Se espera que la contratación en Estados Unidos se haya desacelerado en enero y algunos economistas advierten que la economía perdió puestos de trabajo a medida que las secuelas de la ola de ómicron se extendieron.
Se proyecta que la economía haya sumado 175 mil puestos de trabajo a principios de año, en comparación con los 199 mil de diciembre, según se espera que anuncie el viernes el Departamento de Trabajo. Además, se prevé que la tasa de desempleo se mantenga estable en 3.9 por ciento, de acuerdo con las estimaciones de Bloomberg. Se espera que los ingresos promedio por hora aumenten 5.2 por ciento respecto a hace un año, frente al 4.7 por ciento de diciembre.
Sin embargo, los economistas siguen revisando sus estimaciones y algunos advierten que existe el riesgo de que las nóminas se contraigan en enero, ya que ómicron afectó al sector del esparcimiento y la hotelería, la atención de salud y otros sectores relacionados con los servicios.
Los economistas de Jefferies señalan una “alta probabilidad” de un reporte negativo, mientras que los de Pantheon Macroeconomics pronostican que Estados Unidos perderá 300 mil empleos.
“El informe sobre el empleo no alterará mucho la visión optimista de la Reserva Federal sobre el mercado laboral”, dijo Lydia Boussour, economista senior de Oxford Economics.
La Fed se enfoca en frenar la creciente inflación y su presidente, Jerome Powell, dijo en la semana: “Creo que hay bastante margen para subir las tasas de interés sin amenazar el mercado laboral”.
“Los funcionarios de la Fed ven un mercado laboral muy restringido y es probable que la vean a través de la debilidad temporal en la creación de empleo”, dijo Boussour.
Bonos en Inglaterra
Se espera que el Banco de Inglaterra suba las tasas de interés por segundo mes consecutivo en su reunión de esta semana. Esto significa que los inversionistas ven más allá de un aumento de los costos de endeudamiento a 0.5 por ciento —que los mercados ya tomaron en cuenta— para ver si esto desencadena el inicio del proceso de reducción de los 875 mil millones de libras de deuda pública que el banco central adquirió en el marco de sus programas de expansión cuantitativa.
Ya en agosto, cuando presentó su estrategia de endurecimiento de la política monetaria a raíz de la pandemia, el Banco de Inglaterra señaló que comenzaría a reducir su balance cuando las tasas de interés alcanzaran un medio punto porcentual. Para ello, no dejará de reinvertir los ingresos de los bonos que mantiene a medida que van venciendo, “si es apropiado dadas las circunstancias económicas”.
Con el espectacular aumento de la inflación, ese momento parece llegar antes de lo que los inversionistas, o el propio Banco de Inglaterra, esperaban.
Si los responsables de fijar las tasas de interés del Banco de Inglaterra deciden que es apropiada una alza de los mismos, es probable que juzguen que también es apropiado empezar a deshacer la expansión cuantitativa, según George Buckley, economista de Nomura.
“Con el deseo expresado anteriormente por el gobernador del banco, Andrew Bailey, de reducir el balance, parece razonable un movimiento más temprano que tarde”, dijo Buckley. Esto significa que el proceso de “endurecimiento cuantitativo” comenzaría en marzo, cuando venza un bono de 28 mil millones de libras en poder del banco central.
Sin embargo, todavía existe la posibilidad de que el Banco de Inglaterra “se eche para atrás”, según Ruth Gregory, de Capital Economics. Según Gregory, también puede suavizar su anterior directriz de que “considerará” la venta activa de bonos en su cartera una vez que las tasas alcancen 1 por ciento.
Unión Europea
Muchos economistas no esperan ningún cambio en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) en su primera reunión de 2022, a pesar de que la región se enfrenta a un alza de la inflación.
El momento de un posible aumento de las tasas en el BCE “no ha llegado, todavía”, dijo Carsten Brzeski, jefe global de macroeconomía de ING.
Señaló que la Fed se acercó a su primer alza de las tasas de la era de la pandemia, pero la economía de EU ya se había expandido muy por encima de lo que producía cuando se presentó la pandemia.
En cambio, se espera que la economía de la eurozona acabe de recuperarse hasta los niveles prepandemia en el cuarto trimestre.
Es poco probable que la reunión del BCE de esta semana traiga consigo algún cambio de política, señaló Brzeski. “En cambio, el banco central tendrá que dominar un nuevo reto de comunicación en relación con la inflación: evitar cualquier cambio aparente de la paciencia al pánico”, añadió.
George Buckley, economista de Nomura, tampoco espera grandes cambios, y cree que el BCE estará en condiciones de iniciar una lenta normalización de las tasas de interés a partir de junio de 2023, pero “los riesgos son al alza en nuestra opinión sobre las tasas”, advirtió Buckley.
La inflación de la eurozona aumentó a una tasa anual de 5 por ciento en diciembre, la más alta desde la creación del euro y más del doble del objetivo del banco central de 2 por ciento.
Ellie Henderson, economista de Investec, indicó que la publicación el miércoles de una estimación rápida de los índices armonizados de precios al consumidor de enero “dará una primera pista” de si ese pronóstico “se está cumpliendo”.
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