis de los “más de 40” acuerdos de este tipo. La compensación por suministrar gas a un vecino, por ejemplo, debe fijarse en el precio promedio del mercado durante los 30 días anteriores, señala.
Sin embargo, los críticos del sector cuestionan por qué las empresas que no son de propiedad estatal aceptarán vender gas con un tope de precios en medio de una emergencia de suministro, cuando el costo de reponer sus propias existencias tendrá aumentos. En el sector de energía se teme que la intervención en el mercado al final empeore cualquier crisis de suministro.
La Comisión Europea indicó que no suele hacer comentarios sobre las propuestas filtradas.