Una cuarta parte de los directores ejecutivos de todo el mundo espera que el despliegue de la inteligencia artificial (IA) generativa conduzca a reducciones de plantillas de al menos 5 por ciento este año, de acuerdo con una encuesta que se dio a conocer mientras los líderes mundiales y empresariales se reúnen en el Foro Económico Mundial, que se realiza en Davos, Suiza.
Las industrias más propensas a predecir pérdidas de puestos de trabajo debido a las herramientas de vanguardia de la IA son los medios y el entretenimiento, la banca, los seguros y la logística, de acuerdo con una encuesta a altos directivos que realizó PwC previo al foro. Las empresas de ingeniería y construcción son las que tienen menos probabilidad de anticipar recortes debido a la automatización, junto con las firmas de tecnología.
Alrededor de 46 por ciento de las personas encuestadas espera que utilizar la inteligencia artificial generativa —sistemas que son capaces de producir textos, imágenes y programación similares a los que realizan los seres humanos— aumente la rentabilidad en los próximos 12 meses, se agregó en la encuesta; sin embargo, 47 por ciento dijo que la tecnología generará poco o ningún cambio.
Las conclusiones, basadas en entrevistas a 4 mil 702 directivos de empresas repartidas en 105 países, apuntan a las profundas repercusiones que se espera que tengan los modelos de inteligencia artificial en la economía y las sociedades, un tema que ocupará un lugar destacado en las reuniones anuales en Davos.
Los ejecutivos al frente de la IA, entre ellos Sam Altman, el recientemente restituido director de OpenAI, y Satya Nadella, de Microsoft, tienen programado asistir al encuentro. Si bien muchos economistas dicen que esperan que la inteligencia artificial conduzca a aumentos de productividad mientras se vuelve más generalizada, también llevará a trastornos en la fuerza laboral.
La encuesta de PwC muestra que una proporción cada vez mayor de ejecutivos prevé el fortalecimiento del crecimiento económico en 2024, pero se muestran preocupados por una mayor necesidad de responder a los acontecimientos revolucionarios, entre ellos la inteligencia artificial generativa y el cambio climático.
“A medida que los líderes empresariales se muestran menos preocupados por los desafíos macroeconómicos, se muestran cada vez más enfocados en las fuerzas disruptivas dentro de sus industrias”, dijo Bob Moritz, presidente global de PwC.
“Ya sea acelerando el despliegue de la inteligencia artificial o construyendo sus negocios para abordar los retos y oportunidades de la transición climática, este es un año de transformación”, agregó.
Un número cada vez mayor de directivos planea desplegar la inteligencia artificial generativa en los próximos meses, de acuerdo con la encuesta, después de que 32 por ciento informó que en el último año la adoptó en su empresa. Alrededor de 58 por ciento espera que mejore la calidad de sus productos o servicios en los próximos 12 meses, mientras que 69 por ciento dice que sus empleados tendrán aprender nuevas habilidades.
El año pasado, Goldman Sachs predijo que los últimos avances en IA podían llevar a la automatización de una cuarta parte del trabajo que se hace en Estados Unidos y la eurozona, al tiempo que desencadenarán un auge de la productividad que acabará elevando el producto interno bruto anual en todo el mundo en un 7 por ciento durante una década.
En cuanto a los riesgos derivados de la IA, la encuesta muestra que los ejecutivos están más preocupados por la ciberseguridad y la propagación de la desinformación.
A más corto plazo, el estudio apunta a que disminuye la ansiedad sobre las perspectivas generales, con menos de una cuarta parte de los directivos declarando que su empresa está “muy/extremadamente” expuesta a la amenaza de la inflación, lo que representa un fuerte descenso respecto a la lectura de 40 por ciento del año pasado.
Alrededor de 38 por ciento piensa que la economía mundial gozará de mejor suerte este año, el doble del 18 por ciento que respondió de forma similar en 2023. Esta cifra está muy por debajo del optimismo por el crecimiento que acompañó al final de los confinamientos por el covid en años anteriores.
Los resultados reflejan la esperanza de que lo peor del repunte inflacionario que afectó a las economías a partir de 2021 ya pasó, y se producen en medio de la especulación de los inversionistas de que los bancos centrales, encabezados por la Reserva Federal, empezarán a recortar las tasas de interés oficiales en esta primavera.
De todas las regiones que cubre la encuesta de PwC, los ejecutivos de Asia y Norteamérica son los menos preocupados por la inflación, con alrededor de 20 por ciento que afirma estar extremadamente o muy expuesto al crecimiento de los precios. Los de África se encuentran entre los más preocupados por la vulnerabilidad de sus compañías al alza de precios.
Sin embargo, la inflación y la volatilidad macroeconómica se impusieron a otras amenazas, por delante de los riesgos cibernéticos, la volatilidad geopolítica y el cambio climático.