Herencias de baby boomers generará desigualdad: Reino Unido

FT MERCADOS

El legado que dejará los baby boomers a sus hijos supondrá la mayor transferencia de riqueza de la historia entre generaciones.

Herencia de baby boomers creará desigualdad económica.
Emma Agyemang
Ciudad de México /

Roy Jenkins, exministro de Finanzas del Reino Unido y presidente de la Comisión de la Unión Europea, describió una vez el impuesto a la herencia como un “impuesto voluntario”, que solo pagan los que desconfían más de sus herederos de lo que les desagradan las autoridades fiscales.

Pero a medida que la riqueza de los baby boomers comienza a llegar a las generaciones más jóvenes, y con las arcas gubernamentales de todo el mundo agobiadas por los costos de la pandemia y el envejecimiento de la población, crece el debate sobre si debería ser, como mínimo, menos voluntario.

Para 2045, se transferirán alrededor de 90 billones de dólares tan solo en Estados Unidos de las personas nacidas antes de 1964 a sus herederos, según una investigación de Cerulli Associates. Muchos argumentan que los gobiernos deberían fijar la mira en esa riqueza, en lugar de gravar los ingresos y el consumo de las generaciones más jóvenes, que a menudo batallan con los costos de la educación superior y la vivienda.

Gabriel Zucman, profesor de economía en la Escuela de Economía de París y en la Universidad de California en Berkeley, a quien el G20 le pidió que examine una propuesta para un impuesto mínimo coordinado a los superricos, argumenta que “existen enormes necesidades públicas para la atención de salud, educación o lucha contra el cambio climático”.

Los impuestos sobre el patrimonio en general, y los impuestos sobre las herencias en particular, actualmente recaudan muy pocos ingresos. Pero Lucas Chancel, codirector del World Inequality Lab y profesor de Sciences Po y de la Harvard Kennedy School, dice que son importantes “porque ayudan a prevenir la reproducción de las desigualdades de una generación a la siguiente y tienen el poder de recaudar dinero para bienes públicos”. 

“¿Cuál es la justificación de que una persona nazca con 100 millones de euros porque los heredó, y otra persona nazca con 0 euros?”, pregunta. 

Estos argumentos cobran cada vez más relevancia ante el creciente debate sobre la igualdad intergeneracional y el crecimiento en las filas de los superricos.

La generación más rica

Alex Cobham, director ejecutivo de Tax Justice Network, dice que la generación de los baby boomers --que generalmente se considera como aquellos nacidos entre 1946 y 1964-- ha sido inusualmente afortunada en términos de acumulación de riqueza. Parte de esto se debe a “factores económicos y del Estado en los que no tenían ningún papel individual”, añade.

El banco suizo UBS estimó el año pasado que los mil 23 multimillonarios de todo el mundo de 70 años o más tenían un patrimonio combinado de 5.2 billones de dólares. También encontró que en 2023 se crearon más nuevos multimillonarios a través de la herencia, que a través del espíritu empresarial por primera vez desde que comenzó su encuesta anual en 2015. 

“(Herencia)...claramente se está convirtiendo en un factor cada vez más importante en la creación de nuevos multimillonarios”, se dice en el informe.

Pero los impuestos a la herencia son políticamente difíciles, a pesar de su alcance limitado, en parte porque los votantes sienten firmemente que los legados que hacen a sus hijos no son asunto del gobierno.

el dato..

90 billones de dólares

Transferirán los baby boomers a sus herederos en 2045

Los expertos advierten que es poco probable que los impuestos de sucesiones más altos por sí solos mejoren las finanzas estatales y harán poco para resolver la desigualdad, ya sea entre generaciones o dentro de ellas. Pero podrían dar lugar a ventas forzadas de activos, que causarían una disrupción al orden de los mercados y crearían desincentivos para ahorrar, invertir o asumir riesgos.

Un impuesto a la herencia no soluciona el problema de fondo: una economía en declive y una población que envejece”, dice Aswath Damodaran, profesor de finanzas en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York.

“Le estás robando a Pedro para pagarle a Pablo, y ni siquiera para pagarle a Pablo, sino para pagarle al hijo de Pablo, porque Pablo no ahorró”, dice Damodaran.

Con los boomers más jóvenes, que este año cumplirán 60 años, la transferencia de riqueza ya está en marcha, los responsables de la formulación de políticas se quedan ante preguntas cada vez más urgentes sobre si influir en el resultado y cómo hacerlo. Sus respuestas podrían moldear la política fiscal durante muchos años.

Los impuestos a la herencia se remontan al imperio romano y son mucho más antiguos que los impuestos más recientes, como el impuesto sobre la renta. Pero están en repliegue desde la década de 1970.

Suecia, Canadá, Australia y Nueva Zelanda se encuentran entre los países que ya los eliminaron por completo. En el estudio comparativo más reciente de la OCDE, que se publicó en 2021, se encontró que los impuestos a la herencia en 2019 representaron solo el 0.5 por ciento de los ingresos fiscales totales en promedio en los países que aplican ese tipo de impuestos, en comparación con el 1.1 por ciento en 1965.

“En fecha tan reciente como 1976, el impuesto de sucesiones en EU se aplicaba a más de 7 por ciento de todos los descendientes con una tasa máxima de 70 por ciento”, dice Gabriela Sandoval, directora ejecutiva del Excessive Wealth Disorder Institute, un grupo de presión con sede en EU. Para 2019, añade, esa cifra se había reducido a solo 0.07 por ciento de los descendientes, un nivel que “permite la concentración de la riqueza en muy pocas manos”.

Bill Gale, investigador sénior de la Brookings Institution y codirector del Urban-Brookings Tax Policy Center, dice que los cambios que introdujo el presidente Donald Trump en 2017 “evisceraron el sistema del impuesto de sucesiones sobre el patrimonio” en EU. “El umbral de las herencias se elevó a niveles muy altos y hay varias formas de evitarlo”.

el dato...

5.2 billones de dólares...

De de patrimonio tiene en promedio cerca de 1,023 personas de 70 años

Las herencias en EU solo se gravan si superan los 13.61 millones de dólares (mdd). Aunque se trata de un caso atípico, los umbrales elevados hacen que los impuestos a las herencias sean menos efectivos en todo el mundo, según la OCDE.

En el informe del grupo se dijo que unos impuestos a la herencia mejor diseñados podrían ayudar a aumentar los ingresos y mejorar la igualdad a un costo económico más bajo que los impuestos alternativos. Sugirió que deberían tener umbrales más bajos, menos exenciones, aplicarse a los destinatarios en lugar del patrimonio del fallecido, y tener tasas progresivas en lugar de fijas.

Otros dicen que se requieren reformas más fundamentales. Thomas Piketty, el economista francés, cuyo libro de 2013 Capital In The 21st Century (El capital en el siglo XXI) ayudó a revitalizar el debate sobre los impuestos a la riqueza, defiende la idea de “herencia para todos”. Dice que se necesitan distribuciones universales para abordar una “hiperconcentración de propiedad” a largo plazo.

En una publicación reciente de blog en Le Monde, señaló que 50 por ciento de la población más pobre posee 5 por ciento de la riqueza total en Francia, mientras que 10 por ciento más rico posee 55 por ciento. “La idea de que simplemente tenemos que esperar a que la riqueza se propague no tiene mucho sentido: si ese fuera el caso, lo habríamos visto hace mucho tiempo”. 

Propone pagar una suma fija de alrededor de 120 mil euros a todos cuando cumplan 25 años, y los fondos para proporcionar este dinero provendrán de una combinación de impuestos progresivos sobre el patrimonio y la herencia, que en conjunto representan alrededor de 5 por ciento del PIB.

Un reforma fiscal

Reimaginar los impuestos a la herencia no se limita a los de izquierda. Lord David Willetts, presidente de los grupos de reflexión Intergeneracional Center y la Resolución Foundation, aboga por dar a todos los británicos de 30 años una “herencia de ciudadanos” de 10 mil libras.

La subvención en efectivo se limitaría a cuatro usos específicos: financiar la educación y capacitación o pago de deudas de matrículas, depósitos para alquiler o compra de viviendas, inversión en pensiones y costos iniciales de nuevos negocios.

Willetts dice que esos pagos son necesarios para ayudar a las generaciones actuales a lograr lo que hicieron sus padres. “¿Hubiera querido Thatcher una sociedad en la que la herencia importara tanto y en la que adquirir patrimonio con tus ingresos fuera tan difícil?” pregunta, refiriéndose a la exprimera ministra británica Margaret Thatcher.

“Quiero que la gente participe en la sociedad”, añade. “Ahora hay muchas personas en el medio que se sienten más en el precariado y que no sienten que van a tener la provisión básica de tener su propio departamento y una pensión financiada”.

Argumenta que ese tipo de distribuciones podrían financiarse reformando el actual régimen de impuestos sobre las herencias en Reino Unido, a uno que grave a los beneficiarios sobre el valor de las dotes recibidas en cualquier etapa de sus vidas.

Pascal Saint-Amans, exjefe de impuestos de la OCDE, describe los impuestos a la herencia como “el impuesto más infravalorado”, especialmente si se los compara con los impuestos sobre el patrimonio que se aplican periódicamente a los bienes de los vivos.

Varios países los han derogado en las últimas décadas, en particular Francia, que llegó a la conclusión de que su impôt sur la Fortune (el impuesto sobre el patrimonio) era caro de administrar, se prestaba a abusos y provocaba que muchas personas ricas abandonaran el país. El presidente Emmanuel Macron lo eliminó en 2017.

“Un impuesto sobre el patrimonio es una falsa ‘buena idea’”, añade Saint-Amans. “El impuesto que realmente es la respuesta, y que no tiene las mismas limitaciones, es el impuesto a la herencia”. Es relativamente fácil de cobrar ya que los bienes del fallecido pueden liquidarse parcialmente para cubrir el costo.

Saint-Amans cree que tendría sentido que los países aplicaran un impuesto mínimo global a las herencias de los multimillonarios en particular. Dice que una mayor cooperación fiscal internacional, algo que condujo al fin del secreto bancario y al intercambio automático de información financiera entre países, haría difícil evitar ese impuesto.

Dice que el modelo para conseguir cooperación internacional para una política de ese tipo sería el acuerdo de tasa impositiva mínima de 15 por ciento para el impuesto a las sociedades introducido a principios de este año. Esto fue negociado por la OCDE y acordado por más de 140 países, aunque las economías más grandes del mundo, EU y China, todavía no lo ratifican.

En 2007, el entonces canciller de la Hacienda en la sombra del Reino Unido, George Osborne, prometió que los conservadores aumentarían el umbral del impuesto a la herencia a un millón de libras si eran elegidos.

La respuesta pública fue tan positiva que el entonces primer ministro, el laborista Gordon Brown, decidió no convocar elecciones generales anticipadas. Es una lección que ningún político se atreve a olvidar: los impuestos a la herencia, a pesar de su alcance limitado, son impopulares.

En una encuesta de Ipsos Mori del año pasado se reveló que 43 por ciento de los encuestados las consideraban “injustas” a pesar de que menos de 5 por ciento de las herencias del Reino Unido están sujetas a ellas.

Otra encuesta, realizada el año pasado, por el grupo de reflexión Demos, con sede en el Reino Unido, reveló que 16 por ciento de las personas mayores de 65 años tendrían más probabilidades de apoyar al gobierno conservador en el poder si se comprometiera a abolir el impuesto de sucesiones, frente al 10 por ciento que estaría menos dispuesto. El apoyo entre las personas de 18 a 34 años disminuiría en 1.5 puntos porcentuales netos, pero las personas mayores, en promedio, tienen más probabilidades de votar.

Dawn Register, responsable de resolución de litigios fiscales en BDO, una firma de contabilidad, dice que hay “mucha emoción en torno (al impuesto a la herencia) ya que está vinculado a la muerte de alguien”.

Otros atribuyen su impopularidad a los grupos de cabildeo y la influencia de los superricos. “La cuestión es si nos centramos en los moderadamente ricos --el propietario de una pequeña empresa, el agricultor, la mujer con una buena carrera profesional-- o si nos enfocamos en los multimillonarios”, dice Gale.

“Los multimillonarios que no quieren pagar impuestos, quieren que nos enfoquemos en el pequeño, que es una figura mucho más comprensiva”.

Chancel sugiere que los llamados a una reforma del impuesto a las herencias deberían dejar muy claro que “la clase media y trabajadora” quedaría protegida de tener que pagar algo más. “En su lugar, sería útil hablar más bien de superimpuestos de sucesiones”, añade.

Pero para algunos, la oposición es más profunda y visceral que eso. “Todo gira en torno a los hijos”, dice Saint-Amans. “¿Por qué vives en la tierra? Para dejar un legado. Y aquí tienes al gobierno que se entromete en tu legado”. 

Willetts está de acuerdo con el “noble instinto” de la gente de querer mantener a sus hijos. “Pero además de ser buenos padres, tenemos que ser buenos ciudadanos”.

Herencia para todos

Los críticos dicen que hay otras razones por las que el impuesto a la herencia habitualmente se cita como el impuesto más impopular. 

Kyra Motley, socia del bufete de abogados Boodle Hatfield, señala los aspectos prácticos del proceso administrativo en el Reino Unido. “A la gente no le gusta el hecho de que tengas que vender la casa de mamá y papá antes de pagarlo”, dice. “Puede haber herederos que hereden una cantidad modesta de dinero y se encuentren con muchas dificultades”.

Otros tienen objeciones más filosóficas. “Se están gravando ingresos que ya fueron gravados, por lo que fundamentalmente se les está aplicando una doble imposición”, dice Damodaran de Stern, aunque este argumento podría aplicarse también a muchos impuestos sobre las ventas y el consumo.

Will McBride, vicepresidente de política fiscal federal de la Tax Foundation, un grupo de reflexión estadunidense, dice que el impuesto de sucesiones” desincentiva el ahorro, la inversión, el trabajo; todas las cosas que desde hace tiempo entendemos que contribuyen en gran medida al crecimiento económico”.

“A largo plazo, provocará una desaceleración de la economía y reducirá hasta cierto punto el dinamismo”, añade. “La principal ventaja es que los políticos lo utilicen como grito de guerra”.

Cita estudios que sugieren que las famosas y generosas políticas de educación y bienestar de Dinamarca, financiadas mediante altos impuestos públicos, han tenido un impacto limitado sobre la igualdad y la movilidad social.

“La desigualdad continuará y ha continuado a pesar de la proliferación de impuestos a la herencia. Para abordar la desigualdad, debemos pensar en esto de manera más amplia, no solo utilizando instrumentos fiscales”, añade McBride.

No todo el mundo confía en que el Estado esté mejor preparado para decidir cómo deben distribuirse los activos ganados con tanto esfuerzo en forma de medidas del tipo “herencia para todos”.

Damodaran dice que para aceptar la idea de apoyos universales, “hay que estar de acuerdo con que nadie ahorre y que el gobierno actúe como fondo de pensiones o creador de riqueza de último recurso”.

“Mi preocupación es que el mensaje que eso enviaría a la próxima generación es pésimo, en el sentido de que no necesitan asumir responsabilidades personales”, dice Damodaran.

Como padre de cuatro hijos adultos, dice que comprende las dificultades que enfrentan las generaciones más jóvenes para crear patrimonio, particularmente a través de la propiedad de una vivienda. Pero argumenta que sería mejor que los gobiernos destinen la ayuda a aumentar el acceso a la propiedad de viviendas en lugar de proporcionar herencias generales.

“No creo que se desarrolle una mentalidad de riqueza de un día para otro… hasta que no se ahorra en cosas que se van amasando: una casa, inversiones, acciones”, dice.

“Es fácil culpar a los boomers. Muchos jóvenes no tienen mentalidad de ahorro”.

AOL

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.