Por estancamiento, riesgo de alza en materias primas

FINANCIAL TIMES

Mercados. La próxima burbuja del sector ayudará a hacer el cambio final de combustibles fósiles a energías renovables.

Las acciones de los materiales, tan bajas como en el último siglo. Brendan McDermid/Reuters
Rana Foroohar
Londres /

En la actualidad en el mundo hay muchos activos caros. La última década de política monetaria laxa y los fondos de dinero de los bancos centrales crearon la infame “burbuja de todo”. Esta es una de las razones por las que hay un extraño entorno de inversiones con fluctuaciones, donde todo tipo de cosas, desde acciones de riesgo hasta el oro suben al mismo tiempo.

Pero algo se mantuvo confiablemente barato, las materias primas. Mientras que el mercado de valores de EU que sigue aumentando a nuevos máximos, es casi tan caro como lo ha sido en los últimos 150 años, frente a las acciones las materias primas son tan baratas como en el último siglo.

Parte de esto es algo natural, y estructural. En los últimos 200 años, el precio real de las materias primas industriales muestra tendencia a la baja. Eso se debe a que cada vez que hay un nuevo pico de precios que disrumpe lo que normalmente es un mercado bajista a largo plazo, las compañías y los consumidores hacen ajustes. Pueden sustituir una materia prima cara con una más barata, desarrollar tecnología que les permita una extracción más eficiente o (bueno), en realidad tratar de conservar energía. En ese sentido, quién en mi generación podría olvidar la petición presidencial de Jimmy Carter en 1977, en medio de la crisis energética, de que los estadunidenses rechazaran sus termostatos, que presentó en la Casa Blanca mientras vestía con una chamarra gruesa.

Con la excepción de un par de picos, los precios de las materias primas industriales han caído en relación con el S&P 500 desde entonces. Y la mayoría de la gente piensa que hay buenas razones para que eso continúe.

En un mundo deflacionario, al final de un ciclo de recuperación, con el envejecimiento de las poblaciones que consumen menos y una economía global que depende menos de la fabricación de productos pesados en relación con los servicios, hay factores que mantienen las materias primas, incluso si no “experimentamos una recesión en EU o el resto del mundo”.

A estos factores se les suma el comodín de la intensificación del conflicto entre Estados Unidos e Irán, así como un impulso global hacia mayores acciones para prevenir el cambio climático. Puede que esto último no sea una prioridad para la administración estadunidense, pero sí para los jóvenes activistas que son una proporción cada vez mayor de votantes.

Como la mayoría de los directores ejecutivos, economistas y responsables de la formulación de políticas, las generaciones más jóvenes creen que es inevitable un cambio para alejarse de los combustibles fósiles. En los círculos de inversión, incluso se habla de que los buques petroleros se conviertan en “activos varados”, cuyo valor caerá precipitadamente a medida que la energía renovable ocupa el lugar central.

Sin embargo, después de haber visto el último gran aumento del precio del petróleo impulsado por la demanda en 2008, así como el aumento de los precios con un impulso en mayor medida financiero en 2011-12, que finalmente se deshizo cuando los bancos centrales se retiraron de la expansión cuantitativa, creo que no es prudente suponer que entramos en un mercado de materias primas permanentemente a la baja, al menos no todavía.

La amenaza que se cierne sobre los derechos de pensiones y asistencia de salud en EU sin financiamiento, junto con la voluntad de los banqueros centrales y los responsables de la formulación de políticas para tratar de inflarlo imprimiendo dinero —y de esta forma debilitando el dólar— puede convertir al oro en el nuevo activo más popular de los próximos años. Algunas de las tendencias pueden conducir a un aumento de los precios de las materias primas en general, a pesar de que la perspectiva de una guerra más amplia que comience en el Medio Oriente aún no crea un aumento sostenido en el precio del petróleo.

Hay muchas razones —desde el gasto deficitario hasta el riesgo político o que estalle una burbuja de deuda corporativa— para que el dólar se debilite. Si eso sucede, las materias primas, que se mueven de manera inversa al dólar, aumentarán. Es probable que el mercado de valores de Estados Unidos caiga, ya que los márgenes corporativos son ajustados y no hay mucho espacio para amortiguar el aumento de los precios de la energía y los insumos. Si el dólar se debilita, todos los costos de las cadenas de suministro en el extranjero también aumentan.

En caso de que eso suceda, no hay muchas dudas de que la Reserva Federal de EU trate de impulsar el mercado con una mayor expansión monetaria. Pero dado que todos los bancos centrales del mundo dicen que la política monetaria no puede apuntalar el mercado para siempre, es posible que un movimiento de ese tipo no provoque un aumento adicional de las acciones, sino una estampida hacia el oro y quizás hacia activos de materias primas en general.

La expansión cuantitativa fue un factor importante en el último aumento de precios de las materias primas, que no son sólo para los negocios, sino activos negociables para los especuladores. Y esta es una teoría que algunos inversores impulsan actualmente.

Este escenario sólo se desarrollará si no hay un colapso significativo en el crecimiento mundial que cambie el panorama subyacente de la demanda. Pero es posible que las cosas vayan en otro sentido, particularmente si el crecimiento en Europa o China empieza a flaquear junto con el de EU.

Aún así, si los precios de las materias primas aumentan, habrá innumerables ramificaciones. Empezarán a verse a los jefes de los Estados petroleros envalentonados aún más, y un aumento en el nacionalismo populista a escala mundial: la inflación en los precios de los alimentos y el combustible afecta más a los pobres, lo que fomenta la volatilidad política. Eso, a su vez, creará una agitación comercial y el tipo de disrupción que los mercados no están considerando actualmente.

En el lado positivo la demanda de materias primas es elástica a los precios, una vez que estos suben demasiado, la demanda siempre cae. Reemplazar una fuente de energía con otra se ha desarrollado durante cientos de años, y continúa. En un mundo ideal, la próxima burbuja de materias primas, ayudará a hacer el cambio final: alejarse de los combustibles fósiles hacia las energías renovables. 

Estabilidad

A pesar del incremento que se observa en diferentes entornos económicos, solo las materias primas se mantienen baratas.

Por 200 años

El precio real de las materias primas industriales muestra tendencia a la baja desde hace 200 años, gracias a que los mismos consumidores hacen ajustes.

El cambio

Las generaciones más jóvenes creen que es inevitable un cambio para alejarse de los combustibles fósiles.

Amenaza

Algunas tendencias muestran la tendencia a un aumento en las materias primas, como que inicie una guerra con Medio Oriente.

Nacionalismo

Si los precios aumentan, habrá innumerables ramificaciones. Empezarán a verse a los jefes de los Estados petroleros envalentonados aún más, y un aumento en el nacionalismo populista a escala mundial.


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