¿Por qué India puede convertirse en una superpotencia?

Con su enorme población y una gran economía, la nación puede ser una fuerza estabilizadora influyente una vez que logre mantener su equilibrio, mejore la educación y modernice la infraestructura

¿Por qué India puede convertirse en una superpotencia?
Martin Wolf
Londres /

“Tengo la firme convicción de que en 2047, cuando el país celebre 100 años de independencia, mi país será una India desarrollada”. Así habló Narendra Modi, primer ministro de India, en el Día de la Independencia de 2023. ¿Es factible su aspiración? Sí. ¿Es verosímil? No. Pero todavía es probable que la nación sea una superpotencia para entonces, con una economía, en cierta medida, tan grande como la de Estados Unidos. ¿Cómo puede llegar a eso? ¿Qué desafíos enfrentará? ¿Qué significará para el mundo?

La semana pasada abordé el tema del futuro económico de India en conferencias en el Consejo Nacional de Investigación Económica Aplicada y la Consumer Unity and Trust Society en Nueva Delhi. Ilustré el reto de convertirse en un país de altos ingresos comparando a India con el país más pobre clasificado como “avanzado” por el Fondo Monetario Internacional (FMI): Grecia. En 2023, el producto interno bruto (PIB) per cápita de India en paridad de poder adquisitivo era poco menos de una cuarta parte del de Grecia. Si el PIB de Grecia crece apenas un 0.6 por ciento (su tendencia 1990-2029, según pronósticos del FMI) y el de India crece 4.8 por ciento, el PIB de India sería solo 60 por ciento del de Grecia para 2047. Si se igualaran en 2047, la tasa tendría que aumentar a 7.5 por ciento anual. Eso no estaría muy por debajo de la de China entre 1990 y 2012, cuando alcanzó la cifra anual de 9 por ciento.

El panorama del tamaño agregado es bastante diferente. Los pronósticos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) indican que para 2050 la población de India será de mil 670 millones, frente a mil 320 millones en China y 380 millones en Estados Unidos. Con más de cuatro veces su población, no será difícil para India igualar la producción económica total de EU. De hecho, si el PIB de India creciera solo 5 por ciento anual hasta 2047 (muy por debajo de su tasa tendencial anual de 6.3 por ciento entre 1990 y 2029), y el PIB de estadunidense creciera a 2.3 por ciento (su tendencia entre 1990 y 2029, sobre una base similar), la economía de India igualaría a la de EU.

Estados Unidos aún sería más avanzado en tecnología y tendría una productividad mucho mayor. Tampoco es probable que la capacidad de fabricación de India iguale alguna vez a la de China: la participación de su sector industrial en el PIB no solo es mucho menor que la de China, sino que ya está en declive; sin embargo, el tamaño importa: con su enorme población y una gran economía, India puede ser una superpotencia, aunque no igualará a China o a Estados Unidos.

¿Qué evitará que esto ocurra? Una razón puede ser la desaceleración del crecimiento económico mundial señalada en las Perspectivas de la economía mundial de abril de 2024 del FMI. El impacto y el alcance de esta desaceleración estructural (con los elementos de desaceleración y cambio demográfico de China en el panorama) pueden empeorar con un gran salto en el proteccionismo desencadenado por la posible reelección de Donald Trump. A más largo plazo, la crisis climática puede afectar el crecimiento económico, así como el bienestar humano en general ―como argumenté la semana pasada. Tampoco es inimaginable la guerra entre las superpotencias. En cambio, algunos esperan que la inteligencia artificial reactive el crecimiento económico, pero eso es cuestionable.

Un punto crucial es que los indios necesitarán que su economía crezca al menos dos veces más rápido que la producción mundial. Esto significa que sus exportaciones también tendrán que crecer al menos dos veces más rápido que la producción mundial para que el ratio comercial no caiga: de lo contrario, la economía se volverá cada vez más cerrada.

En un artículo reciente, Shoumitro Chatterjee y Arvind Subramanian argumentan cualquier nuevo episodio de aversión al comercio. Señalan la creencia generalizada de que “India es un país grande con un mercado grande”, pero el verdadero tamaño del mercado de bienes y servicios comercializables se sitúa entre 15 y 45 por ciento del PIB, dada la pobreza generalizada.

De nuevo, algunos argumentan que “las exportaciones no han sido importantes para el crecimiento de India”, pero, de hecho, las exportaciones han sido cruciales, sobre todo porque pagan las importaciones necesarias, aumentan la competencia y ofrecen acceso a conocimientos globales. Por último, la gente asegura que “las oportunidades globales están desapareciendo”, pero la participación de India en las exportaciones mundiales de mercancías (excluido el comercio dentro de la Unión Europea) fue de apenas 2.2 por ciento en 2022, frente a 17.6 por ciento de China. Incluso sus exportaciones de servicios comerciales representaron solo 4.4 por ciento del total mundial, muy por debajo de la participación de EU de 12.8 y de 6 por ciento en China.

Además, y esto es crucial, India tiene fortalezas. Es un “acompañante” obvio en un mundo de “China más acompañante”. India tiene buenas relaciones con Occidente, algo que es estratégicamente importante, pero también lo suficiente como para que le importe a todos los demás. Puede ser lo que el FMI llama un “país conector” en la economía mundial. De hecho, puede y debe liderar la liberalización del comercio, a escalas nacional y global. India también tiene la ventaja de su diáspora, que es muy influyente, sobre todo en Estados Unidos. No menos importante es que los recursos humanos de India le dan la capacidad de diversificar y mejorar la economía con el tiempo. Debe explotar esto. El tamaño, en definitiva, da peso al país. India no solo está limitada por el mundo: puede y debe darle forma.

Sin embargo, lo que más importará es cómo India se maneja. Sus mayores desafíos son internos: mantener la estabilidad, mejorar la educación, defender el estado de derecho, modernizar la infraestructura, proporcionar un entorno de primera clase para la inversión, fomentar la inversión interna y acelerar su cambio hacia la energía limpia.

Las recientes elecciones me hicieron sentir más optimista. El país debe seguir teniendo un gobierno estable, pero el BJP de Modi recibió una lección de humildad. Espero que esto persuada al gobierno a centrar sus esfuerzos en la economía y el bienestar de la población, en lugar de en las propias guerras culturales de India. El país puede ser una fuerza estabilizadora influyente e importante en el mundo. Todos debemos tener la esperanza de que esté a la altura de estas circunstancias.

Financial Times Limited. Declaimer 2021


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