Las piedras preciosas de colores desafían la caída de los precios de los diamantes, ya que los consumidores prefieren las joyas personalizadas a las joyas artificiales más baratas.
Mientras la industria del diamante se defiende de una avalancha de equivalentes creados en laboratorio y lucha contra la débil demanda mundial de lujo, los precios de otras piedras preciosas se sostienen en los mercados mundiales.
Los anillos y collares de rubíes, esmeraldas y zafiros aumentan su valor en el mercado gracias al apoyo de influencers en las redes sociales y celebridades como Halle Berry y Kate Middleton, la princesa de Gales.
Los ejecutivos de las industrias mineras y minoristas señalan que la preferencia de los consumidores por joyas únicas y personalizadas, así como el crecimiento de un suministro confiable y responsable, probablemente mantendrán alta la demanda al menos hasta el final de la década.
“Las preferencias de los consumidores cambiaron sustancialmente”, dice Ankur Daga, fundador de Angara, un minorista de joyería en línea. “La perfección le dio paso a la expresión creativa e individual. Las personas que consideraban los diamantes como una clase de activo se cambian a las piedras preciosas de colores”.
No existe un precio de referencia para las gemas de colores debido a la singularidad de cada piedra. Sin embargo, Gemfields, el grupo minero de piedras de colores más grande del mundo, triplicó la producción en su mina de esmeraldas Kagem en Zambia a más de 30 millones de quilates al año desde 2009, y los ingresos de ese activo fueron ocho veces mayores en 2023, alrededor de 90 millones de dólares (mdd).
En la última subasta de rubíes de grupo Gemfields —considerada la venta más importante del mundo— en Bangkok en diciembre, las ventas aumentaron marginalmente con respecto al año pasado a 69.5 mdd. Sin embargo, el valor promedio por quilate se disparó a 290 dólares, en comparación con 154 dólares hace un año.
Daga señala que los precios de compra al mayoreo de los zafiros aumentaron 12 por ciento, los de las esmeraldas 13 por ciento y los de los rubíes 17 por ciento en promedio cada año desde 2020, mientras la oferta tiene dificultades para mantenerse al día con la demanda tan grande.
“No es una sola cosa lo que ha producido un cambio hacia las piedras preciosas de colores”, dice Sean Gilbertson, director ejecutivo de Gemfields, la minera de piedras de colores más grande del mundo. “Es justo decir que las gemas de colores han contrarrestado esa tendencia (de caída de los precios de las materias primas). Es uno de los pocos recursos minerales cuyo precio puede aumentar drásticamente”
El auge de estas gemas contrasta con una marcada desaceleración en el mercado mucho más grande de diamantes, mientras las piedras extraídas luchan frente a la competencia de alternativas producidas en laboratorio.
De Beers, el productor de diamantes más grande del mundo por valor, vendió 110 mdd en diamantes en su décima y última venta de 2023, frente a los 417 mdd del año anterior, mientras que India detuvo las importaciones de diamantes en bruto durante dos meses a partir de octubre para proteger a sus fabricantes de tener un exceso de oferta.
Las ventas de anillos de diamantes en el mercado estadunidense registraron una caída gradual de 86 por ciento de las ventas en 2020 al 82 por ciento en 2023, dice Edahn Golan, socio gerente de Tenoris, una empresa de análisis, basándose en datos de transacciones de diamantes recopilados de los minoristas. Dice que las esmeraldas y los zafiros llenaron la mayor parte del vacío.
Los ejecutivos de la industria señalan que las imperfecciones de las piedras preciosas naturales probablemente mantengan fuerte el mercado durante el resto de la década.
Dev Shetty, director ejecutivo de Fura Gems, un grupo privado de minería de piedras preciosas con sede en Dubai, estima que el mercado de gemas de colores alcanzará los 5 mil mdd en 2030, en comparación con los 2 mil mdd de 2012. El mercado de diamantes naturales en bruto se estancó en 15 mil mdd desde entonces, dice.
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Se cambian a las piedras preciosas de colores".
La profundidad de la desaceleración del mercado de diamantes se debe, en parte, a su mayor tamaño. Si bien algunos productores pueden intentar restringir la oferta y manejar los niveles de inventarios, otros siguen produciendo grandes volúmenes.
El malestar del mercado de diamantes naturales puso en duda su capacidad para servir como reserva de valor y protección contra la inflación para los inversionistas, ya que también enfrenta el desafío a largo plazo de un suministro listo de alternativas producidas en laboratorio.
“El elemento cultivado en laboratorio para los diamantes es un fenómeno nuevo que los consumidores y la industria apenas empiezan a entender”, menciona Kieron Hodgson, analista de Panmure Gordon.
En contraste, los rubíes, esmeraldas y zafiros se han enfrentado a la misma amenaza desde la década de 1890, cuando el químico francés Auguste Verneuil creó un rubí sintético en su laboratorio.
Algunos analistas argumentan que el regreso a las piedras preciosas de colores podría marcar el comienzo de un reequilibrio hacia su dominio de siglos en el mercado mundial de la joyería, antes de que las exitosas campañas de mercadotecnia de De Beers reconfiguraran la industria en el siglo XX.
Pero otros ven la esperanza de que los diamantes también, con el tiempo, se puedan sobreponer a la amenaza de las joyas creadas en el laboratorio.
“Las piedras preciosas cultivadas en laboratorio no son algo nuevo”, menciona Kent Wong, director general de Chow Tai Fook, el minorista de joyería más grande de China. “Solo que muy pocas se destinan a la fabricación de joyas. Muchas más se utilizan para funciones industriales... como las pantallas de cristal de zafiro cultivadas en laboratorio para smartphones”, dice, y predice que los diamantes van a seguir el mismo camino.
Hace unos 15 años, el suministro de piedras preciosas de color procedía casi exclusivamente de sitios informales de minería que a menudo eran inseguros, estaban vinculados a actividades delictivas y entrañaban demasiados riesgos para la reputación de las grandes marcas de joyería.
Aunque la situación está cambiando, persisten algunos riesgos. En agosto, la Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido acusó a Romy Andrianarisoa, jefa de gabinete del presidente de Madagascar, por intentar solicitar un soborno a Gemfields, que la compañía no pagó. Su abogado no respondió a una solicitud de comentarios, pero Andrianarisoa se declaró inocente ante los tribunales londinenses.
Sin embargo, Dev Shetty, de Fura Gems, dice que el mayor reto del sector es mantener el ritmo de la demanda, ya que la producción sigue siendo solamente de entre 20 y 25 por ciento de los 140 millones a 150 millones de quilates anuales de diamantes.
"La diferencia de oferta es tan grande entre nosotros y los diamantes que queda mucho por hacer”, dice Shetty.“
PRL