Rolls-Royce tiene la meta de volar un avión híbrido-eléctrico de prueba en dos años, ya que el grupo de motores de aeronaves trata de ponerse a la vanguardia de la mayor revolución de la industria desde el motor a reacción.
El grupo del FTSE 100 aumentó su interés en el proyecto eléctrico, al que llaman demostrador E-Fan X, después de comprar el negocio de propulsión eléctrica de Siemens, que había sido un socio inicial.
Warren East, director ejecutivo de Rolls-Royce, dijo que la compra ayudará a “acelerar” los planes de la compañía para realizar un vuelo de prueba que tiene busca llevar a cabo en 2021.
El acuerdo, que se entiende tiene un valor de alrededor de 50 millones de euros, también significa que Rolls-Royce obtiene propiedad intelectual esencial con cerca de 180 ingenieros eléctricos y diseñadores que se trasladan a la compañía británica.
Rolls-Royce no fue el único grupo que mostró sus credenciales ecológicas en el Salón Internacional de Aeronáutica y el Espacio de París esta semana con un conjunto de proyectos que abordan diferentes áreas del mercado.
Eviation Aircraft, una startup con respaldo israelí, anunció que registró a su primer cliente comercial, la aerolínea regional Cape Air, para su avión totalmente eléctrico que le da el nombre de Alice, que espera que transporte por aire a personas que viajan una distancia considerable a sus trabajos a partir de 2022. Airbus y Boeing también tienen proyectos propios.
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UNA INDUSTRIA BAJO PRESIÓN
La aviación representa alrededor de 2 por ciento del total de emisiones de dióxido de carbono del mundo y la industria se encuentra bajo un creciente escrutinio por parte de los accionistas y el público para que reduzcan su producción.