Banqueros y abogados que trabajan para algunas de las compañías de telecomunicaciones más grandes de Europa anticipan una bonanza de acuerdos a raíz del dictamen del tribunal el mes pasado que asestó un golpe a la estricta política de competencia de la Unión Europea.
A finales de mayo, el Tribunal General, el segundo más alto de la Unión Europea, anuló la decisión de 2016 de la Comisión Europea de bloquear la adquisición de la firma O2 en Reino Unido con valor de 10 mil 250 millones de libras por su rival más pequeño: Three, propiedad del conglomerado de Hong Kong CK Hutchison.
El fallo potencialmente allanó el camino para una nueva ronda de consolidación en el sector de las telecomunicaciones, señalaron expertos antimonopolio. Su impacto también puede extenderse a otras industrias, entre ellas la del acero, donde la comisión frustró el año pasado la fusión de Tata Steel y Thyssenkrupp, dado que las empresas buscan tener más poder.
Los mercados donde todavía hay cuatro operadores de telecomunicaciones móviles, como Dinamarca y Suecia, han sido propuestos como candidatos para la consolidación. Hutchison, que llegó a acuerdos para comprar rivales móviles en Italia, Irlanda y Austria antes de verse frustrado en Reino Unido, es un posible consolidador, de acuerdo con una persona con conocimiento directo de la estrategia de la compañía. Hutchison no quiso hacer comentarios.
Margrethe Vestager, comisionada de competencia de la Unión Europea, se opuso a una fusión de telecomunicaciones en su natal Dinamarca en 2015. Esto llevó a que se abandonara un acuerdo entre Telia y Telenor para fusionarse en el país, según personas con conocimiento del asunto.
España, que tiene cinco participantes en el sector de telecomunicaciones, también es considerada como un candidato para la consolidación, sobre todo después de que MasMovil, la marca contendiente de rápido crecimiento del país, llegó a un acuerdo para que tres grandes fondos la volvieran privada. Eso llevó a especular sobre una futura unión con Vodafone, compañía en dificultades en el país, o con Orange, firma de telecomunicaciones de propiedad francesa, para reducir la presión sobre los precios en el mercado ibérico.
Sara Ashall, abogada en la práctica antimonopolio de Shearman & Sterling en Bruselas, dijo que este “dictamen va a asestar un golpe a la confianza de la comisión y pone en duda qué tan agresivos pueden ser al bloquear las fusiones”.
“También le da más confianza a las compañías para tratar de fusionarse. Incluso en los casos en los que antes pensaban que no tenían una posibilidad, ahora pueden intentarlo”, agregó.
Bruselas se encuentra en una posición debilitada después de que el tribunal dictaminó que la Unión Europa cometió “varios errores de derecho” al evaluar los posibles efectos perjudiciales para los consumidores en el acuerdo Three-O2, y que no proporcionó suficientes pruebas de que los precios iban a subir o que la competencia iba a sufrir.
“Las empresas que planean grandes acuerdos se alegrarán de que se redujo la libertad de la comisión y los operadores móviles van a desempolvar los planes de consolidación que archivaron hace cuatro años”, dijo Ashall.
El fallo llega en un momento difícil para la Unión Europea y la comisión. Las compañías europeas se ven expuestas a adquisiciones extranjeras que cuentan con respaldo del Estado dada la reciente caída en las valoraciones que se desató por los estrictos confinamientos que provocó el coronavirus.
Thomas Wilson, un socio antimonopolio del bufete de abogados Kirkland & Ellis, advirtió que el fallo del Tribunal General puede suponer una carga adicional tanto para las compañías que buscan fusionarse como para la comisión.
“Dadas las estrictas normas legales que estableció el tribunal”, dijo Wilson, “la sentencia probablemente anunciará un escrutinio todavía más minucioso y tiempos de revisión más largos para las fusiones en mercados donde solamente hay unos cuantos competidores y altas barreras de entrada”.
“El dictamen también va a exigir que la comisión lo piense dos veces antes de bloquear los acuerdos”, aseguró.
Con información de: Michael Pooler
Campeón europeo
París y Berlín instaron a Bruselas a permitir la creación de los denominados campeones europeos después de que se bloqueó la fusión de la francesa Alstom y la alemana Siemens.
Contra fusión
Bruselas puede argumentar que los jueces malinterpretaron su estándar de prueba en el caso y que hay evidencia para demostrar que la fusión habría debilitado a sus rivales en Reino Unido.
Bienestar
La Unión Europea no puede de perder este caso porque el bienestar del consumidor está en juego, dijo una persona familiarizada con la fusión.