¿Podrá el nuevo CEO darle un cambio de rumbo a Boeing?

Kelly Ortberg, veterano ejecutivo del sector aeroespacial de 64 años, se enfrentará a una posible huelga laboral y trabajos para estabilizar la producción y mejorar la seguridad de aviones comerciales

El directivo se graduó en la Universidad de Iowa en 1982 como ingeniero mecánico. AFP
Sylvia Pfeifer y Claire Bushey
Chicago y Londres /

Robert Kelly Ortberg se enfrenta a una larga lista de tareas pendientes como nuevo director ejecutivo de Boeing: una posible huelga laboral el próximo mes, mejorar la calidad y estabilizar la producción de aviones comerciales, reconstruir las relaciones con los clientes y los reguladores, y mantener la calificación crediticia por encima del territorio de basura.

El veterano ejecutivo del sector aeroespacial de 64 años de edad salió de su retiro para tomar las riendas de Boeing a partir del 8 de agosto, y también se unirá a su junta directiva.

Su nombramiento se produce después de que el histórico fabricante se declarara culpable de un cargo penal, admitiendo que engañó a los reguladores estadunidenses sobre un sistema de control de vuelo que causó dos accidentes fatales de aviones modelo 737 Max. También tiene dificultades para mejorar los procesos de seguridad y calidad en la producción después de que un panel de la puerta estalló y se desprendió en pleno vuelo comercial en enero.

Ortberg ocupó una serie de puestos importantes en el fabricante de aviónica Rockwell Collins, donde fue su director ejecutivo durante cinco años hasta su venta por 30 mil millones de dólares a United Technologies.

El consejo de administración lo eligió sobre otros candidatos potenciales, entre ellos Pat Shanahan, director ejecutivo del proveedor Spirit AeroSystems, y Stephanie Pope, que comenzó como directora del negocio de aviones comerciales de Boeing a principios de este año.

Recibirá un salario base anual de 1.5 millones de dólares, así como incentivos para el próximo año valorados en 20.5 millones de dólares, según un documento regulatorio. Este año, Ortberg recibirá 1.25 millones en efectivo y otra remuneración valorada en 16 millones.

Boeing necesita “un gran reinicio”, dijo Kevin Michaels, director gerente de AeroDynamic Advisory, que trabajó con Ortberg en Rockwell Collins en la década de 1990. Aunque expresó optimismo sobre la capacidad de Ortberg para abordar el desafío, “culturalmente se va a topar con problemas”, dijo Michaels.

Ortberg nació en Dubuque, Iowa, y se graduó en la Universidad de Iowa en 1982 con un título en ingeniería mecánica. Se mudó al suroeste para trabajar como ingeniero en Texas Instruments antes de regresar a su estado natal en 1987 para un trabajo como gerente de programa en Rockwell.

En Rockwell, Ortberg ayudó a conseguir el trabajo en el 787 Dreamliner de Boeing después de que el competidor Honeywell pudo vencer a la compañía para convertirse en el principal proveedor de aviónica para el 777, dijo el analista de Melius Research Robert Spingarn. Reinventó la aviónica basada en software en lugar de hardware, de modo que “no había que sustituir un montón de equipo para actualizar el sistema”. El cambio hizo posible ampliar el mismo sistema a diferentes aviones y aerolíneas y mejoró el retorno de la inversión de la compañía.

“Es un ingeniero y un creador de consenso que sabe cómo vender la visión de un producto”, señaló Spingarn.

Ron Corbett, vicepresidente de desarrollo económico de la Alianza Económica Metropolitana de Cedar Rapids, dijo que los residentes de la ciudad estaban preocupados por la pérdida de empleos a raíz de la venta de Rockwell Collins. Ortberg “intentaba hacer todo lo posible para mantener las cifras de empleo donde debían estar, posicionar a la empresa para el crecimiento, pero también ser sensible con los accionistas”, dijo Corbett.

Ortberg y su esposa, Valerie, se mudaron a Florida en 2018 después de que se cerrara el trato. Ahora planea mudarse a Seattle para dirigir Boeing, compañía que es blanco de críticas por trasladar su sede corporativa lejos de sus fábricas, primero a Chicago y luego a Arlington, Virginia.

Jon Holden, presidente de la Asociación Internacional de Maquinistas del Distrito 751, el sindicato que negocia un nuevo contrato para los trabajadores del estado de Washington que construyen los aviones de Boeing, calificó la decisión de nombrar a un director ejecutivo con sede en Seattle como “un paso en la dirección correcta”.

Rich Plunkett, director de desarrollo estratégico del sindicato que representa a los ingenieros de Boeing, dijo que espera trabajar con Ortberg “con la esperanza de devolver a Boeing sus principios de ingeniería y su cultura de resolución de problemas, donde los empleados son parte de la solución en lugar de un costo que debe minimizarse”.

Boeing necesita un “médico de la compañía”, dijo Nick Cunningham, analista de Agency Partners, similar a Louis Gallois, el veterano ejecutivo industrial francés y solucionador de problemas de la compañía que fue reclutado para dirigir EADS, la antigua matriz de Airbus, hace casi dos décadas. Cunningham dijo que Ortberg “recordaba” cualidades similares en Rockwell Collins, y parece “directo, carismático y no demasiado grandilocuente”.

Chuck Hammond, propietario y director ejecutivo de Raining Rose, fabricante de Cedar Rapids, conoce a Ortberg, no como el jefe de una empresa pública, sino como su amigo de casi tres décadas, y lo describió como “el tipo de persona a la que le importan las cosas”.

Al principio de sus carreras, Hammond alguna vez le preguntó a Ortberg si pensaba que era importante reunirse personalmente con los empleados sin una agenda previa. Ortberg era “un tipo sensato”, por lo que se sorprendió al saber que pensaba que las “reuniones individuales” eran fundamentales.

“Estaba claro que le interesaban las personas con las que trabajaba y quería aprender de ellas”, dijo Hammond.

No entiende del todo por qué su amigo quiere abordar la dirección de una empresa con problemas tan grandes, pero piensa que puede ser porque quiere marcar una diferencia.

“Es una vocación”, dijo. “Parece que ganó el lado bueno, poner a alguien así a cargo de una empresa como esa. Todavía no lo entiendo del todo, pero aprecio lo que está haciendo”.
Financial Times Limited. Declaimer 2021

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